Carencias en salud sexual y reproductiva en el país se reflejan en el embarazo adolescente
Entre los altos costos de los métodos anticonceptivos y la poca información sobre su uso, adolescentes y jóvenes están no solo propensas a embarazos no deseados, sino además a enfermedades de transmisión sexual
El embarazo en adolescentes de bajos recursos llenan las salas de maternidad de los principales centros asistenciales públicos.
Según cifras extraoficiales del Hospital Central Universitario Antonio María Pineda de Barquisimeto, a diario, de 50 consultas de ginecobstetricia que se brindan, cerca de 30 pacientes son menores de 18 años y aproximadamente 15 de muy escasos recursos.
Para el 2018, última fecha de conteo de embarazos adolescentes en el estado Lara por parte de la Dirección de Salud regional, se presentaron 5 mil casos. Según el Colegio de médicos del estado Lara, no es una cifra que haya descendido en los últimos años, pues se presume que para 2022, más de 5 mil 500 muchachas dieron a luz en la entidad.
A Estefanía Virgüez vivir en Barquisimeto, en una zona céntrica, no la excluyó de estas estadísticas. A los 16 años tuvo su primer bebé y ahorita con 18 años de edad, ha tenido tres abortos espontáneos y un legrado, sin control ginecológico constante y sin saber la razón de dichas perdidas.
«Yo tuve relaciones una vez que me escapé de mi casa. Tenía 13 años en ese momento. Me fui con un novio porque en mi casa somos humildes, solo trabaja mi papá que es mecánico y eso nos da para comer a mis hermanos y a mí. Pero ni siquiera pudimos seguir estudiando, yo sólo tengo sexto grado aprobado» relata.
La joven en la escuela primaria nunca tuvo información sobre sexualidad, embarazo ni enfermedades de transmisión sexual.
«Mi mamá no hablaba de eso en la casa y mi papá menos, solo nos decían que el día que saliéramos con una barriga nos teníamos que ir con el papá del bebé porque en la casa no había plata para cuidar muchachos».
Pero eso no pasó. Estefanía salió embarazada a los 16 y se quedó en su casa porque el papá de su hijo no respondió por el bebé.
«Yo pensé que a lo mejor no iba a quedar embarazada nunca porque aprendí de mi primer novio que si se detenía antes de terminar la relación sexual (coito interrumpido) no quedaba embarazada. Pero mi siguiente novio no hacía lo mismo y quedé embarazada muy rápido. Nunca le pedí que usara condón, los había visto, pero son muy caros para yo comprarlos y él tampoco lo hacía», dice.
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Propensas a embarazos y enfermedades
Entre los altos costos de los métodos anticonceptivos y la poca información sobre su uso, adolescentes y jóvenes están no solo propensas a embarazos no deseados, sino además a enfermedades de transmisión sexual.
El informe “Mujeres que resisten: Sobrevivir a una Venezuela en crisis”, publicado por la Red de Mujeres Constructoras de Paz en 2022, demuestra que aun cuando existe disponibilidad de anticonceptivos en el mercado, sus “altos precios son prohibitivos” para la mayoría de las mujeres de escasos recursos.
Una de las cifras más alarmantes de este informe es la que revela que el 70% de las encuestadas no utiliza ningún tipo de método anticonceptivo. El otro 26,6% de las consultadas indicó usar anticonceptivos. Además, el 40% de las encuestadas aseguró no tener acceso a productos para la gestión menstrual.
También, el 70% de las consultadas aseguró haber obtenido algún tipo de educación sexual ya sea en casa o en escuela, a través de conocidos o familiares, pero en el país no existe ni un solo programa gubernamental enfocado en promover la educación sexual integral.
Este trabajo fue publicado en el microsite de Mujeres Constructoras de Paz del Instituto Prensa y Sociedad (Ipys). Esta red de periodistas recoge noticias, entrevistas e informes sobre la situación en la que se encuentran las mujeres en un país como Venezuela, caracterizado por una crisis humanitaria compleja.