En un comunicado emitido por la Cancillería, el gobierno venezolano condenó la “agresión militar” de los Estados Unidos contra Irán y exigió el cese inmediato de las hostilidades.
En el texto, se expresa una condena “firme y categórica” al bombardeo ejecutado por el Ejército de los Estados Unidos contra instalaciones nucleares en Irán, incluyendo los complejos de Fordow, Natanz e Isfahan. Aseguran que esta acción se ejecutó “a solicitud del Estado de Israel”.
“Este ataque constituye un acto de agresión ilegal, injustificable y extremadamente peligroso, que viola flagrantemente la Carta de las Naciones Unidas, el derecho internacional y los principios elementales de respeto a la soberanía de los Estados. Bombardear instalaciones nucleares, con todos los riesgos que ello implica para la vida humana y el equilibrio ambiental de la región, es una escalada irresponsable que puede desatar consecuencias de proporciones incalculables para la estabilidad global. Es una amenaza directa a la paz internacional”, consideró el gobierno venezolano.
El texto cierra con un mensaje en el que se reafirma la solidaridad con el pueblo iraní y el compromiso “con la paz, la soberanía y la defensa del derecho internacional como único camino para la convivencia entre las naciones”.
El ataque y sus consecuencias
En horas de la noche del 21 de junio el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, confirmó que habían completado “con gran éxito” el ataque contra tres instalaciones nucleares en Irán. En un discurso transmitido en televisión precisó que el objetico de EEUU era “la destrucción de la capacidad de enriquecimiento de uranio de Irán y un alto a la amenaza nuclear planteada por el Estado patrocinador del terror número uno del mundo”.
Los gobiernos de Israel y EEUU confirmaron que los ataques en suelo iraní fueron coordinados. “Trabajamos como equipo, como quizás ningún otro equipo ha trabajado antes”, expresó Trump, al tiempo que Benjamin Netanyahu, primer ministro de Israel, felicitaba a su homólogo y expresaba: “El presidente Trump y yo solemos decir: ‘La paz a través de la fuerza’. Primero viene la fuerza, luego la paz”.
El secretario de Defensa, Pete Hegseth, declaró en una conferencia que la operación, denominada “Martillo de medianoche”, requirió el uso de 75 “armas guiadas de precisión”, incluyendo 14 “rompebúnkeres” además de siete bombarderos furtivos B-2 que volaron 18 horas. Aclaró asimismo que la operación no tuvo como objetivo ni las tropas iraníes ni los ciudadanos de ese país.
La reacción de Irán no se hizo esperar. A primeras horas del domingo lanzó dos tandas de 30 misiles contra zonas pobladas de Israel, en hechos en los que resultaron heridas al menos 16 personas.
Además, el ministro de Relaciones Exteriores iraní, Abbas Araghchi, escribió en la red social X este domingo que su país se reserva “todas las opciones” para responder.
“Los eventos de esta mañana son indignantes y tendrán consecuencias duraderas. Cada uno de los miembros de la ONU debe estar alarmado por este comportamiento extremadamente peligroso, fuera de la ley y criminal (…) De acuerdo con la Carta de la ONU y sus disposiciones que permiten una respuesta legítima en legítima defensa, Irán reserva todas las opciones para defender su soberanía, intereses y pueblo”, advirtió.
Además de Venezuela, gobiernos como el de China y Rusia condenaron las acciones contra Irán y también expresaron preocupación desde la Organización de las Naciones Unidas. “La única solución es la paz”, afirmó su secretario general, António Guterres.
“Hago un llamado a los Estados miembros para que reduzcan las tensiones y cumplan con sus obligaciones en virtud de la Carta de las Naciones Unidas y otras normas del derecho internacional”, amplió Guterres.
El Ministerio de Exteriores de Rusia tildó de “irresponsable” la decisión de atacar las instalaciones nucleares de Irán y opinaron como el gobierno de Venezuela, que las acciones “violan flagrantemente el derecho internacional, la Carta de las Naciones Unidas y las resoluciones del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas”, declaró el ministerio de Exteriores ruso en un comunicado. En el mismo sentido fue la declaración de la Cancillería china, quienes además de rechazar el ataque, considera que la acción exacerba las tensiones en Oriente Medio.
Países árabes como Arabia Saudita, Egipto, Catar, Omán y El Líbano expresaron su preocupación porque la región se encamine a un mayor caos después de la intervención de EEUU en el conflicto e instaron a que se trabaje en soluciones políticas y diplomáticas.
“No se puede permitir a Irán que desarrolle un arma nuclear, ya que sería una amenaza para la seguridad internacional”, declaró a propósito de los hechos la jefa de la diplomacia de la Unión Europea, Kaja Kallas. Por su parte, y a juicio del primer ministro de Reino Unido, Keir Starmer, las acciones del gobierno de Trump se hicieron para “aliviar” la amenaza de que Irán se convierta en una potencia nuclear.
“Atacar centrales nucleares está prohibido por derecho internacional”, advirtió el presidente chileno Gabriel Boric, quien además señaló que “tener poder no autoriza a utilizarlo vulnerando las reglas que como humanidad nos hemos dado”.
Entretanto, la Cancillería de Colombia rechazó “el uso unilateral de la fuerza”, mientras que la de México instó a que haya un “diálogo urgente” entre las partes en conflicto.
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