Lo que no viste de la visita de los expresidentes a Venezuela
Lo que no viste de la visita de los expresidentes a Venezuela

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La estudiante Sairam Rivas cuenta que estuvo 4 meses presa en el Sebin

 @tamoac

 

La agenda era apretadísima. No habían terminado de llegar a Maiquetía cuando los expresidentes latinoamericanos Sebastián Piñera (Chile), Andrés Pastrana (Colombia) y Felipe Calderón (México), ya tenían solicitudes de entrevista, encuentros, invitaciones. El más “regalado” con la prensa era de lejos Pastrana, periodista y abogado como es, quiso recordar que en Caracas cumplía 27 años de haber sido liberado de su secuestro, a manos del narcotraficante más temerario que ha parido la historia contemporánea, Pablo Escobar. “Mi esposa me lo recordó, qué cosas, y justo el día que intenté ver a mi amigo preso, a Leopoldo López, y me lo prohibieron”.

Con más cautela y menos sonrisas, Sebastián Piñera, aquel que saltó a las pantallas con el rescate de los mineros en su país, fue contundente en sus frases y severo a la hora de pedirle al presidente Nicolás Maduro que “si pide respeto, él debe aprender a respetar”. El lunes 26 de enero de 2015 en la mañana, durante el foro convocado por el Congreso Ciudadano, se presentaría un Felipe Calderón que recita poemas y acuña frases esperanzadoras “Venezuela, no te rindas”, con sus “recomendaciones respetuosas” para recobrar el estado de derecho y la democracia en Venezuela.

 

I

Baño dominical (de realidad)

Piñera y Pastrana fueron dupla durante los encuentros del domingo 25 de enero, cuando participaron en dos foros privados, mas no secretos: uno con periodistas sobre el estado actual de la libertad de expresión en Venezuela, y otro con víctimas de violaciones de Derechos Humanos durante las protestas del año pasado. Uno a uno escucharon testimonios y cifras; testimonios y ONG; testimonios y contexto. Pero sobre todo testimonios.

Aunque estaban frente a periodistas, no era una rueda de prensa. Se trataba de un panorama de hechos que dibujaron un mapa. Censura y sus nuevas formas, con la compra de medios con testaferros o empresas “chimbas”; la presión de las leyes y multas, como la que obliga al editor de Tal Cual, Teodoro Petkoff, a presentarse semanalmente a los tribunales por una columna -que no escribió él- en su periódico. Allí se habló de la falta de papel para los medios impresos y se explicó la condición de despedidos y “renunciados” de los periodistas que salieron de los medios tradicionales.

Pastrana volteaba de cuando en cuando a mirar a su homólogo; abría los ojos y formulaba preguntas en voz baja como “¿y cómo está la salud de Teodoro?”. Muy bien informado, el colombiano acuñaba comentarios, especialmente los que tenían que ver con su país. Por ejemplo, cuando se comentó del caso de “una corresponsal de Al Jazeera que salió del país luego de acusaciones de Diosdado Cabello en su programa en VTV”, apuntó enseguida: “Colombiana, por cierto”. En efecto, es el caso de Mónica Villamizar.

En varias ocasiones los expresidentes tomaban nota de casos que llamaban su atención. Lo hicieron cuando la investigadora Luisa Torrealba leyó los resultados de un informe del Ininco sobre la proliferación de medios pro oficialistas; lo hicieron cuando Espacio Público enumeró las agresiones, y sus tipos, a los periodistas y reporteros gráficos, y lo hicieron cuando el fotógrafo David Maris se paró y contó cómo el entonces director de Ramo Verde, Humberto Calles González, lo retuvo a él y a su cámara y se quedó con todo su equipo fotográfico (varios lentes incluidos), luego de que acompañara en una entrevista que el diario español ABC le hacía a Lilian Tintori. Maris comentó que aunque llevó la denuncia a Fiscalía, ningún representante del Ministerio Público toma el caso. “Lo están peloteando y yo igual no tengo mi equipo de trabajo”. Pastrana se refirió a este caso como “la desinstitucionalización y la desprotección del ciudadano por las instituciones que se supone deben protegerlos. Por eso la importancia de la separación de poderes”. En el encuentro participaron gremios como el Colegio Nacional de Periodistas, la ONG Expresión Libre y periodistas que renunciaron a sus medios “vendidos”, como Globovisión y Últimas Noticias.

