HACE YA NUEVE DÍAS, el domingo 17 de marzo, la flamante vicepresidenta ejecutiva de la república bolivariana nos sorprendió a todos con este twitter:
«El Pdte @NicolasMaduro ha solicitado a todo el Gabinete Ejecutivo poner sus cargos a la orden a los efectos de una reestructuración profunda de los métodos y funcionamiento del gobierno bolivariano para blindar la Patria de Bolívar y Chávez ante cualquier amenaza!«, dijo Delcy Eloína Rodríguez Gómez en un mensaje publicado en su cuenta.
Hasta ahora solo se ha aplicado el refrán inglés “wishful thinking” que equivaldría en este caso a “solo ilusiones” pues, ante la urgencia e importancia que la Vice atribuye al momento que vive Venezuela, Maduro no ha movido ni una de sus fichas en el gabinete que viene siendo reciclado en estos últimos seis años, al mismo estilo de Chávez, cambiando a ministros de uno a otro despacho sin la preparación ni conocimientos necesarios. Es así como un ministro de vivienda mañana pasa al de petróleo, el de comunas pasa a educación y de allí a trabajo social y luego termina en el ministerio de la Felicidad. Como serán de mediocres que hasta el mayor-general Rotondaro (en una entrevista de 30 minutos con Idania Chirinos en NT24) acusó a dos de ellos, que estuvieron al frente del despacho de la Salud, de haberle pedido coimas y comisiones y trancarle los despachos de medicamentos a los enfermos hasta la época electoral. Éste último Luis López y el otro Francisco Torrealba. No se exagera si se contabilizan mas de 250 personeros brincando de ministerio en ministerio en estos 20 años de chavismo y madurismo. Entran y salen en pocos meses pero la mayoría con una diferente holgura económica de la que tenían cuando asumieron el cargo.
Pues bien, las horas pasan y nada de cambios. El nuevo apagón de hoy la servirá a Maduro para tomar la decisión de salir de un ministro militar del que no se atrevía a “darle una patada por su mal desempeño”.
Les cuento que en el laberinto de Nicolás son las apuestas que unos y otros en el madurismo-chavismo-psuvismo están haciendo contra sus propios pares ministeriales lo que domina el ambiente en Miraflores.
Las interrogantes a dilucidar:
1- Se ratifica o sale el general Padrino de MinDefensa. La decisión mas dura pues es el consentido de los rusos. Hasta el uniforme militar lo ha venido cambiando para parecerse cada vez mas a sus pares de Rusia. Observar la gorra y compararla con la de los pares de Putin no deja dudas.
2- En menor peso estaba -hasta esta tarde del segundo gran apagón en tan solo una semana- el general Motta Domínguez. Con la oscurana nacional de esta tarde su salida es un hecho. Ya no hay embajadas que ofrecer sino solamente en los países del ALBA, Rusia, Bielorrusia, Bolivia, Nicaragua y otros socios en los guisos rojos rojitos. Maduro ha venido demorando esta despedida pues Motta tiene dolientes entre sus pares.
3- El tercer dilema, aunque no tan grave pues tiene menores consecuencias, es con Tareck el-Aissami. Sobre él pesan las acusaciones de Simón Zerpa Delgado, el ministro de Finanzas, quien lo ha señalado como el responsable del rotundo fracaso de la implantación del Petro como moneda virtual y por la que hicieron prometer a Maduro, varias veces y en múltiples cadenas, un futuro de pleno desarrollo y prosperidad con esa moneda. Lo hicieron mentir, de buena gana, en las inmensas inversiones globales, desde Rusia hasta Suráfrica, que resultaron una mentira tan grande como las que nos han repetido estas semanas del “ataque cibernético espacial desde Houston y Chicago contra nuestras instalaciones. Por cierto que hace solo tres horas, Jorge el hermano de Delcy, repitió sin pudor alguno la misma tesis sobre el apagón de hoy que “gracias a la inteligencia de los trabajadores de Corpoelec fue solventado en un par de horas, venciendo de nuevo al imperio estadounidense”. El Aissami tiene además el enfrentamiento de Diosdado Cabello, algo que pesará a la hora de que Maduro requiera mas solidaridad del hombre fuerte del PSUV en los días por venir donde la crisis, en vez de solucionarse, se profundiza a niveles que ya sobrepasaron a Mugabe. El dictador “hiperinflacionario” de Zimbabwe al que le dieron no una sino dos devaluadas espadas de Bolívar. Una por Hugo Rafael y otra por Nicolás.
Con todo esto el dilema es duro. Muy difícil y apremiante. Los incapaces que están al frente de despachos, de los que se enteraron de sus funciones llegando a las oficinas, están nerviosos. Ya no hay mas premios como antes. El mundo entero los observa las 24 horas. No solo los satélites sino las trazas financieras. Las movilizaciones de sus aviones y barcos. Todos en la mira. Por todo esto la confesión de Rotondaro -el Mayor General que estuvo al frente del despacho de Salud y del Seguro Social por varios años- a Idania con respecto a las muertes por falta de diálisis, como si él nada tuviera que ver, disloca su intención de lavarse las manos. La pregunta demoledora: “General, ¿cuántos enfermos murieron por falta de diálisis en el tiempo de su gestión ante las trabas que cuenta pusieron “otros”? Con frialdad respondió: 5.000.
Mientras tanto en Ramo Verde están abriendo espacio en el módulo 2. Ya sacaron media docena de presos abriendo espacio ¿para nuevos huéspedes “terroristas” sin importarles que sean diputados?. Hace minutos la vicepresidenta volvió a acusar a Estados Unidos de ser el responsable de este segundo apagón nacional.
Necesitamos mucha paz.
Amanecerá y veremos.
