Cómo te beneficiará el capitalismo popular por Ángel García Banchs
Si eres buhonero o trabajador de la economía informal, te beneficiarás porque el capitalismo popular te formalizará: tendrás acceso a microcréditos y servicios públicos, tales como seguridad personal y jurídica, alumbrado, aguas blancas y negras, capacitación técnica (elemental) para el manejo financiero y contable de tu negocio, facilidad para la constitución de empresas y microempresas (mediante la taquilla única), eso sí, a cambio de que pagues impuestos y contribuyas a tu propia seguridad social. Lamentablemente, no disponemos acá del espacio para explicar cómo se lograría todo. Pero, sólo por dar un ejemplo, tu acceso a microcréditos le interesa a la banca privada, que tan sólo ha manifestado requerir la información de tus records de pago de servicios, como el gas o la electricidad (para saber cuán cumplido eres, y poder prestarte; lógico, sólo si pasas a formar parte de la economía formal).
Igualmente, si eres comerciante, por ejemplo, el capitalismo popular te garantizará que el Estado, en vez de producir cemento, cabillas, o arepas, se dedicará plenamente a producir bienes públicos claves, como la seguridad (para que no te atraquen o te maten), salud (para que puedas contar con hospitales públicos, superiores a clínicas privadas), educación y capacitación gratuita (para que tú y tus empleados estén bien preparados para el trabajo y el manejo de los negocios), y seguridad jurídica (para que si tú o tu empresa tiene una disputa, puedas resolverla en cuestión de meses; así, se respetarán los contratos, y pasaremos de una sociedad de la mala fe a una de la buena fe, paso fundamental para generar confianza y desarrollar el crédito). De lo anterior, también se beneficiarán los jóvenes y los emprendedores.
Si eres, por ejemplo, un médico, maestro, profesor universitario, ingeniero, economista, o, en fin, un profesional o técnico, te beneficiarás, porque en el capitalismo popular las remuneraciones irán en línea con tu productividad, esfuerzo, mérito y años de estudio. Quien más se esfuerce y más estudie más ganará en el capitalismo popular. Pero, eso sí, el Estado en el capitalismo popular garantizará que las escuelas y los liceos públicos sean mejores que los privados (los mejores maestros y profesores terminarán trabajando en las escuelas públicas por las mejores remuneraciones y beneficios), además de garantizar los incentivos económicos y de otra índole para que todas las madres prefieran enviar a sus hijos a las escuelas, en lugar de enviarlos a la calle a trabajar, pedir o, peor aún, delinquir. En el capitalismo popular, el Estado garantizará que: decidir ser un profesional o técnico no dependa de si se nace rico o pobre; de igual forma, que quien llegue a la universidad sea aquel que se esfuerce; y así, que quien lave el toilet en la sociedad no sea el pobre, sino quien, a pesar de haber contado con la oportunidad, haya decidido desaprovecharla.
Más aún, los jóvenes, los emprendedores, los profesionales y los técnicos se beneficiarán del capitalismo popular, porque el modelo de reparto rentístico que requiere del desempleo y subempleo como base político-clientelar se acabará, facilitando no sólo que, en general, se consigan puestos de trabajo (objetivo de pleno empleo productivo), sino, también que, en específico, el profesional y técnico consiga uno en su área de formación (objetivo de asignación eficiente).
Lamentablemente, por motivos de espacio no puedo extenderme mucho más. Pero, a juzgar por lo conversado con María Corina, en el capitalismo popular se contemplaría el diseño y ejecución de políticas específicas para lidiar con los problemas puntuales que, hoy día, enfrentan las mujeres, los gremios, los extranjeros de distintas nacionalidades, los jubilados y pensionados, los empleados públicos y los consejos comunales.
Si el capitalismo moderno implica acumulación de capital para producir, generar riqueza y satisfacer necesidades materiales y, por qué no también, hasta parte de las emocionales, el capitalismo popular implica, en un marco de instituciones y preocupación por lo ético, hacer llegar la acumulación de saberes, salud, libertades y riqueza al ciudadano de a pie, en vez de sólo a pequeñas burguesías bajo protección del Estado. El capitalismo popular, bajo esta perspectiva, implica la potenciación de las libertades y capacidades del individuo y de los hogares, de forma tal de que el ciudadano deje de depender del Estado y sea un problema de su propia elección determinar hasta dónde quiere llegar.
Ángel García Banchs
@garciabanchs