Durante un recorrido por una escuela de Ocumare del Tuy, el gobernador de Miranda habla sobre su programa educativo en las comunidades del estado y los retos que enfrenta la oposición de cara a las elecciones parlamentarias. Sostiene que todos los caminos para lograr el cambio de gobierno pasan por la vía electoral
@boonbar
EL ALBOROTO DE ESTUDIANTES DE CAMISAS BLANCAS, maestras uniformadas, mamás y curiosos indicaban que aquel día sería particular en la escuela San Basilio de Ocumare del Tuy. El gobernador de Miranda, Henrique Capriles Radonski celebraría allí por primera vez un gabinete escolar como parte de su política de acercamiento a las comunidades del estado.
Llegó vestido con los colores del escudo de Miranda, zapatos de goma y su característica gorra tricolor poco antes de su contacto radial de las 12 del mediodía que transmite la emisora RCR 750 am. No está en campaña, pero igual hombres y mujeres se le acercan, lo saludan, lo llaman por su apellido, le piden ayuda al gobernador.
La unidad educativa San Basilio, ubicada en el municipio Morán de Ocumare del Tuy, fue construida en 1984 durante la gestión de Enrique Mendoza. No es como la recién inaugurada escuela estadal Nelson Mandela, de planificada y amplia estructura , sino más bien de espacios modestos de un plantel rural. En los últimos años, la gobernación de Miranda le ha realizado mejoras, como la reparación del techo, pero “aún falta terminarla”, a criterio de los propios alumnos y maestras a quienes Capriles les pasó el micrófono para que nombraran las urgencias del plantel.
Es mediodía y el sol pega fuerte en Ocumare del Tuy. Los ventiladores son una de las urgencias que más aflora entre las peticiones de la escuela que atiende a 356 alumnos en dos turnos, al igual que el agua, mesas y sillas, pintura en las paredes, los vidrios de algunas ventanas. “Sepan que de cada 10 bolívares que entra a la gobernación, 7 son dedicados a la educación. El que ocupa de la educación, se ocupa del futuro”, comenta Capriles en un salón donde no hay fotografías ni insignas políticas de Miranda ni del chavismo. Recalca que “la educación no está al servicio de ningún partido”. También lo escuchan padres y mirones que se agolpan a las ventanas.
En las paredes de los salones cuelgan carteleras realizadas por los alumnos que muestran las normas del buen hablante y el buen oyente, tradiciones de Ocumare del Tuy y máscaras de los Diablos Danzantes de Yare, una tradición regional declarada patrimonio inmaterial de la Humanidad en 2012. Es la tónica de esta escuela estadal donde se forman 356 alumnos de educación inicial hasta sexto grado, distribuidos en dos turnos.
En la parroquia de la escuela San Basilio, donde el chavismo ganó con 70% de los votos en las presidenciales del 2012 y 87% en las regionales de este mismo año, no se habla de invasiones del imperio, sanciones de EEUU ni guerra económica. Tampoco sobre el escándalo de las cuentas de altos funcionarios del chavismo en Andorra o Suiza. Las puntuales carencias de salud y vivienda en la zona apremian y se lo hacen saber al gobernador.
Capriles reparte chupetas a los niños en cada salón que entra, bromea con los alumnos y sonríe para los selfi que le toman algunas maestras. Pero también sale con un fajo de cartas escritas a mano con peticiones, muchas peticiones, cuyo número aumenta a medida que transita entre pupitres y pasillos. Miembros de su equipo de la gobernación anotaban los requerimientos para tramitar los casos de salud. “Tienes que traerme el récipe para procesarlo”, le responden a una joven con un niño en brazos. Otra mujer le presenta el diagnóstico de su hijo de 12 años con una escoliosis que le está perforando un pulmón. Necesita 800 mil bolívares para la operación. “Quédate tranquila”, le contesta el gobernador.
Capriles pasa por todos los salones y sus correspondientes grados, desde los más chiquitos con franelas amarillas que le muestran sus diablitos hechos de fieltro y cartón, hasta el sexto grado. En elúltimo, entra justo en la clase de matemáticas donde reta a los estudiantes a resolver un ejercicio que anota en la pizarra: 5X5X5/5X2+10-4X2X1=. Un niño acierta el resultado en pocos segundos. Se gana una computadora, cortesía de la gobernación de Miranda.
