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Gente del Petróleo, 19 años de una labor activa por la democracia y la sociedad venezolana

Foto de la bandera de Venezuela: Marcos Bello / Reuters.

En estos 19 años de constante actividad, La Asociación Civil Gente del Petróleo ha multiplicado sus esfuerzos, siempre dentro de la Constitución, junto con la sociedad civil, para el retorno de la democracia con actividades de formación ciudadana

 

@soygdelpetroleo

A finales del año 2002 y principios de 2003 el régimen tomó la determinación de despedir a más de 23.000 profesionales, técnicos, personal administrativo y obrero de PDVSA, porque estos no avalaron la politización y la ideologización de la principal industria del país.

Todas estas acciones inconstitucionales activaron el desacuerdo y la protesta pacífica de la sociedad civil. Sin embargo el régimen empezó a enseñar su verdadero proyecto absolutista y las armas de la represión continua, mientras fraguaba una alianza con organizaciones y países afines a su ideología que gradualmente fueron penetrando al país en diferentes ámbitos y estructuras de la administración pública.

De esa operación ideológica fue pasto PDVSA, con el ingreso de simpatizantes, operadores políticos y grupos irregulares que en estos 22 años contribuyeron a la devastación de la industria del petróleo, del gas y de la petroquímica.

“Venezuela es de todos y el petróleo es del pueblo”

Este antetítulo expone una de las mentiras que constantemente difundió el régimen, para dar a entender una idea falsa de nacionalismo y desarrollo, cuando en verdad la industria fue penetrada por operadores políticos que consolidaron la ruina del principal sector energético, que en 1987 fue considerado por el Índice Forbes, como el segundo mejor gerenciado en el mundo.

Y de una manera inexplicable profundizaron la pérdida de su patrimonio, sus activos y la producción, que en 1998 era de 3.279.000 barriles diarios de crudo. Adicionalmente en gas (GLP) se producía 3965 millones de pies cúbicos por día; y entre gasolinas y diésel se logró una producción de 350.000 barriles diarios, que cubrían la demanda nacional y el resto se exportaba para generar más ingresos a la nación.

Yendo más allá de estos números, la alta gerencia meritocrática ya tenía planificado los procedimientos para que el país alcanzara la producción de 7,5 millones de barriles diarios de petróleo en el año 2015, meta que obviamente no cumplieron.

El régimen distorsionó el objetivo real de la industria petrolera, introduciéndola en labores ajenas a su misión, como el cultivo de verduras, la fabricación de casas, el otorgamiento de bombonas de gas doméstico a seguidores políticos, la distribución de alimentos y el envío de cargamentos de petróleo a 19 países del Caribe y Sudamérica (Petrocaribe) a precios irrisorios y con condiciones de pago preferenciales, que el 95 % las naciones no honraron, causando más pérdidas al país.

El cambio es la mejor garantía

En estos 19 años de constante actividad, la Asociación Civil Gente del Petróleo ha multiplicado sus esfuerzos, siempre dentro de la Constitución, junto con la sociedad civil, para el retorno de la democracia con actividades de formación y concientización ciudadana.

De la misma forma, elaboró un plan viable y moderno, junto con 150 profesionales y técnicos, para rescatar, estabilizar y transformar la industria de los hidrocarburos. Igualmente, junto con Unapetrol, introdujo ante la Comisión de Justicia y Paz, de la legítima Asamblea Nacional, un proyecto de ley para el reconocimiento de los derechos conculcados a los despedidos de Pdvsa en los años 2002-2003. Y actualmente propugna una alianza unitaria que acelere el cambio en un país, donde 28,7 millones de venezolanos están hastiados y claman por libertades, instituciones fuertes, reactivación de todo el aparato productivo, trabajo, salud, alimentos, infraestructuras, seguridad y una educación innovadora que desmantele los muros del retroceso y el fracaso.

El papel de los trabajadores petroleros
Por defender a nuestra empresa y a la democracia los trabajadores petroleros perdimos nuestra carrera en Pdvsa, jubilación, prestaciones y el fondo de ahorros. Pero tras 19 años seguimos comprometidos en la lucha por la democracia

 

¿Cuál debe ser el papel de los trabajadores petroleros dentro de la sociedad venezolana? ¿Cómo son percibidos? ¿Por qué participaron en el conflicto político iniciado con la llegada de Hugo Chávez al poder? Sea propicio un aniversario más de la creación de la Asociación Civil Gente del Petróleo y de Unapetrol para aportar alguna información para el conocimiento de nuestra principal industria y su relación con el resto de nuestros compatriotas.

