Fondo representado por Ricardo Cisneros adquiere mayoría accionaria de Corimon - Runrun
Fondo representado por Ricardo Cisneros adquiere mayoría accionaria de Corimon
La operación permitirá la recapitalización de la empresa e incluye una oferta pública a los accionistas minoritarios que tendrán 30 días para vender a los mayoritarios a un precio de $0,20 por acción

@vsalmeron

Corimon, grupo emblemático en el sector industrial venezolano, que cuenta con dos mil trabajadores, las marcas de pinturas Montana y Sherwin Williams, junto a filiales en los negocios de empaques, resinas, brochas y rodillos; activó un plan para fortalecerse y permanecer en el mercado.

 El fondo 3B1 Guacamaya, representado en Venezuela por Ricardo Cisneros, comprará la mayoría accionaria y se estima que controlará alrededor de 60% de la compañía y el resto permanecerá en manos de los actuales propietarios liderados por Carlos Gill o los accionistas minoritarios que no deseen desprenderse de sus acciones.

Ricardo Cisneros es miembro de la familia que por años controló importantes negocios en el país en el sector industrial, telecomunicaciones y tiendas por departamentos, entre otros.

La Superintendencia Nacional de Valores aprobó una oferta pública donde los accionistas mayoritarios de Corimon, a través de la empresa Inversiones Tulipan, intentarán comprar las acciones en manos de los accionistas minoritarios al precio de 0,20 centavos de dólar por acción.

Pero el pago será en bolívares, de acuerdo al tipo de cambio publicado por el Banco Central de Venezuela el día de cierre de la oferta.

Los accionistas minoritarios poseen 14 millones 128 mil acciones y tendrán treinta días hábiles bursátiles para aceptar la oferta a partir del próximo tres de mayo. La oferta será administrada por Merinvest, la casa de bolsa del Grupo Mercantil.

El paquete de acciones en manos de los accionistas minoritarios representa alrededor de 9,42% del total accionario de Corimon. El fondo Guacamaya adquirirá alrededor de dos tercios de este paquete de acciones.

 La capitalización

Fuentes explican que con la entrada del fondo Guacamaya, Corimon recibirá una inyección de capital que estará entre cinco y diez millones de dólares que tienen como objetivo principal garantizar la estabilidad de los trabajadores y activar un relanzamiento en el mercado venezolano.

Debilitada por seis años consecutivos de recesión que han reducido el tamaño de la economía a menos de la mitad, la industria venezolana intenta adaptarse a una fuerte caída de la demanda y a un consumidor empobrecido.

De acuerdo a cifras de Conindustria en promedio las empresas utilizan apenas 20,5% de su capacidad instalada versus 80% en Colombia y 61% en Argentina. No obstante, obligado por las circunstancias, Nicolás Maduro alienta una apertura de la economía que oxigena algunos sectores.

La mayoría de las leyes aprobadas para maniatar al mercado siguen vigentes, pero en la práctica, el mandatario venezolano está enterrando la ilusión en el socialismo del siglo XXI: no hay regulación de precios, el dólar circula libremente, hay incentivos para las exportaciones y la agenda del gobierno contempla la privatización de empresas públicas.

En este contexto Venezuela se ha vuelto un país apetecible para fondos que invierten en países riesgosos en búsqueda de altos rendimientos o que buscan posicionarse a bajos precios ante la expectativa de un rebote de la economía.

Este proceso, al que se suma Corimon, comenzó en noviembre de 2020 cuando Cargill, la multinacional estadounidense productora de alimentos, vendió sus plantas en Venezuela de harina, aceites, grasas y pastas al fondo Phoenix Global Investment y al grupo local Puig.