En la pequeña biblioteca sin mesas, Capriles da un alto a su recorrido para responder algunas preguntas ya no tanto como gobernador sino como líder de la oposición:
-Las reacciones de diversos sectores de la oposición a las sanciones de EEEUU contra funcionarios venezolanos se interpretan como una muestra de fragmentación ante una parte del país que reclama unidad, más aún frente a las elecciones parlamentarias
Hago lo que está a mi alcance para que haya la unidad perfecta o al menos un acuerdo para lograr una plataforma unitaria que permita la victoria en un proceso decisivo para el país.
Una de las grandes debilidades de la oposición es su falta de organización. Por ejemplo, en una zona como la escuela de San Basilio en Ocumare del Tuy, donde perdimos 80% frente a 20% en las últimas elecciones regionales, una de las graves fallas fue no haber tenido testigos en las mesas. El Psuv hizo barbaridades. Sobre eso pedí auditoria en el 2013 ante el CNE. Esa logística no se puede armar dos semanas antes, hay que hacerlo desde ya porque requiere mucho tiempo y esfuerzo.
Cuando hablo de unidad perfecta, no sólo me refiero a tener un candidato unitario sino un planteamiento unitario. Compartir una misma visión, un mismo discurso construido sobre la base de la pluralidad. Buscar que la diversidad de la oposición sea su fortaleza y no su debilidad.
Las sanciones de EEUU a funcionarios venezolanos y la supuesta invasión imperialista forman parte de la agenda que quiere imponer el gobierno. Los habitantes humildes de los Valles de Tuy, por ejemplo, no hablan sobre ese tema sino de la escasez de alimentos y la inseguridad que los azota. No pisemos el peine y dediquémonos a construir la fuerza social mas grande en la historia en Venezuela. 80% venezolanos valora negativamente el país; hay que ir por el restante 20% y dejar aislada a la cúpula podrida que gobierna y me amenaza: me tienen sin cuidado. Ya rendirán cuentas ante la justicia internacional.
Todos los caminos para lograr el cambio constitucional y pacífico pasan por unas elecciones. Planteamientos como la renuncia del presidente, constituyente, enmienda y transición conduce a la vía electoral. Creo que en Venezuela podemos derrotar y cobrar con una diferencia clara y contundente, para salir de la pesadilla del gobierno de Nicolás (Maduro), que será recordado como un momento muy oscuro en la historia de Venezuela.
– ¿Cree que la oposición no está capitalizando el peor momento del gobierno de Maduro, marcado por una popularidad de 20%, escasez agravada, inflación en 70% e incontrolable inseguridad? ¿Cuáles son los retos para convertirse en la primera opción de poder?
Si estamos en el proceso de fortalecer la unidad, debemos aceptar que los errores los pagamos todos. Hay quienes luchan por protagonismo, por creer que su planteamiento es mejor que el de otros. En la batalla por agendas particulares, defraudamos a la gente. Allí están los resultados: un gran descontento nacional que no termina de convertirse en la fuerza del cambio.
En el último año hemos visto propuestas que fracasaron. No voy a ahondar sobre eso, sería volver sobre un debate que considero superado. Pero para crecer y avanzar hay que revisar errores y aciertos y funcionar con reglas. No se trata de un proyecto personal, sino del interés de todo un país.
Hay que acompañar al venezolano, conectarse con sus problemas para que haya una identificación que vaya más allá de lo electoral, con un compromiso con el país.
Si algo debemos reconocer al gobierno es que ha sabido mantenerse unido, se defienden entre ellos, al contrario de la oposición. Pero soy optimista. La racionalidad de cada uno de nosotros se impondrá por encima de cualquier agenda individual por el cambio que queremos los venezolanos.
– En un contexto de censura en los medios y hegemonía comunicacional impuesta por el gobierno ¿Cómo hará la oposición para difundir su mensaje y movilizar a la gente? No es un problema menor
Estoy claro: yo soy el político más censurado de Venezuela. Pero esta crisis representa una gran oportunidad para construir una base política más sólida. Hasta hace poco hicimos mucha política en los medios de comunicación, sin poco o nada de contacto cara a cara con la gente. Al venezolano le gusta que su alcalde, concejal y/o gobernador se acerque a su comunidad, le hable directamente, no sólo el que vive en el barrio sino también en la urbanización.
La oposición se solía apoyar en los medios, muy en sintonía a la política comunicacional de Chávez, que hizo creer a la gente que iba a las comunidades cuando en realidad no lo hacía. Se perdió mucho terreno.