Época de las transnacionales

Inicialmente, las compañías extranjeras explotaron a los trabajadores y evadían impuestos. Las huelgas realizadas por obreros en 1925 y 1936 por reivindicaciones socioeconómicas, así como la Ley de Hidrocarburos de 1943, corrigieron en parte esta situación. Gradualmente las trasnacionales se percataron de que estaba en su interés mejorar las relaciones con su personal. Construyeron campos residenciales y deportivos, comisariatos, planes de vivienda y de jubilación y aumentaron sueldos y salarios. Establecieron becas y el personal venezolano fue ascendiendo de acuerdo con su formación y méritos. Además, establecieron programas de responsabilidad social.

Período 1976- 2002

Pdvsa y filiales continuaron con la política de personal de las transnacionales y mantuvieron los mismos beneficios. Como las ciudades alrededor de las cuales había actividad petrolera habían progresado, gradualmente se inició un programa de eliminación de los campos petroleros. Los presidentes de Pdvsa fueron nombrados por mérito, pero también por la cercanía a los presidentes de la república. Cuatro de los presidentes no tenían experiencia petrolera, pero eran reconocidos por sus logros gerenciales. En unos pocos casos se violó la meritocracia y se contrataron trabajadores recomendados. En los últimos años se consultaba al ministerio de Energía y Minas para designar a presidentes y directores de las filiales. Se produjeron algunas grietas menores. Pdvsa llegó a ser una gran compañía.

Percepción de la empresa

El venezolano nunca se ha identificado con su principal empresa, solo se conformaba con saber que era la segunda petrolera del mundo. La percepción de que era una caja negra, un Estado dentro del Estado y que no contribuía al desarrollo del país era un sentimiento mayoritario, a pesar de que había una Contraloría Delegada de la Contraloría General de la República, una gerencia de auditoría interna, los planes y resultados debían contar con la aprobación del Ministerio de Energía y Minas, y presentaba informes trimestrales y anuales que eran públicos.

Tenía que entregar al accionista sus ingresos y este autorizaba las inversiones y gastos, además de un monto para programas de responsabilidad social alrededor de sus áreas operativas, relacionados con educación, salud, cultura, infraestructura, ambiente y agricultura. Se puede entender que los políticos de extrema izquierda distorsionaran la realidad, pero extraña que el venezolano común no se preocupara por averiguar la verdad. Desde luego, cabe a los petroleros parte de la culpa por no informar adecuadamente.

Percepción sobre los petroleros

Se criticaba que tenían sueldos exageradamente altos, aunque si hubiesen sido extranjeros eso no se mencionaría; buenos planes médicos, de adquisición de vivienda y de jubilación; que eran prepotentes y que vivían alejados de la problemática del país. Realmente los sueldos estaban dentro del 75 percentil de las mejores empresas de Venezuela, el plan médico y de viviendas era muy bueno, como corresponde a una empresa que debe tener responsabilidad social con sus trabajadores. El plan de jubilación era contributivo y muy inferior al de la mayoría de las instituciones del Estado. La acusación de prepotencia tiene mucho de verdad, aunque no es exclusiva de los petroleros.

¿Indiferentes al acontecer nacional y quinta columna de las transnacionales?

Los trabajadores petroleros teníamos conciencia de que era importante para el país que su principal industria se manejara como un negocio, sin injerencia política partidista. Por ello, durante la etapa de una democracia imperfecta, pero perfectible, nos abocamos exclusivamente al trabajo. En febrero del 2002 comprobamos que el presidente Chávez quería poner a Pdvsa y filiales al servicio de su proyecto político, por lo que reaccionamos en defensa de la empresa y, después de conversaciones sin resultado, iniciamos un paro el 5 de abril. Aclaramos a quienes sostienen que los petroleros eran instrumento de las transnacionales y actuaban en defensa de estas, que los siete trabajadores despedidos con el pito el 7 de abril, así como la mayoría de los casi 23.000 despedidos posteriormente, nunca trabajamos con las compañías extranjeras, y quienes trabajaron en ellas también evidenciaron los mismos principios y valores en defensa de los intereses de Venezuela.