Piñera esperó al final para reunir todos los comentarios. Luego puntualizó: “Esto es como si lanzas un sapo a una olla hirviendo, enseguida él salta porque se da cuenta de que se va a quemar; pero está el caso de que metes al sapo en una olla y vas calentando el agua. Él no se da cuenta que se está quemando y cuando lo hace ya es muy tarde , el sapo se adormece y no se da cuenta de cuándo pierde la vida”. Confesó que cree que algo así pasa con la pérdida de libertades, como la de expresión.

Fue prolífico en analogías y ejemplos. También dijo que la democracia era como el amor, “difícil de definir, pero uno sabe cuándo hay y cuándo no. Uno se da cuenta cuándo está en un país donde no hay democracia y la gente se está llenando de miedo”.

 

II

Víctimas, madres y… “la tumba”

Inmediatamente al terminar el foro entre periodistas, entraron los familiares y las víctimas, con representantes de ONG de Derechos Humanos, como Fundeci, Foro Penal, Centro de Derechos Humanos de la Ucab y otras que vinieron incluso de Barinas para el encuentro. La órbita ocular de los expresidentes ponía en evidencia cómo les impactaban los casos. Esta vez las víctimas se paraban una a una frente al micrófono y contaban. “Yo soy la madre de Bassil Dacosta, uno de los muertos del 12 de febrero”. Nada más y nada menos que del único cuyos responsables fueron identificados gracias a una investigación de prensa y el posterior reconocimiento del Presidente en cadena. A la señora Jeneth Frías apenas se le escucha la voz. No dijo nada más y se sentó.

Luego se levantó la madre de Geraldine Moreno, quien fue asesinada por perdigones disparados a quemarropa: “yo no escogí estar aquí. Yo solo soy una madre”, contó la suerte de su hija que salió a protestar y no volvió. Y cedió su turno.

Así fueron pasando todos. Llegó Juan Manuel Carrasco y en menos de dos minutos se presentó “yo fui violado por guardias nacionales (con un fusil, participaron unos 30, pero solo hay 3 en el expediente)”. Es víctima pero además fue imputado por rebelión, terrorismo y otras acusaciones que comparte con quienes salieron a protestar en distintas ciudades en febrero de 2014.

En tres ocasiones durante el foro nombraron “la tumba”, un lugar presuntamente ubicado en los sótanos del Sebin, según contaban los familiares “allí tienen a mi hijo, son como 5 pisos para abajo y para abajo, en condiciones infrahumanas, con mucho frío, aislado”. Además de las dos madres lo hizo una monja, en nombre de uno de los detenidos. De eso se hicieron eco los expresidentes, “de la existencia de ese lugar: la tumba”.

El diputado Walter Márquez denunció violaciones de Derechos Humanos en la frontera con Colombia, a lo que Pastrana respondió y dijo que no era casual que justo recibiera, horas atrás, un correo con reclamos similares.

Tuvo su turno la esbelta Sairam Rivas, quien vestía una franela con logo ucevista. “Yo soy estudiante, dirigente estudiantil, y estuve 4 meses presa en el Sebin”, los invitados apoyaban las barbillas en las manos y la miraban fijamente.

No obstante, los expresidentes ofrecieron sus impresiones solo luego de que Roberto Briceño León, del Observatorio Venezolano de Violencia, hiciera una relación en cifras del fenómeno social que ocurre en el país. Los cerca de 25 mil muertos que hubo en 2013 y se repitieron en 2014 producto de la violencia; la relación del salario mínimo con el nivel de vida de un venezolano y el precio del dólar: “hay gente que vive con un dólar diario”. También preparó analogías con las cifras de Colombia y Chile en los mismos rubros, para mostrar el deterioro en el día a día de los ciudadanos.

 

III

¿Es independiente el Poder Judicial?

