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Las Cartas Están Echadas

Con esta frase tan manida pero a la vez tan útil en un momento como el que vivimos, me gustaría ofrecer mis últimos comentarios electorales en este espacio de opinión. A horas de abrirse las urnas para que millones de venezolanos votemos para escoger a nuestros próximos parlamentarios a la Asamblea Nacional, queda poco por decir. Estamos en momentos donde ya el material electoral está en los centros y cada candidato junto a sus equipos de campaña, hacen las reuniones para ajustar detalles definitivos aunque seguramente, no faltarán esas últimas caminatas para intentar ganarse la voluntad de alguien y tener así el último pulso de lo que “dice la calle”. Todas las salas situacionales viven ahora un momento de relativa calma, a sabiendas que mañana desde muy temprano y durante todo el día, todo será frenético y atropellado. Así son las elecciones. Sin dudas, el país está a la expectativa.

Creo válido decir que no ha ocurrido ningún evento extraordinario que pueda considerarse como generador de un “fenómeno electoral” de último minuto. Así que, lo que ocurra mañana será el resultado de un largo proceso de meses de incubación: de la aplicación de estrategias políticas, comunicacionales y de movilización por parte de los actores políticos y de lo que, al final de cuentas, yace en el fondo del corazón de los electores que se transformará mañana en una expresión muy concreta: su voto. En efecto, ya las cartas están echadas.

Mi aporte y mis pronósticos

Me parece oportuno decir cuál fue mi rol en esta campaña: En estos casi nueve meses de jornada electoral, junto a un distinguido equipo de profesionales y distinguidos venezolanos, me di a la tarea de colaborar con diversos candidatos a los que se les ofreció soporte de investigación cuantitativa y propuestas estratégicas en muchas zonas del país. Nuestro trabajo y nuestras modestas recomendaciones afortunadamente pudieron llegar a oídos de equipos de campañas en Anzoátegui, Barinas, Bolívar, Carabobo, Distrito Capital, Falcón, Lara, Mérida, Nueva Esparta, Trujillo, Vargas y Yaracuy. Independientemente de lo que ocurra y de la receptividad o no que tuvimos en algunas zonas a diferencia de otras, me siento muy orgulloso de ese esfuerzo y de haber pertenecido a ese equipo. Pudimos colaborar así fuese con muy poco. Lo que más me enorgullece es que ese aporte lo hicimos sin solicitar nada a cambio. La idea fue simplemente ésa: colaborar desinteresadamente por el bien de este país.

Sobre la campaña y su conducción, he comunicado algunas opiniones. Sé que algunos escenarios que he mencionado son indeseables porque soy el primero que desearía equivocarme, pero profesionalmente estoy obligado a considerar varias posibilidades. En todo caso, mi intención fue sugerir varios futuros posibles alternativos, porque en política, planificar para un único futuro posible es además de voluntarismo, jugar a la ruleta rusa.

También he dado algunos pronósticos sobre la base de la información a la que he tenido acceso y a través mi twitter, intenté aportar mayores elementos para dejar saber si esas condiciones se mantenían o cambiaban, claro está, de acuerdo a mi esquema de análisis del cual soy el único y absoluto responsable. Veremos qué sucede. Como no deseo que usted se quede sólo con mi criterio, lo invito a que sistematice el suyo propio.

¿Cómo evaluar estas elecciones de 2010?:

Por lo pronto quisiera dejarle a usted estimado lector, un pequeño cuestionario que le servirá de base para que haga su propia evaluación política de este proceso electoral. Estimo, humildemente, que la guía que presento está constituida por elementos clave que definitivamente impactarán el resultado de mañana, ya sea hacia un lado o el otro. Hágase las preguntas y después de tener su respuesta clara, haga su balance: ¿quién salió mejor?, ¿quién salió peor?

  • ¿Qué bando político estuvo más articulado? ¿Cuál de las fuerzas en pugno presentó mejores candidatos?
  • ¿Quién desarrolló la mejor estrategia electoral?
  • ¿Cuál de los bandos cometió más errores?, ¿Cuál de los bandos aprovecho mejor los errores del adversario?, ¿Cuál de los bandos desaprovechó los errores del adversario?
  • ¿Quién aprovecho mejor el tiempo disponible a su favor?
  • ¿Qué bando le habló mejor a los indecisos? ¿Cuál de las opciones políticas le supo hablar mejor y persuadir al país que se encuentra en el medio?
  • ¿Quién tuvo el mejor mensaje? ¿Hubo algún mensaje claro?
  • ¿Quién desarrolló el mejor esquema de comunicación para desarrollar ese mensaje?
  • ¿Quién está más organizado para movilizar a sus electores?
  • ¿Quién está en mejor capacidad para tener presencia en las mesas electorales y permanecer el tiempo que sea necesario para defender la voluntad expresada en las urnas?

Finalmente:

  • ¿Esta campaña fue en realidad una contienda entre candidatos o un plebiscito sobre la figura presidencial? ¿A quién le convenía más que ocurriera una cosa o la otra?

Haga su análisis y consérvelo para los días posteriores. Espero le sea útil. Por supuesto, ya el lunes o el martes emitiré mis juicios y contrastaré lo dicho con lo ocurrido. Ya habrá tiempo suficiente para discutir. Por ahora, tomando en consideración lo que significa esta elección para el futuro de este país, lo invito a que en la intimidad haga un examen de conciencia y piense muy bien su voto. Mañana, muy temprano, ejerza su derecho y decida.

