Argentina-Brasil: el partido que nunca fue - Runrun
Argentina-Brasil: el partido que nunca fue

Luciano Castañares 

El pasado domingo 5 de septiembre, los fanáticos fueron testigos de un hecho lamentable para el fútbol, no sólo en Sudamérica, sino a nivel mundial. Lo que tenía que ser un espectáculo, terminó siendo un «papelón», del cual se está buscando un culpable, o quizás, varios.

Para entender en detalle de que se trata toda esta historia, resulta más sencillo ordenar los hechos de manera cronológica

Semanas atrás, desde la Premier League o Liga Inglesa, comunicaron de manera oficial que la propia liga no autorizaba a los futbolistas a competir con sus selecciones en Sudamérica, en el marco de una triple fecha de las Eliminatorias rumbo al Mundial de Qatar 2022. 

Algunos seleccionados no forzaron esta situación, e incluso, los propios futbolistas que se veían envueltos en este inconveniente no representaron a su país con la camiseta nacional.

Las excepciones a este impedimento fueron cuatro futbolistas argentinos: Emiliano Martínez, Cristian Romero, Giovani Lo Celso y Emiliano Buendía, quienes, pese a esta advertencia por parte de sus clubes, tomaron un vuelo rumbo a Sudamérica, precisamente hacia Caracas, Venezuela, para disputar el primer cotejo de los tres que habían por delante. 

Hasta allí, ningún problema y todo en regla. Pero hubo un viaje, pospartido con la Vinotinto, que empezó a complicar la estadía de estos futbolistas en territorio sudamericano. 

Entraron a Brasil sin problema

El viernes 3 de septiembre, a horas de la mañana, la delegación argentina de fútbol aterrizó en el Aeropuerto Guarulhos, de la ciudad de San Pablo, Brasil. En los controles de migraciones no se detectó ningún contratiempo, por eso todo el equipo de trabajo argentino se trasladó hacia el hotel donde realizaría la estadía hasta el compromiso del domingo ante la selección «Carioca».

El sábado, previo a la jornada del compromiso, hubo algunas disconformidades por parte de ANVISA (Agencia Nacional de Vigilancia Sanitaria) por el ingreso al país de los futbolistas argentinos que militan en Inglaterra con sus respectivos clubes.

Este disgusto se debe a que Gran Bretaña es una de las regiones señaladas por el estado brasileño como peligrosa en el marco de la pandemia de COVID-19.

 Por esa consideración, cada viajero que llegue desde ese destino, deberá realizar un aislamiento de 14 días, tal y como lo marca el decreto que dio a luz a mediados de junio. ¿Lo extraño de este punto? La norma rige para cualquier ciudadano, a excepción de los que tengan nacionalidad brasileña.

En la jornada de sábado existió una reunión en el hotel donde se alojaba la delegación argentina, y allí estuvieron presentes miembros de Anvisa, AFA (Asociación del Fútbol Argentino) y CONMEBOL.

En ese encuentro, se llegó al acuerdo de que los cuatro jugadores involucrados, por ser provenientes de Inglaterra y no hacer la debida cuarentena, podrían jugar el compromiso al día siguiente ante Brasil en el Estadio Neo Corinthians. De todos modos, la novela continuó al día siguiente.

Si bien la competencia de las eliminatorias es regulada por el ente mundial del fútbol (FIFA), el organismo que regula el fútbol en Sudamérica también dice presente en esta competencia, y en ese sentido, la propia Conmebol dio el visto bueno para que el partido se llevara a cabo. ¿En que se basó?

Hace meses atrás, Conmebol tuvo charlas con las diferentes confederaciones de fútbol sudamericanas y llegaron al acuerdo de que competencias tales como Copa Libertadores, Copa Sudamericana, Copa América y Eliminatorias se iban a poder desarrollar con una excepcionalidad a las leyes impuestas por los países.

Esa excepción se pudo concretar gracias a la puesta en marcha del «corredor sanitario», donde cada delegación debe respetar ciertos protocolos para no estar en contacto con agentes externos de la propia «burbuja» en las cuales estaban inmersos.

Conmebol dejó sujeta esta pauta a todos los países, a nivel selecciones y clubes, y en caso de que alguna selección o club no pueda acceder a esta excepción por problemas de fuerza mayor de su propio Estado, deberá buscar una nueva sede donde pueda jugar como local.

El domingo 5 de septiembre tenía lugar el clásico sudamericano entre Brasil y Argentina, pero el partido tan solo duró cinco minutos.

Funcionarios de Anvisa y de la Policía Federal ingresaron al campo de juego para interrumpir el compromiso y exigir la inmediata salida del país de los cuatro futbolistas argentinos que «supuestamente» infringían las leyes estipuladas por el Gobierno Nacional.

Ante esta escena, el árbitro venezolano Jair Valenzuela tomó la decisión de suspender el partido.

Ambas selecciones quedaron envueltas en una situación bochornosa, pero claramente la CBF (Confederación Brasilera de Futbol) es la que a priori se ve en desventaja en cuanto a una posible sanción.

¿El motivo? El incumplimiento del acuerdo firmado hace más de un año, el cual habla de estar exentos de las normas sanitarias de cada país. Con las denominadas «burbujas» y bajo presentación oficial de testeos, se puede viajar y competir, y en este caso, las autoridades brasileñas lo impidieron.

¿Culpables? Es difícil encontrar a un culpable o culpables. La CBF debió  haber tomado cartas en el asunto con anterioridad, el ente tenia la potestad de garantizar que el compromiso se hubiese podido disputar sin ningún tipo de inconvenientes.

Todo queda en manos e FIFA. ¿Se vuelve a jugar? ¿Se le da el partido por ganado a Argentina? No queda más que esperar a que Conmebol emita un siguiente comunicado