El mejor ejemplo del poder del encuentro directo con la gente fue el resultado electoral que tuvimos frente a Chávez en 2012. Recorrer todo el país pese a los obstáculos si tuvo resultados en el año de mayor gasto de recursos públicos para una campaña electoral (60 mil millones de dólares, según el ex ministro Jorge Giordani).
Hay estados que Maduro no ha pisado ni siquiera una vez como presidente. Y no lo hará porque él, que es una pésima imitación de Chávez, es muy flojo. Lo conozco desde que fui presidente de la extinta Cámara de Diputados, cuando era jefe de la fracción del MVR. Es el típico reposero que ahora está en el palacio de Miraflores.
– Pero el contacto directo con las comunidades no lo puede ejercer una sola persona y el mensaje de la oposición no está llegando a todo el país por el control que el poder ejerce sobre los medios
Hay que reconocer que el gobierno fue muy hábil en la compra de medios. No los cerró pero los compró con dinero de la corrupción y cambió su línea editorial para ponerlos al servicio del poder. Incluso un director dijo que no conocía a los nuevos propietarios del periódico donde trabaja, toda una muestra de opacidad y dineros mal habidos detrás de eso.
La oposición no cuenta con el aparato comunicacional, pero si con la calle, que no debe ser reducida a una marcha sino abarcar todas las actividades que impliquen contacto con las comunidades. El trabajo de calle que construye unión y consenso es el que producirá el cambio en Venezuela.
Hay líderes en todas las comunidades del país que deben activarse, organizarse, tejer redes mediante los partidos, consejos comunales. La oposición, que sí tiene un proyecto para la reconstrucción del país, es la alternativa de cambio a este desastre que es el gobierno de Maduro.
Nunca dije que el cambio sería violento, todo lo contrario. Tiene que ser pacifico, entendiendo lo que pasa en los barrios, donde vive la mayoría del país. No podemos ignorar la realidad de los venezolanos: las cifras de pobreza volvieron al punto anterior cuando llegó Chávez al poder. Se perdió y despilfarró las ganancias que tuvo Venezuela apalancada por la bonanza petrolera más grande de su historia.
– ¿Cuáles son sus perspectivas sobre las parlamentarias tomando en cuenta las diferencias dentro de la oposición? Ni siquiera el CNE ha confirmado fechas
Maduro ha cambiado su actitud con respecto a parlamentarias. Primero dice que sí se celebrarán así llueve, truene o relampaguee. Obviamente no las va a suspender. Pero paralelamente, la rectora Tibisay Lucena –que es lo mismo que Maduro- declara que las sanciones de EEUU ponen en riesgo las elecciones. Reitero lo que le dije al secretario de Unasur, Ernesto Samper: aquí no hay separación de poderes, porque si existiera no tendríamos presos políticos.
Hay que estar alerta cuando Maduro se vea perdido. Será inaceptable que el gobierno pretenda suspender un proceso que tenemos los venezolanos para dirimir diferencias, porque en definitiva la gran mayoría del país quiere resolver sus discrepancias mediante una consulta electoral. Lo hemos dicho claramente: sin atajos ni golpes. El gobierno es el que inventa golpes y «tucanos» permanentemente.
A las elecciones parlamentarias hay que ir con los mejores candidatos. Apoyaré a los que se lancen en Miranda, donde el gobierno vendrá con todo porque Maduro, (Diosdado) Cabello y (Elías) Jaua están obsesionados con este estado. Ellos saben que aquí no tiene liderazgo.
Sobre la base de un consenso, la diputada María Corina Machado (sí, diputada, porque para mí no ha perdido su investidura) es la candidata en los municipios Baruta y Chacao donde tiene fuerza. Pero en los Valles de Tuy la realidad es otra. Es una región de tradicional voto chavista, pero ahora sí tenemos chance de ganar. Para escoger a los mejores candidatos en esta zona son necesarios los partidos pero también los liderazgos regionales. La suma de ambos factores te hace más fuerte. Las parlamentarias de este año son un proceso decisivo para el país.
– ¿Capriles gobernador o líder de la oposición apoyará la campaña para las parlamentarias?
En la medida de mis posibilidades continuaré haciendo el esfuerzo pese a los nuevos obstáculos: ahora tengo que pedir permiso para salir de Miranda después de que modificaron la constitución del estado. Mi compromiso es con toda Venezuela.