Hubo coincidencias en los discursos finales de ambos exmandatarios: la importancia de la separación de poderes públicos para una real y sana democracia y el cuidado que debe haber con la transparencia y los peligros que se ciernen sobre la prensa libre. Resaltaron, cada uno por su parte, la discrecionalidad en la asignación de publicidad oficial como manera de controlar a los medios. Premio y castigo. También se unieron en la consideración de que en Venezuela está ocurriendo “un proceso sistemático y gradual” que socava las bases democráticas.

“Se compran periódicos, se quitan permisos a otros, se impide acceso al papel, se le quita la publicidad oficial y así poco a poco entramos en una etapa en que parece, a veces, que ya es demasiado tarde para defender la libertad. Cuando la libertad de expresión existe nadie se preocupa, porque no hay que defenderla y cuando no existe ya es demasiado tarde para defenderla. Y yo creo que aquí estamos en una etapa crítica que todavía queda en la sociedad civil, y ojalá que en la comunidad internacional, la fuerza suficiente para darse cuenta”, expresó un Piñera exaltado y de discurso veloz.

“Estoy sorprendido como aquí se han ido restringiendo las libertades y los principios básicos de la libertad, la democracia, el estado de derecho y naturalmente la independencia de los poderes. La libertad de expresión es fundamental y aquí este principio de acceso a la información pública es fundamental”, ametralló Piñera, quien hizo preguntas a la audiencia “¿son independientes los poderes públicos? ¿es independiente el poder judicial? Entonces de eso estamos hablando”, enfatizó.

Para terminar lanzó una recomendación: “La gente tiene derecho… la transparencia es el mejor antídoto frente a muchos problemas, frente a la corrupción, contra los abusos, porque no hay mejor policía que el alumbrado público o la luz solar y cuando no hay ninguno, es cuando se cometen los peores abusos con el derecho a la vida y el derecho a la libertad”.

 

IV

Redes sociales, seguidores y colas

Pastrana resaltó la importancia de las redes sociales en situaciones de censura como las que vive Venezuela “¿Cómo es posible que esté prohibido hacer una foto?”, comentó en voz baja mientras miraba por encima de los lentes de presbicia. Informó que en Venezuela él, quien no tenía cuenta de Twitter hasta hace unos días, duplicó seguidores y pudo colgar la imagen de la cola en el Bicentenario de Plaza Venezuela.

Se mostró conocedor del tema y advirtió que la compra de medios de comunicación que se ve en Venezuela es similar a la que ocurre en Ecuador y otros países como Bolivia. “El gobierno, a través de las pautas oficiales, está gastando en miles y millones de pesos, en lugar de estar invirtiendo en acueductos y centros de salud: están invirtiendo en la compra de medios de comunicación. ¿Quiénes están comprando los medios? El gobierno. Es la mejor forma, en lugar de pautar compra. Eso es lo que está sucediendo”. Sin embargo, lo que evaluó como más grave “es que el ciudadano no tiene dónde hacer la denuncia correspondiente”.

No pudo dejar de lado uno de sus apuntes en la hoja blanca que rayaba con bolígrafo prestado: “¿A quién se le podría ocurrir que un hombre como Teodoro Petkoff esté en esa condición, un hombre que conocemos, y que podemos discrepar por estar en acera políticas distintas, pero… es inaceptable”.

Agradecieron la oportunidad de escuchar de primera mano las historias y ratificaron una sospecha que traían de lejos: fortaleza y valentía en las víctimas. Convicción y ganas de seguir, en el caso de los periodistas.

Un mensaje esperanzador para quienes no se suman a la uniformidad oficial y un leit motiv para buenos entendedores que repitió el representante chileno en todos los foros en los que participó: “Nunca es tan oscura la noche como cuando está a punto de amanecer”.

Fotos, selfies, apretones de manos, llamadas y un enjambre de periodistas que pedía exclusivas se ocuparon de cerrar el evento, que terminó sobre las 7 de la noche en el hotel Caracas Palace. Afuera las camionetas del Sebin se confundían con hombres de saco y corbata, radios y curiosos.