Si bien falta más de un año para que se realicen las elecciones presidenciales en Venezuela, aunque no sabemos aún si se mantendrá el cronograma electoral clásico, considero importante visualizarnos en la trascendencia internacional que tendrán dichos comicios. La cobertura de medios y agencias internacionales para ese momento será histórica, me atrevería a afirmarlo desde ahora. Considero que el interés y atención que generará nuestro país en el mundo no debemos menospreciarla ni subestimarla. Para ese entonces, el presidente Chávez habrá gobernado por 14 años en donde ha convertido a Venezuela en uno de los países más inseguros del planeta, con la inflación más alta de América Latina, con la libertad de expresión limitada y con permanentes violaciones a nuestros derechos sin respetar la ley ni las insituciones. Para muchos venezolanos representa la luz al final del túnel, representa el comienzo de una mejor Venezuela con miras en el progreso, la soberanía, la solidaridad, la democracia y la prosperidad.
En ese sentido, se debe realizar un esfuerzo diplomático para que los gobiernos del mundo sepan lo que nos estamos jugando los venezolanos. Evidentemente, existen intereses a través de acuerdos y convenios que obligarán a varias naciones a apostar por la revolución para seguirse beneficiando. Tales son los casos de Cuba, Ecuador, Nicaragua, Bolivia e Irán, principalmente. Sin embargo, países de influencia en la región como Brasil, Chile y México, son determinantes para dar a conocer aún más lo que ocurrirrá en 2012 y que sientan la confianza, como cualquier otra nación, que “soplan nuevos vientos” y habrá mayor estabilidad para invertir en Venezuela y construir relaciones verdaderamente de Estado y no ideológicas.
Tampoco se deben olvidar a los cientos de miles de venezolanos que viven en el exterior para que se registren y puedan participar en las elecciones. Este país también es de ellos y con condiciones favorables, seguro serán muchos los que volverán. La presencia de observadores internacionales, así como esa cobertura histórica que hacía mención al principio, deben garantizarse y evitar cualquier maniobra gubernamental para que el mundo no se entere como los venezolanos en un ejercicio democrático que llevará sus obstáculos eligirá a un nuevo jefe de Estado. El mundo debe saberlo desde ahora