La indignación es democratica, la ilusión también por Maria Elena Arcia
La indignación es democrática, la ilusión también por Maria Elena Arcia

 Unión

 

Si hay algo que en este momento tenemos en común la gran mayoría de venezolanos es la indignación que nos produce la penosa situación en la que nos encontramos, pero no me refiero sólo al lamentable asunto económico que nos agobia sino a la degradación moral y ética.

Es una realidad sólo invisible para los actuales gobernantes y que cada día genera mayores malestares en una sociedad que, para decir lo cierto, no estaba acostumbrada a los atropellos constantes del poder y que requiere de estrategias y guía para subsistir entre inflación, escasez, inseguridad, corrupción y  toda la suerte de penurias que como las 7 plagas de Egipto nos azotan en la actualidad.

El origen de los males puede ser diverso y la forma de resolverlos adecuadamente y de forma permanente también. No sólo han sido los nefastos gobernantes y negligentes administradores los culpables; las élites empresariales, intelectuales, políticas, han contribuido en buena parte con su pasividad, comodidad y algunas veces también con su complicidad.

Distintas generaciones de venezolanos que hemos podido hacer mucho por nuestro país, fracasamos y ahora estamos viendo los resultados. Nos toca entonces trabajar mas duro para compensar lo dejado de hacer….

Es el momento de dejar atrás la indiferencia y la rabia que nos paraliza para hacer un frente común, en el cual sin discriminar por posturas ideológicas, políticas y haciendo un ejercicio de amplia tolerancia y desprendimiento de mezquindades tan necesario, se estructure, defina y comunique de forma masiva la propuesta de cambio y se convierta en la alternativa válida al desastre actual.

Siempre he insistido en que ante la adversidad es indispensable generar un discurso esperanzador que llegue a todos por igual.

Es el momento de crear ese relato que emocione, transmita valores y genere identidad entre la audiencia y los oradores, en el cual se muestre como la voluntad triunfa sobre la adversidad.

Tenemos que ser capaces de generar cambios, mostrar oportunidades y riesgos, mostrarnos como líderes con posibilidades de inspirar y crear nuevas narrativas que motiven y generen confianza, ser modelos del ciudadano moderno y decente enfocados en mover a la gente común a hacer cosas extraordinarias.

El discurso que construyó la corriente liderada por el extinto Comandante se deterioró al estar lleno de retórica y repeticiones que se transformaron en etiquetas y fórmulas que perdieron su conexión con la realidad. Hay que reconectar la política con la realidad y acompañar al ciudadano.

Es muy importante que los políticos entiendan y atiendan al ciudadano para evitar que se instaura la desilusión. Muchos ejemplos tenemos en el mundo que nos ilustran como esa desesperanza y falta de confianza en la capacidad de los políticos de resolver problemas y no de crearlos como parece ser la costumbre actual,  se traduce en más apatía, voto anti establishment, anti sistema de partidos lo que no avizora salidas razonables sino por el contrario produce cambios para peor.

Las cosas se pueden hacer bien y debemos involucrarnos todos los ciudadanos en este movimiento de rescate de los valores y del buen actuar convirtiendo el pesar, la angustia y la indignación en motores que potencien nuestras capacidades individuales y colectivas, pero será indispensable contar con un liderazgo que nos entienda y acompañe en esta gran cruzada y que esté a la altura del desafío. ¡Aquí los estamos esperando!


@malarcia