Soto salió respondón y se enfrenta a Cilia & Maduro - Runrun

Afloran las contradicciones y luchas internas del PSUV en la Asamblea Nacional.

El Presidente Fernando Soto Rojas está enfrentado al clan Cilia Flores- Nicolás Maduro pues  no le permiten designar a sus allegados al tiempo que los informes sobre corrupción de la familia Flores&Co. van y vienen. La parejita rojita, la que comparte  el afecto más grande del caudillo, creyó que podía manejarlo a su antojo para tapar años de corrupción, incapacidad y nepotismo dentro del ente legislativo como ha sido denunciado en el transcurso de estos doce años del proceso, tanto por gente opuesta a los rojos como por los propios PSUVistas. Soto ha puesto resistencia a la pareja que tantas veces ha viajado a la India a visitar no solo a Said baba sino a banqueros amigos como lo certifica el propio gobierno indio al que más de una vez dejaron con los crespos hechos en visitas “oficiales”. El canciller Nicolás Maduro acude a la Asamblea  casi todas las noches tratando de intimidar con su presencia a su viejo mentor político y solo consigue molestarlo más. Ambos formaron parte de la Liga Socialista y por eso maduro, creyendo que le sería incondicional, lo candidateo a diputado por el estado Falcón tras haber perdido en la zona de Catia.

Soto ha podido despedir, con pruebas de corrupción en la mano y prohibición de salida del país mientras duren las investigaciones, a una sola pariente de Cilia Flores que ocupaba la cartera de Recursos Humanos. Cuando el presidente de la AN designó a un ex compañero suyo de las guerrillas, un árabe de Valencia muy ligado en su momento a la OLP, Organización de Liberación Palestina, Cilia Flores comenzó a investigarlo y descubrió que había firmado contra Chávez. Eso bastó para que Soto Rojas tuviera que despedirlo de inmediato. El viejito se las trae. Esta haciendo una exhaustiva revisión con la Contraloría General apoyado por otro ex guerrillero como Clodosvaldo Russian. A sotto voce dicen allá adentro. Entre los hallazgos del investigador está la figura de un tal Erik Malpica Flores, uno de los cuarenta miembros del clan de Cilia, quien supuestamente es el operador de las argucias administrativas de los Flores.

Lo que más impacto tendrá ante la opinión pública, y creemos que pasará lo mismo con el comandante, es el llamado “Bono de Productividad” de todos los más de tres miles empleados de la Asamblea que supuestamente aparece como “ejecutado” sin que nadie lo haya cobrado todavía. El accionar de Soto Rojas esta trancado por el canciller y la jefa de la fracción parlamentaria del régimen. Los detalles de la disputa han llegado al gran jefe quien tendrá la última palabra.