El Rey Felipe VI expresa su “pleno respeto a la independencia del poder judicial”
La Casa del Rey ha manifestado hoy, tras conocer el procesamiento de la infanta Cristina y el deseo del fiscal de recurrir esa decisión del juez Castro su “pleno respeto a la independencia del Poder Judicial”. Ni una palabra más ni una palabra menos para valorar el primer obstáculo de Felipe VI a solo seis días de su proclamación.
El Rey, que prometió que la Corona observará “una conducta íntegra, honesta y transparente” en su primer discurso como Monarca, el pasado jueves, afronta hoy el primer examen al prestigio de la Monarquía.
Desde la imputación, en diciembre de 2011, de Iñaki Urdangarin en el caso Nóos, La Zarzuela ha mantenido distintas reacciones según evolucionaba la instrucción. No hubo comentarios sobre el auto de imputación del marido de la Infanta, aunque el jefe de la Casa del Rey, entonces Rafael Spottorno, acababa de calificar su comportamiento de “no ejemplar” y por tanto, no apto para seguir participando en actos oficiales de la familia real. No obstante, en abril de 2013, cuando la imputada fue doña Cristina, La Zarzuela sí se permitió valorar el auto del juez Castro para manifestar su “sorpresa” por el cambio de criterio del magistrado, que en anteriores ocasiones había rechazado imputarla, y a la vez su apoyo a la decisión del fiscal de recurrir, destacando, además, “su imparcialidad”. Aquellas declaraciones se tomaron como una injerencia, por eso, cuando el pasado enero la Infanta volvió a ser citada a declarar como imputada, decidieron ceñirse al “respeto a las decisiones judiciales”. Ni una línea más para “evitar malinterpretaciones”.
Finalmente, doña Cristina prestó declaración como imputada durante más de seis horas el pasado 8 de febrero tras bajar en coche la llamada cuesta de la vergüenza y recorrer los últimos pasos hasta el juzgado de Palma con una imperturbable sonrisa. Ningún miembro de La Zarzuela la acompañó entonces, siguiendo la estrategia diseñada por el entonces jefe de la Casa del Rey, el diplomático Rafael Spottorno, para tratar de aislar a la Corona del escándalo. La infanta no participaba en ningún acto oficial de la familia real ni recibía, por tanto, la asignación económica para ello, desde diciembre de 2011.
Los duques de Palma no encajaron bien esa táctica de aislamiento, según fuentes de su entorno, por considerarla injustificada y una condena por adelantado. Ahora, como ha explicado La Zarzuela, con el nuevo Monarca doña Cristina ya no forma parte de la familia real, reducida desde el pasado jueves a don Juan Carlos, doña Sofía, don Felipe, doña Letizia, y sus dos hijas. El nuevo Rey ha sido además tajante en este asunto. Los casos de corrupción “le duelen y le cabrean mucho”, afirma un exempleado de La Zarzuela. Y el que afecta a su familia no es distinto. Desde que estalló el escándalo ha evitado los encuentros públicos con su hermana, a la que antes estaba muy unido.
El caso Nóos ha provocado una permanente tensión entre la institución y la familia. La Corona, según todas las encuestas, no ha logrado remontar el nivel de popularidad previo al escándalo de corrupción que ahora afecta a la hermana del Rey. Durante la instrucción, la Infanta no se planteó ni el divorcio ni la renuncia a sus derechos en la línea de sucesión al trono, gestos que, según fuentes de La Zarzuela, y de haberse producido al principio de la investigación, podrían haber ayudado a minimizar daños.
La instrucción llega a su fin, pero “el martirio”, como se refirió en repetidas ocasiones Spottorno al caso Nóos, continúa.