La Tortura Ayer Y Hoy Por José Guerra
Se han presentado con motivo de las protestas estudiantiles casos muy graves de violaciones de derechos y, según denuncias muy bien argumentadas, muchos estudiantes detenidos han sido sometidos a tratos crueles e inhumanos. Todavía más, uno de los estudiantes de Carabobo denuncia que un integrante de la Guardia Nacional le introdujo un fusil por el ano. Esa es una denuncia muy grave a la cual la Fiscal General ha debido responder con mayor diligencia en lugar de descalificar la denuncia. Es más, tuvo la señora Luisa Ortega Díaz la desfachatez de decir que no le parecía que esa violación haya ocurrido porque el estudiante estaba sentado en la audiencia de presentación y que alguien a quien le introdujeron un cañón de fusil por el ano no se podría sentar. Eso es inaudito en boca de quien tiene a su cargo la defensa de los derechos humanos.
Lo cierto es que hay más de 15 asesinados por armas de fuego, siete de ellos con tiros en la cabeza, es decir, que hubo intención de matarlos. A Bassil Dacosta y a Juan Montoya “Juancho”, al parecer, los asesinaron funcionarios del Sebin, antigua Disip, y uno de ellos aparentemente es asistente del ministro Rodríguez Torres. La Defensora del Pueblo ni siquiera ha aparecido para defender a los agraviados porque actúa como una ficha política antes que como defensora. Según organizaciones de derechos humanos, van 33 estudiantes torturados, pero la Fiscalía dice que son 13. Los estudiantes fueron golpeados, desnudados, esposados y expuestos a tratos inhumanos. Eso está comprobado. El gobierno de Maduro ya tiene sobre sus espaldas esas violaciones de derechos humanos y lo peor es que, en lugar de solicitar que se investigue, apoya a quienes reprimen.