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Tratando de lavarse la cara

Ucrania solicita colaboración y asistencia al mundo. Venezuela también

 

@ArmandoMartini

De repente el régimen castrista -Venezuela es un protectorado de Cuba, el poder reside en La Habana, convirtiéndose quien preside en su títere representante-, desata una feroz batalla contra la delincuencia organizada y bandas de fechorías, que son jefaturas locales utilizables, no siempre obedientes.

El poder no se comparte. Sin aviso ni protesto calificados voceros castro-maduristas desuellan a miembros del partido oficialista descubiertos en delitos de narcotráfico y contrabando de gasolina. El PSUV, advierte, no tolerará en sus filas ladrones, corruptos ni agentes encubierto.

El Ministerio Público investiga e imputa. El fiscal averigua en detalle la incursión forastera de alienígenas en el agasajo antiecológico de especies enchufadas e intrusas en el delicado ecosistema de fauna y flora, en las alturas de una meseta gigante.

Un de repente que encandila por planificado y deslumbra por convenientemente, ya que cómplices, coautores, secuaces partidarios de amplio y extenso conocimiento revelan pormenores para reducir su tiempo en prisión. Algunos medios están controlados, asustados y censurados, pero las buenas y en especial, las malas noticias se filtran con destreza inusitada.

Innumerables naciones y organismos internacionales observan a Venezuela y su régimen, son demasiados exiliados y presos políticos. El tiempo transcurre sin contemplación, la prórroga otorgada por la Corte Penal Internacional pronto expirará. Y si aspira a continuar en 2024, puede significar un largo plazo de recuperación, o el pozo sin fondo del hundimiento.

Aun así, cometen errores. Las estrategias del mandato superior con décadas fortaleciéndose en represión y fracasando en alimentar a su pueblo, incurre en deslices como alardes burlones y de mal gusto por el atentado contra la libertad de expresión. Sin autonomía de opinión y palabra no hay democracia; quien atenta contra el periodismo lo hace contra una sociedad democrática que tiene derecho a estar informada.

El usurpador se mete dónde ni lo han llamado ni tiene arte ni parte. Ofrece solidaridad apoyando a la poderosa potencia militar pero débil en economía, que desgarra a Ucrania. Y hasta insinúa que podría involucrarnos en una guerra lejana por adhesión. Con fervor defendió  esfuerzos diplomáticos, pero acusó a “la derecha extremista” ucraniana de no estar interesada en resolver los conflictos; también denunció que Estados Unidos y la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) quieren acabar con Rusia, embarrando a Venezuela en un conflicto de consecuencias impredecibles.

Por si fuera poco, intenta embaucar a la ciudadanía con la simpleza estúpida que delincuentes disfrutan de movilización sin restricciones por órdenes de un plan siniestro diseñado en Bogotá. Pero no enfrenta con fuerza a verdugos de Trinidad y Tobago, que ultrajan y humillan a la madre del bebé asesinado, aislada y adolorida.

Detergente que ambiciona lavar la fea catadura, pero no perfuma; un rojo que aromatiza, pero no escurre pecados ni higieniza suciedades. El oficialismo enjuaga su talante, atrevimiento corto y tardío. Quienes lo adversan por su tiranía violadora de derechos, puede que temporalmente lo dejen de lado. Sin embargo, los tufos pestilentes continuarán siendo percibidos. La entrega arrodillada, encubridora y cohabitadora con el subterfugio complaciente, útil y acomodaticio de alcanzar el bien de todos, es vileza y servilismo, disfraz para el provecho individual y de grupos mafiosos.

La porquería y tufillos compartidos, no desaparecen. El desinfectante purificador usado con intensa fruición para quien aspira a seguir en el poder no es eficaz.

Ucrania espera a los rusos, solicita colaboración y asistencia al mundo. Venezuela también.

Las opiniones emitidas por los articulistas son de su entera responsabilidad. Y no comprometen la línea editorial de RunRun.es

Ucrania solicita colaboración y asistencia al mundo. Venezuela también

 

@ArmandoMartini

De repente el régimen castrista -Venezuela es un protectorado de Cuba, el poder reside en La Habana, convirtiéndose quien preside en su títere representante-, desata una feroz batalla contra la delincuencia organizada y bandas de fechorías, que son jefaturas locales utilizables, no siempre obedientes.

El poder no se comparte. Sin aviso ni protesto calificados voceros castro-maduristas desuellan a miembros del partido oficialista descubiertos en delitos de narcotráfico y contrabando de gasolina. El PSUV, advierte, no tolerará en sus filas ladrones, corruptos ni agentes encubierto.

El Ministerio Público investiga e imputa. El fiscal averigua en detalle la incursión forastera de alienígenas en el agasajo antiecológico de especies enchufadas e intrusas en el delicado ecosistema de fauna y flora, en las alturas de una meseta gigante.

Un de repente que encandila por planificado y deslumbra por convenientemente, ya que cómplices, coautores, secuaces partidarios de amplio y extenso conocimiento revelan pormenores para reducir su tiempo en prisión. Algunos medios están controlados, asustados y censurados, pero las buenas y en especial, las malas noticias se filtran con destreza inusitada.

Innumerables naciones y organismos internacionales observan a Venezuela y su régimen, son demasiados exiliados y presos políticos. El tiempo transcurre sin contemplación, la prórroga otorgada por la Corte Penal Internacional pronto expirará. Y si aspira a continuar en 2024, puede significar un largo plazo de recuperación, o el pozo sin fondo del hundimiento.

Aun así, cometen errores. Las estrategias del mandato superior con décadas fortaleciéndose en represión y fracasando en alimentar a su pueblo, incurre en deslices como alardes burlones y de mal gusto por el atentado contra la libertad de expresión. Sin autonomía de opinión y palabra no hay democracia; quien atenta contra el periodismo lo hace contra una sociedad democrática que tiene derecho a estar informada.

