Con la misma frialdad que tiene una aeromoza para indicarles a los pasajeros que han llegado a su destino, con el mismo tono de un cuentacuentos y tan inexpresivo como un jugador de póker, el Ministro Villegas le anunció al país la siguiente frase lapidaria:
“La insuficiencia respiratoria surgida en el curso del posoperatorio, persiste y su tendencia no ha sido favorable por lo cual continúa siendo tratada. El Presidente se mantiene aferrado a Cristo. Con máxima voluntad de vida y con la mayor disciplina en el tratamiento de su salud”
Las palabras de Villegas el día jueves dejan al desnudo a altos voceros rojos. El presidente está mal de salud, tiene dificultades para hablar y respirar, no ha tenido mejoría a pesar del tratamiento y por primera vez se admite abiertamente que la evolución del mandatario no es favorable. Si el cuadro médico es tal cual no los pintan, ¿Por qué han salido unos ilustres a decir que el presidente está mandando y caminado como si nada? ¿A quién quieren engañar?
La política comunicacional del chavismo, previo a la ida del presidente a Cuba, tradicionalmente fue muy buena, especialmente en momentos de caos. Es decir, los rojos jugaban con la opinión pública, utilizaban estratégicamente cortinas de humo, y sabían cuando apretar y cuando soltar. Pero desde la recaída del presidente esta política ha tenido muchas fallas y desde luego muchas inconsistencias y contradicciones.
Ahora bien, lo que no puede pasar por debajo de la mesa es la intención del mensaje del Ministro. Si algo hemos aprendido en estos 14 años es que el gobierno juega sus cartas electorales con mucha estrategia. En este departamento el gobierno sí puede decir con propiedad que han sido muy exitosos. Las palabras de Villegas colocan de nuevo en el centro de la opinión pública la posibilidad de unas elecciones presidenciales este año. La pregunta es: ¿Cuándo?
Si algo tenemos claro ahorita es que los rojos no están en modo electoral. Es decir, el anuncio de Villegas abre el debate de la sucesión pero eso no quiere decir que las elecciones vayan a celebrarse el próximo mes. Difiero de los analistas que plantean este escenario por una razón muy sencilla: los rojos en época electoral cambian su discurso y sueltan muchos recursos a la calle. Ya lo vivimos el año pasado y conocemos perfectamente el resultado. Estas condiciones no las estamos viviendo ahorita y por ende en lo personal no veo las elecciones a corto plazo.
Coincido con Laureano cuando dice que este país uno se puede morir de todo menos de aburrimiento. Vamos a esperar entonces qué sorpresa nos traen los próximos días.