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Si nos pela el chingo, nos agarra el 2016 por Francisco J. Quevedo

Francisco J. Quevedo
Hace 9 años

EconomíaVenezolana0

 

Si el Gobierno le diera una patada a las mesas electorales, lo que nos viene es “candanga con burundanga”. Pero, aún si reconociera la voluntad del pueblo el 6-D, el legado de Maduro será una herencia tan mala como su gestión.

Con los precios del petróleo en declive, y sin mayores perspectivas de alza, con vencimientos de deuda que se llevarían al menos dos tercios de las Reservas Internacionales del BCV, el panorama económico y cambiario para 2016 luce sombrío. Ahora, si no hubiere un cambio en la conducción, o –por lo menos– rectificación en la manera como se conduce el país, el pronóstico pasaría de sombrío a catastrófico. Súmesele la conflictividad mundial y lo que puede significar una incómoda, si no traumática transición política, y pareciera que el año que viene, tras el 6-D, si nos pela el chingo, nos agarra el sin nariz.

Con un barril de petróleo por debajo de US$ 35 y exportaciones que no pasan de 1.800.000 barriles diarios, aún si se cobraran todas, es decir, si Cuba pagara, y si China no se llevara la inmensa tajada hipotecada por Chávez, los ingresos de divisas no deben superar los US$ 23 millardos en 2016. Los vencimientos de deuda, esos que tienen a la Tesorería de PDVSA dando carreras para canjear bonos por plazos más cómodos, superan los US$ 10 millardos. Esto quiere decir que quedarían solo US$ 13 millardos para cubrir las importaciones que no bajarán de US$ 31 millardos, pese a los recortes. Imposible pagarlo todo sin quemar las reservas internacionales que rayan apenas US$ 14 millardos hoy.

Es decir, para importar como se viene haciendo, aún con esos ajustes sobre el 60% que se han aplicado desde 2014, y para pagar la deuda a la vez, tendríamos que quemar las Reservas Internacionales, y todavía quedaríamos con un hueco de US$ 4 millardos en las arcas del Banco Central de Venezuela. Estamos como la cabra que parió tres. Uno tiene que quedar por fuera para turnarse. ¿Serán los viajeros, más recortes a los “cupos Cadivi”? ¿Serán los proveedores, más deudas? ¿Serán las aerolíneas, más boletos en dólares? Quizás todos paguemos los platos rotos.

No hay forma ni manera de mantener las importaciones y los cupos de viajero, de pagar la creciente deuda con la Zona Libre de Panamá y demás proveedores internacionales, de seguirle fiando a Cuba y Petrocaribe, de pagarle al Fondo Chino (con crudo) y atender el servicio y vencimientos de la deuda externa en 2016, menos aún de seguir prometiendo o haciendo inversiones petroleras y hoteleras en Antigua y Barbuda, Saint Vincent y las Granadinas, etc., etc., sin un auxilio de Dios que no se vislumbra en el horizonte.

La Opep ha indicado que no alterará las cuotas de producción, por lo cual Maduro no tendrá la suerte de Chávez (deberíamos colocarle comillas a eso…), los precios del crudo no proveerán auxilio, y mientras se mantenga una postura ideológica que de lógica no tiene nada, el Fondo Monetario Internacional tampoco. Y mientras el FMI no provea garantías, tampoco la banca internacional pondrá su dinero en riesgo. Solo quedan los chinos que más bien exigen un millón de barriles diarios para salir del mono rapidito, y la reingeniería financiera, si es que la banca accede a canjear los bonos que se vencen.

No en vano Barclay’s estima la probabilidad de “default” en un 77%, y Eurasia Group la ubica en 60%. ¡Es que los números no cuadran! Súmesele la ineptitud y el robo, y todo dice que en 2016 andaremos como mocho volando papagayo…

 

 

@qppasociados

 

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