El usurpador se mete dónde ni lo han llamado ni tiene arte ni parte. Ofrece solidaridad apoyando a la poderosa potencia militar pero débil en economía, que desgarra a Ucrania. Y hasta insinúa que podría involucrarnos en una guerra lejana por adhesión. Con fervor defendió  esfuerzos diplomáticos, pero acusó a “la derecha extremista” ucraniana de no estar interesada en resolver los conflictos; también denunció que Estados Unidos y la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) quieren acabar con Rusia, embarrando a Venezuela en un conflicto de consecuencias impredecibles.

Por si fuera poco, intenta embaucar a la ciudadanía con la simpleza estúpida que delincuentes disfrutan de movilización sin restricciones por órdenes de un plan siniestro diseñado en Bogotá. Pero no enfrenta con fuerza a verdugos de Trinidad y Tobago, que ultrajan y humillan a la madre del bebé asesinado, aislada y adolorida.

Detergente que ambiciona lavar la fea catadura, pero no perfuma; un rojo que aromatiza, pero no escurre pecados ni higieniza suciedades. El oficialismo enjuaga su talante, atrevimiento corto y tardío. Quienes lo adversan por su tiranía violadora de derechos, puede que temporalmente lo dejen de lado. Sin embargo, los tufos pestilentes continuarán siendo percibidos. La entrega arrodillada, encubridora y cohabitadora con el subterfugio complaciente, útil y acomodaticio de alcanzar el bien de todos, es vileza y servilismo, disfraz para el provecho individual y de grupos mafiosos.

La porquería y tufillos compartidos, no desaparecen. El desinfectante purificador usado con intensa fruición para quien aspira a seguir en el poder no es eficaz.

Ucrania espera a los rusos, solicita colaboración y asistencia al mundo. Venezuela también.

Las opiniones emitidas por los articulistas son de su entera responsabilidad. Y no comprometen la línea editorial de RunRun.es

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De repente el régimen castrista -Venezuela es un protectorado de Cuba, el poder reside en La Habana, convirtiéndose quien preside en su títere representante-, desata una feroz batalla contra la delincuencia organizada y bandas de fechorías, que son jefaturas locales utilizables, no siempre obedientes.

El poder no se comparte. Sin aviso ni protesto calificados voceros castro-maduristas desuellan a miembros del partido oficialista descubiertos en delitos de narcotráfico y contrabando de gasolina. El PSUV, advierte, no tolerará en sus filas ladrones, corruptos ni agentes encubierto.

El Ministerio Público investiga e imputa. El fiscal averigua en detalle la incursión forastera de alienígenas en el agasajo antiecológico de especies enchufadas e intrusas en el delicado ecosistema de fauna y flora, en las alturas de una meseta gigante.

Un de repente que encandila por planificado y deslumbra por convenientemente, ya que cómplices, coautores, secuaces partidarios de amplio y extenso conocimiento revelan pormenores para reducir su tiempo en prisión. Algunos medios están controlados, asustados y censurados, pero las buenas y en especial, las malas noticias se filtran con destreza inusitada.

Innumerables naciones y organismos internacionales observan a Venezuela y su régimen, son demasiados exiliados y presos políticos. El tiempo transcurre sin contemplación, la prórroga otorgada por la Corte Penal Internacional pronto expirará. Y si aspira a continuar en 2024, puede significar un largo plazo de recuperación, o el pozo sin fondo del hundimiento.

Aun así, cometen errores. Las estrategias del mandato superior con décadas fortaleciéndose en represión y fracasando en alimentar a su pueblo, incurre en deslices como alardes burlones y de mal gusto por el atentado contra la libertad de expresión. Sin autonomía de opinión y palabra no hay democracia; quien atenta contra el periodismo lo hace contra una sociedad democrática que tiene derecho a estar informada.

El usurpador se mete dónde ni lo han llamado ni tiene arte ni parte. Ofrece solidaridad apoyando a la poderosa potencia militar pero débil en economía, que desgarra a Ucrania. Y hasta insinúa que podría involucrarnos en una guerra lejana por adhesión. Con fervor defendió  esfuerzos diplomáticos, pero acusó a “la derecha extremista” ucraniana de no estar interesada en resolver los conflictos; también denunció que Estados Unidos y la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) quieren acabar con Rusia, embarrando a Venezuela en un conflicto de consecuencias impredecibles.

Por si fuera poco, intenta embaucar a la ciudadanía con la simpleza estúpida que delincuentes disfrutan de movilización sin restricciones por órdenes de un plan siniestro diseñado en Bogotá. Pero no enfrenta con fuerza a verdugos de Trinidad y Tobago, que ultrajan y humillan a la madre del bebé asesinado, aislada y adolorida.

Detergente que ambiciona lavar la fea catadura, pero no perfuma; un rojo que aromatiza, pero no escurre pecados ni higieniza suciedades. El oficialismo enjuaga su talante, atrevimiento corto y tardío. Quienes lo adversan por su tiranía violadora de derechos, puede que temporalmente lo dejen de lado. Sin embargo, los tufos pestilentes continuarán siendo percibidos. La entrega arrodillada, encubridora y cohabitadora con el subterfugio complaciente, útil y acomodaticio de alcanzar el bien de todos, es vileza y servilismo, disfraz para el provecho individual y de grupos mafiosos.

La porquería y tufillos compartidos, no desaparecen. El desinfectante purificador usado con intensa fruición para quien aspira a seguir en el poder no es eficaz.

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Una base de datos de mujeres y personas no binarias con la que buscamos reolver el problema: la falta de diversidad de género en la vocería y fuentes autorizadas en los contenidos periodísticos.