Es el momento de escucharnos por Henrique Capriles Radonski
En estos días hemos estado recordando como en el año 2009, por cuestiones politiqueras y partidistas, un grupo de personas usaron la fuerza de las armas y el poder para sacar a la Policía de Miranda de su sede en Curiepe. Y eso fue sólo un botón de todo lo que venía sucediendo en nuestro estado durante ese año, después de que le ganamos la elección al protegido del oficialismo.
Y es que en Venezuela llevamos 15 años de división e insultos, con un gobierno que en vez de solucionar los problemas más importantes de la gente, siempre busca a quien echarle la culpa y meter la cabeza debajo de la tierra como el avestruz, pensando que quizás así los venezolanos no se darán cuenta de que el principal responsable de los problemas más de importantes del país, como la inseguridad, es el mismo gobierno.
Y con un comportamiento similar, de división y fanatismo, muchos empezaron a criticar el hecho de que quienes lideramos la Unidad hemos ido a reuniones con el gobierno para abrir un diálogo honesto y transparente que nos permita avanzar en los problemas claves que estamos padeciendo los venezolanos. Yo fui a Miraflores esperando un debate sincero para resolver el problema de la inseguridad, porque para mi la seguridad de los venezolanos está por encima de cualquier diferencia política e iré a donde sea para combatir la violencia que cada día enluta más familias en nuestro país y que ha impulsado un éxodo de venezolanos, en su mayoría jóvenes, que se van a otros países buscando las oportunidades y la tranquilidad que en su país no tienen.
Pero el gobierno en vez de buscar soluciones y evitar que eso siga sucediendo, prefiere buscar culpables y se encarga siempre de señalar a Miranda y en el caso de la inseguridad acusa a nuestros policías. Cuando la verdad es que nuestro estado representa el 10% de la incidencia delictiva del país, y ellos esconden el otro 90%, pero ¿qué hay de ese otro 90%? Todos los estado requieren apoyo y una solución al problema de la violencia, en el que el Estado es el principal responsable.
La violencia no se acaba con parcialidades políticas, no se acaba con politiquerías. Y tampoco podemos pensar que la violencia es sólo un tema policial, que se resuelve enviando más policías a la calle. El año pasado se batió el record de policías asesinados en manos del hampa ¿y quien cuida a los policías? ¿dónde están las autoridades que tienen responsabilidad de velar por los policías?. Llegará un punto en el que nadie quiera ser policía porque no se les garantiza recursos ni equipos… ni justicia.
Porque la violencia es también un problema de los tribunales porque si el funcionario hace el procedimiento tal y cómo lo indica la ley, y por el contrario el tribunal no hace su trabajo ¿de quién es la culpa?. Nosotros en Miranda presentamos a todos los detenidos a las autoridades competentes y resulta que, por ejemplo en el 2013, el 66% de los detenidos salieron a las calles otra vez. Entonces, ¿la culpa es de los funcionarios policiales?. No, la culpa es de esos jueces y fiscales que no hacen lo que tienen que hacer.
A los funcionarios policiales deshonestos que les caiga todo el peso de la ley y al honesto hay que defenderlo, porque son cada vez menos los que quieren ser policías. Pero también hay que depurar al sistema judicial porque ¿quién castiga el delito de esos jueces que hasta tienen tarifas para sacar a los culpables de las cárceles?, y es que ahora para ser juez basta con ser de un partido político.
Por eso, insisto: si usted convoca al país a resolver el problema de la violencia, tiene que convocar a todos los responsables de los poderes del Estado, en la reunión de Miraflores faltaban los representantes de los tribunales y la fiscalía.
Y, por supuesto, para que esta situación cambie debemos fortalecer la educación, por eso en Miranda seguimos levantándola como nuestra bandera. Porque cuando usted abre una escuela asegura el futuro de los niños de esa comunidad. Los niños que van a la escuela y reciben apoyo para su educación, tienen garantizado su futuro. Lo que garantiza que nuestros niños no se vayan por el mal camino es la educación.
Debemos sumar, no restar, para que esto cambie. Porque para lograr las soluciones que queremos todos los venezolanos se hace imperativo escuchar y en estos últimos 15 años hemos venido escuchando una sola voz, pero desde hace unas semanas nos hemos encontrado con la posibilidad de dialogar entre todos y hemos comenzado a entender que sólo trabajando juntos podemos mejorar las cosas. Y es que lo peor que se puede hacer es meter el problema de la violencia en el debate partidista. La división de las ideas políticas pueden discutirse en otro lado, pero cuando se trata de la seguridad de los venezolanos debemos unirnos a todos.
Por eso, ayer sábado mantuvimos una reunión de trabajo con el ministro del Interior, Justicia y Paz junto a todos los alcaldes de nuestro estado, los que piensan de una manera y los que piensan de otra, porque todos somos bolivarianos, todos nacimos en la tierra de Bolívar y todos merecemos políticas que nos permitan vivir tranquilos y en paz, y eso pasa por escucharnos.
Quisiera poder hablarles sobre los resultados de esta reunión, pero para el momento en que escribo estas líneas aún no se ha dado. Sin embargo, estoy seguro de que si nos sentamos todos sin prejuicios y sin complejos lograremos avanzar. No podemos resignarnos a vivir con la inseguridad, no nos tenemos que acostumbrar a vivir con esta violencia desatada en el país.
Debemos crear un diálogo permanente y aceptar todos los puntos de vista y todas las opiniones , pero hay una sola cosa que es inaceptable: la mentira. Por eso debemos actuar de manera reflexiva y juntos asumir que lo que está en juego es el futuro de Venezuela.
Mientras tengamos vida, luchemos para defender la vida, con honestidad y dignidad. ¡Que Dios los bendiga!