Denuncian que indígenas del Esequibo están marginados en medio del conflicto entre Venezuela y Guyana
Al menos nueve comunidades indígenas conviven en el territorio reclamado entre Venezuela y Guyana. El periodista y fundador de la Asociación Civil Alterno, Óscar Schlenker, denunció que el conflicto por el Esequibo es completamente político, bajo la economía extractivista.
Foto tomada de Global Voices. Autor: Allan Hopkins
El director de la Asociación Civil Alterno y organizador del evento Raíces de mi pueblo, Óscar Schlenker, denunció en una entrevista a Radio Fe y Alegría que el Esequibo es un asunto geopolítico de primer orden que se ha politizado.
«Es un tema que se ha politizado mucho, y es un tema geopolítico que sin duda hay que abordar. Pero uno tiene que poner en mente que los pueblos indígenas que habitan este territorio han sido negados de muchos derechos», aseveró, Óscar Schlenker.
De acuerdo con el experto, tanto Venezuela como Guyana han abandonado a los originarios que viven en el Esequibo, mientras ambos gobiernos solo hablan de la riqueza petrolífera dentro del territorio.
De acuerdo con los registros de IWGIA (Grupo de Trabajo Internacional para Asuntos Indígenas), al menos nueve poblaciones indígenas se encuentran en el territorio Esequibo: sarao, arawako y kariña —a la altura del Estado Delta Amacuro—, los Akawaio —en la altura del estado Bolívar, en San Martín de Turumbang— y los patamuná, arekuna, wapishana, makushi y wai wai —desde el tepuy Roraima hacia el sur—.
«Es preocupante que se esté hablando más de las riquezas que se pueden explotar en el territorio, porque eso pone en una condición muy vulnerable a los pueblos indígenas», dijo.
También aseguró que los indígenas que viven en la zona afirman que no han sido abordados por ninguno de los gobiernos desde hace más de 10 años.
A su juicio, los indígenas pobladores del Esequibo deben ser parte importante de la agenda, pues será determinante darle derechos.
«Creo que el tema indígena debe pasar al primer renglón. Es lo primero que se tiene que discutir cuando se hable del Esequibo: ofrecerle y darle derechos a este pueblo indígena. Creo que quien haga eso tendrá ganado este territorio», expresó Schlenker.
La desidia de dos Estados deforesta el Esequibo
Para la ONG SOS Orinoco, ninguno de los dos Estados, el venezolano ni el guyanés, atienden los derechos humanos de los indígenas en el territorio Esequibo, ya que desde el 2018 se está evidenciando un crecimiento de la minería ilegal que afecta el ecosistema de la zona y la salud de los pueblos indígenas presentes.
«Resulta que no uno, sino dos países están dañando lo que hasta hace unos años era una de las zonas más biodiversas y prístinas del mundo, situada en la intersección del Escudo Precámbrico de Guayana y la gran Amazonia», denuncia la ONG.
Afirman que la mayoría de las zonas mineras ilícitas se camuflan bajo las concesiones de la Comisión de Geología y Minas de Guyana (GGMC) y se mantienen en pie por los grupos armados venezolanos y miembros del Ejército de Liberación Nacional (ELN) «que provienen del estado Bolívar». La extracción desmedida de los minerales afecta a en 138 comunidades, «de las que se supone que 97 han recibido el reconocimiento formal de sus territorios ancestrales».
«La falta de transparencia, los abultados procesos administrativos y la incapacidad de delinear y aplicar normas ecológicas sobre prácticas sostenibles han llevado al sistema a diezmar el Esequibo en la actualidad», agregó la institución. «Sin embargo, teniendo en cuenta los problemas a los que se enfrenta la GGMC, el aumento de la explotación minera está vinculado a la disponibilidad de minerales y a la conveniencia logística, y no al uso de la tierra o a una sólida planificación medioambiental».
SOS Orinoco adviertió que Guyana está vulnerando el Acuerdo de Ginebra, donde el país tiene una administración política no tiene soberanía absoluta del Esequibo.
«En el artículo V del mencionado Acuerdo de Ginebra, no hay renuncia ni disminución de la soberanía, por lo que hasta que no se resuelva el conflicto, Guyana no debería otorgar concesiones mineras o forestales, ni desarrollar proyectos que afecten a los recursos naturales de ese territorio. Sin embargo, lamentablemente lo ha hecho y lo sigue haciendo», afirmó.
«Todas las partes interesadas en la preservación de la Amazonia y el Escudo Guayanés deberían estar preocupadas por la irresponsable e insostenible política actual de minería de oro de Guyana, que está afectando a los derechos humanos de los indígenas, al medio ambiente y que además viola el derecho internacional», concluyó.
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