Durante muchas décadas, la polÃtica fiscal en América Latina ha amplificado las fluctuaciones económicas: los gobiernos han apretado las riendas fiscales durante las recesiones y han aumentado el gasto durante los booms. Esto contrasta marcadamente con lo sucedido en las economÃas avanzadas, donde la polÃtica fiscal generalmente ha suavizado el ciclo, estimulando la actividad durante las recesiones y retirando el estÃmulo durante los booms, o al menos se ha mantenido neutral.
Sin embargo, en los últimos años, se han observado indicios alentadores de que los paÃses de América Latina han comenzado a revertir esta tendencia, y las polÃticas fiscales han jugado un papel más estabilizador. De hecho, algunos paÃses pudieron utilizar el estÃmulo fiscal durante la crisis financiera mundial.
¿Se mantendrá esta tendencia de manera permanente? ¿Es algo positivo? En nuestro último informe Perspectivas económicas: Las Américas examinamos la relación entre la polÃtica fiscal y el ciclo económico en América Latina en su conjunto y en distintos paÃses.
Un historial de auges y caÃdas
América Latina ha experimentado muchos altibajos económicos durante las últimas décadas. Algunos factores externos, especialmente las fluctuaciones de las condiciones financieras internacionales y de los precios de las materias primas, generalmente han sido importantes. Pero la polÃtica interna también ha jugado un papel. La polÃtica fiscal, en particular, ha contribuido históricamente a la volatilidad económica en lugar de reducirla. Esto se debe a que la fácil disponibilidad de fondos durante perÃodos de expansión económica frecuentemente condujo a los gobiernos a aumentar el gasto público, echando leña al fuego y provocando un sobrecalentamiento de las economÃas. Y a la inversa, cuando las economÃas entraron en recesión o experimentaron una frenada brusca en las entradas de capitales, los gobiernos tuvieron que recortar el gasto y/o aumentar los impuestos, agravando el perÃodo contractivo.
Indicios de mejora
Los resultados de nuestro análisis de regresión confirman que la polÃtica fiscal en América Latina durante las últimas décadas ha sido, en promedio, procÃclica, es decir, expansiva en los booms y contractiva en las recesiones. Sin embargo, estos resultados son promedios entre paÃses y perÃodos, de manera que nuestro estudio profundiza el análisis y examina las polÃticas adoptadas por los diferentes gobiernos en distintos momentos.
Utilizando datos a nivel de paÃs, observamos en la mayorÃa de los casos resultados estadÃsticamente no significativos debido al pequeño número de observaciones útiles. Esto significa que no podemos concluir con certeza cuál fue el comportamiento especÃfico de la polÃtica fiscal de un paÃs a lo largo del ciclo económico.
Aun asÃ, cuando examinamos la evolución de la polÃtica fiscal (analizamos la polÃtica antes y después de 2005), encontramos evidencia de que Brasil, Chile, Colombia, El Salvador y México se han movido hacia una polÃtica fiscal menos procÃclica; en otras palabras, es menos probable que antes que contribuya a la volatilidad económica.
Pero persisten desafÃos
¿Persistirá este movimiento hacia una polÃtica fiscal más estabilizadora? La prueba de fuego para una polÃtica contracÃclica siempre llega cuando las economÃas se han recuperado plenamente y es hora de retirar el estÃmulo anterior, algo que por el momento los gobiernos en América Latina no parecen tener mucha prisa por hacer. De hecho, puede ser muy difÃcil desde el punto de vista polÃtico endurecer la orientación fiscal, incluso en momentos en que el desempleo se sitúa en mÃnimos históricos, cuando aún quedan pendientes importantes necesidades sociales.
Y sin embargo, si no se mantienen posiciones fiscales sólidas en las buenas épocas, será difÃcil repetir un estÃmulo eficaz en la próxima recesión, sobre todo porque muchos paÃses de América Latina todavÃa mantienen elevados niveles de deuda pública (Grafico 2). Esto subraya la necesidad de que las finanzas públicas gocen generalmente de buena salud para permitir la adopción de una polÃtica contracÃclica.
En esta misma lÃnea, si bien el estÃmulo fiscal puede ser útil durante un perÃodo contractivo, debe ser reversible o de duración limitada. Si el aumento del gasto es de carácter estructural, como la contratación permanente de funcionarios públicos, será mucho más difÃcil reajustar la orientación de la polÃtica cuando la economÃa se recupere.
Implicaciones para la formulación de polÃticas
Sigue siendo un tema polémico determinar hasta qué punto debe utilizarse activamente la polÃtica fiscal para suavizar los ciclos económicos. Sin embargo, está bastante claro que debe evitarse la aplicación de una polÃtica procÃclica. Por lo tanto, mantener una posición fiscal más sólida en épocas de bonanza permitirá crear espacio para implementar medidas de estÃmulo, o por lo menos evitar la necesidad de aplicar una polÃtica contractiva, cuando se produzcan shocks económicos negativos.
Para seguir avanzando hacia una polÃtica fiscal estabilizadora, algunos paÃses también deberÃan considerar la implementación de cambios estructurales. Las reglas fiscales, por ejemplo, pueden ayudar, especialmente si están diseñadas para evitar desbalances permanentes de la polÃtica fiscal. La clave, sin embargo, es tener la previsión suficiente para ver que la prudencia con la que actuemos hoy protegerá la prosperidad de mañana.
Alexander Klemm