Productos de primera necesidad que son importados desde Colombia llenan los anaqueles de los supermercados del Estado Zulia, y son vendidos a precios de dólar negro, mucho más elevados de lo que establece la regulación del gobierno de Nicolás Maduro. Esto a pesar de que la frontera entre ambos países permanece cerrada desde septiembre de 2015.
Esto es posible gracias a que en Gaceta Oficial del Estado Zulia N. 5210, de fecha del 11 de marzo de 2016, estipula que la Gobernación, con el gobernador Francisco Ameliach a la cabeza, entre otras cosas, dispensa «de los trámites, procedimientos y requisitos» para la importación de 50 rubros previamente estipulados por el gobierno.
A través de la Gaceta, la gobernación también «implementará medidas necesarias» para que la mercancía pase por el puerto y aeropuerto del estado. Igualmente se estipula que la Gobernación «dispensará de los trámites cambiarios establecidos» para con el fin de agilizar y garantizar la importación de los bienes.
La gaceta explica que la medida es para colocar» bienes de primera necesidad» en el mercado interno del estado, en los que también contempla, además de alimentos: medicamentos, autopartes y productos de limpieza. La decisión está enmarcada en el Decreto de Emergencia Económica y Estado de Excepción dictado por el presidente Maduro en enero de este año y tiene vigencia de 120 días, hasta mediados de julio.
Gilberto Gudiño, presidente de la Unión Empresarial del Comercio y los Servicios del estado Zulia (UCEZ), indicó que es una realidad la presencia de productos colombianos en la entidad y explicó que esto es posible debido al aval de las autoridades.
Señaló que estos productos son vendidos a precios internacionales, por lo que resultan muy costoso para los ciudadanos, cuyos ingresos se han ido reduciendo en estos últimos años.
Indicó que lo que genera esta «distorsión y parapeto de economía» es que quienes inviertan en Venezuela vendan por debajo del costo de producción. Explicó que esta política económica, que surge del modelo político establecido, ha traído la desaparición de la industria privada y, con el aumento del número de venezolanos, «¿cómo pretendemos abastecer a la población?»
El empresario afirmó que los supermercados están en «fase de supervivencia» pues «si tu controlas los precios del productos, estás controlando el salario del trabajador», haciendo referencia a los aumentos salariales y a la imposibilidad que tienen los empresarios de subir el precio de los productos regulados a la venta.
Diarios de la región como Panorama reportaban desde abril que los precios de los productos de la cesta básica traídos de Colombia los anaqueles de los supermercados de Maracaibo «están sin freno, ni regulación y a tasa del mercado paralelo.»
La harina de maíz se vende a Bs. 1.200 el kilo, vs. Bs. 190 del precio oficial; crema dental entre Bs. 1.200 y 1.500 vs. Bs. 23,37 bolívares la presentación de 100 mililitros; las toallas sanitarias entre Bs. 1.200 y Bs. 1.400 el paquete de 10 vs. Bs. 120.65; el paquete de papel sanitario entre 900 y 1.400 bolívares vs. Bs. 160 en su presentación más cara; arroz cerca de 1.800 bolívares vs. Bs.104,23 por kilo. También se consigue salsa de tomate, mayonesa, leche en polvo y pollo traído desde Colombia.