Después de que Chávez regresó al poder, el 14 de abril, pidió perdón, reenganchó a los siete despedidos y a los jubilados prematuramente, los petroleros decidimos que había que hacer algo. A principios de julio creamos la Asociación Civil Gente del Petróleo, para contribuir a mejorar la relación petróleo-sociedad, y el sindicato Unapetrol para la defensa de los trabajadores, ante la arremetida que era de prever. Ante el paro cívico del 2 de diciembre del 2002, Gente del Petróleo y Unapetrol no convocaron a sus miembros, sino que estos se sumaron motu proprio. Algunos nos criticaron porque no éramos quiénes para desatar una huelga que podría derrocar al gobierno. La respuesta es sencilla: por mandato constitucional, todos estamos obligados a contribuir a la restauración de nuestra Carta Magna cuando esta es violada, como era y es evidente. 

A raíz de los despidos, Gente del Petróleo y Unapetrol tuvieron que dedicarse prioritariamente a denunciar los atropellos del régimen, apoyar a los partidos políticos y al resto de la sociedad civil en la lucha para recuperar la democracia y contribuir en la elaboración de planes para recuperar la industria petrolera. Al frente de Gente del Petróleo estuvo Juan Fernández, desde el 2002 al 2004, quien esto escribe estuvo entre esa fecha y el 2014 y hoy la Coordinadora Nacional es Beatriz García. Tenemos delegados en 16 estados de la república y todos somos también miembros de Unapetrol, al frente del cual están Horacio Medina y Antonio Méndez. Por defender a nuestra empresa y a la democracia perdimos nuestra carrera en Pdvsa, quedamos sin jubilación, sin prestaciones y sin fondo de ahorros, pero después de 19 años seguimos presentes y comprometidos en la lucha por la democracia, sin aspirar a poder político alguno.

29-6-21

eddiearamirez@hotmail.com

Las opiniones emitidas por los articulistas son de su entera responsabilidad. Y no comprometen la línea editorial de RunRun.es

Gente del Petróleo y Unapetrol: 18 años

Esta semana se cumplen 18 años de la creación de dos organizaciones inéditas en el acontecer venezolano. El 3 de julio de 2002 empleados de una empresa del Estado tomaron la iniciativa de registrar la Asociación Civil Gente del Petróleo y el sindicato Unapetrol. ¿Qué motivó a los empleados petroleros a tomar esta iniciativa?

Cabe recordar que los empleados petroleros nunca habían participado en  protestas y mucho menos en paros o huelgas. Solo se habían producido conflictos de los trabajadores de la nómina diaria con las transnacionales y con Pdvsa para exigir aumentos de salarios, mejores beneficios sociales y reclamar violaciones al contrato colectivo.

El único antecedente fue en 1975, en vísperas de la estatización cuando, por iniciativa del gran luchador Gustavo Coronel, un grupo de empleados creó Agropet, para hacer ver al gobierno nacional la necesidad de respetar la estabilidad laboral. Y que la nueva empresa, Pdvsa, se manejara como un negocio

El presidente Chávez requería tomar por asalto a Pdvsa para ponerla al servicio de su proyecto político. Los petroleros nos opusimos desde febrero del 2002 a su politización.

Cuando nos reunimos con la sociedad civil algunos nos dijeron que nos apoyaban solo porque visualizaban la posibilidad de salir de Chávez. Evidentemente existía un cortocircuito entre muchos ciudadanos y la industria petrolera y sus trabajadores.

La gente del petróleo pisa tierra

De allí surgió la idea de crear la asociación para lograr una mejor relación, promesa que hizo Juan Fernández el 12 de abril 2002 en la plaza de la Meritocracia. Los petroleros entendimos la necesidad de que el resto de los venezolanos conociera las complejidades de nuestra principal industria. También que supieran que su personal, aunque bien remunerado y con excelentes beneficios sociales, no devengaba más del 75 percentil de los sueldos de las mejores empresas venezolanas y con un  plan de jubilación no indexado.

