Armados hasta los dientes por @TomasHHR
Bajo la excusa de un posible ataque del imperio, el gobierno venezolano ha decido armarse hasta los dientes. Hace casi dos años la justificación de la compra de armas era el conflicto con Uribe y la base militar americana ubicada en Colombia. En aquella oportunidad el mandatario venezolano declaró impulsivamente lo siguiente: “Nosotros estamos preparándonos y vamos a seguir preparándonos para defender la soberanía sagrada de Venezuela y para defender la revolución bolivariana de las agresiones imperialistas. La obligación de los integrantes del Partido Socialista es participar en la organización de grupos de combate”. Y añadió preocupantemente que: “Todo eso requiere ir organizando los soldados que van a manejar, que van a disparar, pero no como hobby , la idea es organizar cuerpos de combatientes de campesinos”.
La idea de que militantes de un partido se armen para defender a una persona es tan peligroso como arriesgado. En un país socialmente polarizado y que atraviesa además una fuerte recesión económica, hablar de milicia y de la defensa de la revolución puede desencadenar un caos social incontrolable.
Si esto fuera pura retórica podríamos pasarlo por alto, pero: ¿De verdad están llegando armas de guerra a Venezuela? Lamentablemente y preocupantemente es cierto.
Venezuela recibió hace algunos días un total de 35 tanques rusos T-72B1 a bordo del buque ‘Sluisgratch’ y fueron descargados en Puerto Cabello. Según la agencia de noticias rusa RIA Novosti , la versión del tanque T-72 que adquirió Venezuela fue construida a mediados de los 1980 y su armamento incluye un cañón de 125 mm de ánima lisa 2A46M/ D-81TM, una ametralladora coaxial PKT de 7,62 mm y una ametralladora antiaérea NSVT de 12,7 mm.
Pero no sólo han llegado tanques que se va a usar en el desfile del 5 de Julio sino que también han llegado 16 vehículos blindados de combate de infantería BMP-3; 32 vehículos blindados de transporte de personal anfibios BTR-80A; 24 lanzacohetes móviles 9K51 BMP-21 Grad con un alcance de hasta 40 km; 4 vehículos blindados de observación para unidades de artillería y 13 morteros autopropulsados 2S23 Nona-SVK de 120 mm montados en vehículos blindados.
Es natural que después de leer estas líneas no persignemos tres veces y nos preguntemos: ¿Para que se compran armas de guerra si no estamos en conflicto?
Esa pregunta tiene infinitas respuestas de las cuales se derivan cientos de teorías conspirativas. Aunque teniendo Venezuela la inflación más alta de América Latina y una inseguridad descontrolada que azota a todos sus habitantes sin importar su tendencia política, podemos coincidir que los 2.200 millones de dólares que se han gastado en armas en los últimos años han podido ser destinados a verdaderas prioridades, ¿no creen?
Lo cierto es que esta nueva ofensiva del gobierno venezolano preocupa en dos niveles. Es inevitable que Colombia y Brasil pasen por alto el capricho del mandatario venezolano, más aun cuando las armas ya están en Venezuela. Y a nivel nacional la preocupación es obvia; si la Fuerza Armada Nacional, que ha jurado lealtad al presidente Chávez y no a la constitución, decide cumplir al pie de la letra su palabra, ¿Cuando se elija al nuevo presidente en el 2012, apuntarán esas armas al pueblo venezolano?
No desarrollé el peor de los casos, que es aquel que indica que las armas de guerra van a terminar en manos de militantes del PSUV y en manos de la milicia bolivariana. De ser ese el caso Venezuela atravesaría por días oscuros de caos y anarquía. ¡Ojo! Eso no lo estoy inventando yo, eso lo ha expresado claramente el presidente venezolano.
De tal manera que para aquellos venezolanos que no formamos parte de las filas del PSUV o de alguna milicia bolivariana, hechos como este nos deben obligar a trabajar sin descanso por una salida pacífica y democrática del actual gobierno. De lo contrario, que Dios nos agarre confesados…
Tomas Horacio Hernandez
Twitter: @TomasHHR