Sigo a sus órdenes en las próximas horas a través de mi cuenta en Twitter @gedgard

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Con esta frase tan manida pero a la vez tan útil en un momento como el que vivimos, me gustaría ofrecer mis últimos comentarios electorales en este espacio de opinión. A horas de abrirse las urnas para que millones de venezolanos votemos para escoger a nuestros próximos parlamentarios a la Asamblea Nacional, queda poco por decir. Estamos en momentos donde ya el material electoral está en los centros y cada candidato junto a sus equipos de campaña, hacen las reuniones para ajustar detalles definitivos aunque seguramente, no faltarán esas últimas caminatas para intentar ganarse la voluntad de alguien y tener así el último pulso de lo que “dice la calle”. Todas las salas situacionales viven ahora un momento de relativa calma, a sabiendas que mañana desde muy temprano y durante todo el día, todo será frenético y atropellado. Así son las elecciones. Sin dudas, el país está a la expectativa.

Creo válido decir que no ha ocurrido ningún evento extraordinario que pueda considerarse como generador de un “fenómeno electoral” de último minuto. Así que, lo que ocurra mañana será el resultado de un largo proceso de meses de incubación: de la aplicación de estrategias políticas, comunicacionales y de movilización por parte de los actores políticos y de lo que, al final de cuentas, yace en el fondo del corazón de los electores que se transformará mañana en una expresión muy concreta: su voto. En efecto, ya las cartas están echadas.

Mi aporte y mis pronósticos

Me parece oportuno decir cuál fue mi rol en esta campaña: En estos casi nueve meses de jornada electoral, junto a un distinguido equipo de profesionales y distinguidos venezolanos, me di a la tarea de colaborar con diversos candidatos a los que se les ofreció soporte de investigación cuantitativa y propuestas estratégicas en muchas zonas del país. Nuestro trabajo y nuestras modestas recomendaciones afortunadamente pudieron llegar a oídos de equipos de campañas en Anzoátegui, Barinas, Bolívar, Carabobo, Distrito Capital, Falcón, Lara, Mérida, Nueva Esparta, Trujillo, Vargas y Yaracuy. Independientemente de lo que ocurra y de la receptividad o no que tuvimos en algunas zonas a diferencia de otras, me siento muy orgulloso de ese esfuerzo y de haber pertenecido a ese equipo. Pudimos colaborar así fuese con muy poco. Lo que más me enorgullece es que ese aporte lo hicimos sin solicitar nada a cambio. La idea fue simplemente ésa: colaborar desinteresadamente por el bien de este país.

Sobre la campaña y su conducción, he comunicado algunas opiniones. Sé que algunos escenarios que he mencionado son indeseables porque soy el primero que desearía equivocarme, pero profesionalmente estoy obligado a considerar varias posibilidades. En todo caso, mi intención fue sugerir varios futuros posibles alternativos, porque en política, planificar para un único futuro posible es además de voluntarismo, jugar a la ruleta rusa.

También he dado algunos pronósticos sobre la base de la información a la que he tenido acceso y a través mi twitter, intenté aportar mayores elementos para dejar saber si esas condiciones se mantenían o cambiaban, claro está, de acuerdo a mi esquema de análisis del cual soy el único y absoluto responsable. Veremos qué sucede. Como no deseo que usted se quede sólo con mi criterio, lo invito a que sistematice el suyo propio.

¿Cómo evaluar estas elecciones de 2010?:

Por lo pronto quisiera dejarle a usted estimado lector, un pequeño cuestionario que le servirá de base para que haga su propia evaluación política de este proceso electoral. Estimo, humildemente, que la guía que presento está constituida por elementos clave que definitivamente impactarán el resultado de mañana, ya sea hacia un lado o el otro. Hágase las preguntas y después de tener su respuesta clara, haga su balance: ¿quién salió mejor?, ¿quién salió peor?

  • ¿Qué bando político estuvo más articulado? ¿Cuál de las fuerzas en pugno presentó mejores candidatos?
  • ¿Quién desarrolló la mejor estrategia electoral?
  • ¿Cuál de los bandos cometió más errores?, ¿Cuál de los bandos aprovecho mejor los errores del adversario?, ¿Cuál de los bandos desaprovechó los errores del adversario?
  • ¿Quién aprovecho mejor el tiempo disponible a su favor?
  • ¿Qué bando le habló mejor a los indecisos? ¿Cuál de las opciones políticas le supo hablar mejor y persuadir al país que se encuentra en el medio?
  • ¿Quién tuvo el mejor mensaje? ¿Hubo algún mensaje claro?
  • ¿Quién desarrolló el mejor esquema de comunicación para desarrollar ese mensaje?
  • ¿Quién está más organizado para movilizar a sus electores?
  • ¿Quién está en mejor capacidad para tener presencia en las mesas electorales y permanecer el tiempo que sea necesario para defender la voluntad expresada en las urnas?

Finalmente:

  • ¿Esta campaña fue en realidad una contienda entre candidatos o un plebiscito sobre la figura presidencial? ¿A quién le convenía más que ocurriera una cosa o la otra?

Haga su análisis y consérvelo para los días posteriores. Espero le sea útil. Por supuesto, ya el lunes o el martes emitiré mis juicios y contrastaré lo dicho con lo ocurrido. Ya habrá tiempo suficiente para discutir. Por ahora, tomando en consideración lo que significa esta elección para el futuro de este país, lo invito a que en la intimidad haga un examen de conciencia y piense muy bien su voto. Mañana, muy temprano, ejerza su derecho y decida.

Sigo a sus órdenes en las próximas horas a través de mi cuenta en Twitter @gedgard

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