De nuestro lado, debíamos corregir la prepotencia de algunos, así como la concepción un tanto generalizada de que nuestro deber era solo operar eficientemente para suministrar al fisco los recursos para el desarrollo del país. Desde luego que esta era la principal obligación, pero sin duda descuidamos nuestra relación con el entorno.

Veintidós empleados constituimos Gente del Petróleo. Al frente de la misma estuvo Juan Fernández hasta octubre del 2004. Lo sustituyó quien esto escribe hasta el 29 de mayo del 2014. Desde esa fecha, la coordinadora nacional es Beatriz García. Los primeros años fueron de muy elevado perfil en los medios, y Fernández fue integrante de la Coordinadora Democrática, cuando se pensaba que se podía repetir otro 11-12 de abril 2002.

Los años siguientes fueron de denuncias sobre los innumerables accidentes por malas operaciones, falta de inversión y de mantenimiento, solicitudes de investigación y denuncias ante la Fiscalía General y Defensoría del Pueblo, sobre estos hechos y sobre violaciones a la Constitución. También dimos  apoyo a los partidos políticos en los procesos electorales. En los últimos años continuamos con estas denuncias y elaboramos un Plan Táctico de Emergencia como parte del Plan País, para garantizar la continuidad de las operaciones petroleras, de gas y petroquímicas al salir de la narcodictadura.

Gente del Petróleo cuenta con un equipo coordinador integrado por delegados en 16 ciudades, ubicadas en diez estados y en la capital del país. Sus miembros son los trabajadores de todas las nóminas despedidos ilegalmente por razones políticas en 2002-2003.

Unapetrol, el sindicato

Unapetrol es un sindicato de empleados creado para defender los intereses de sus asociados y la meritocracia ante los atropellos de la dictadura de Chávez-Maduro. Está reconocido por la Confederación de Trabajadores de Venezuela (CTV) y por la Organización Internacional del Trabajo, pero arbitrariamente el régimen ha impedido su legalización en Venezuela. Lo preside Horacio Medina quien, junto con Antonio Méndez, lleva a cabo las actividades internacionales y nacionales. Unapetrol no ha realizado elecciones por estar afiliado a la CTV y no aceptar las condiciones impuestas por la dictadura.

Ocho miembros de estas organizaciones tuvieron que exiliarse, entre ellos Juan Fernández y Horacio Medina, por tener una arbitraria orden de captura. Mientras que 180 fueron sancionados con multas y reparos por supuestos daños durante el paro cívico de diciembre 2002.

Muchos compañeros emigraron al tener prohibición de trabajar en Venezuela, otros han fallecido, algunos por falta de atención médica adecuada. La mayoría sigue en el país trabajando en actividades no petroleras. Nos robaron las prestaciones y el Fondo de Ahorros, pero ninguno se ha vendido. Seguimos presentes y comprometidos para contribuir con el restablecimiento de la democracia, la formación ciudadana y el manejo eficiente de las empresas del Estado.

Nuestro agradecimiento a quienes nos han apoyado, especialmente a los valientes comunicadores sociales.

Como (había) en botica

* Falleció la doctora Clarisa Sanoja, un ejemplo de la valiente mujer venezolana luchadora contra las dictaduras. ¡Sufrió crueles torturas en tiempos del dictador Pérez Jiménez¡

* ¡No más prisioneros políticos, ni exiliados!  

eddiearamirez@hotmail.com

 

Las opiniones emitidas por los articulistas son de su entera responsabilidad y no comprometen la línea editorial de RunRun.es

Eddie A. Ramírez S. Feb 27, 2018 | Actualizado hace 4 días
Prohibido flaquear

Petróleo10

Descartes nos enseñó a dudar. La ciencia ha logrado grandes avances gracias a que algunos ponen en duda lo que se daba por sentado. La duda es necesaria para no precipitarnos en la toma de decisiones. Sin embargo, es de timoratos seguir dudando cuando se tienen evidencias incontrovertibles de un hecho. Nuestra dirigencia política debe aceptar que llegó la hora de la verdad, como se dice en términos taurinos. Terminó la faena y es necesario despachar al toro. Desde luego que es en sentido figurado. No estamos frente a un toro de lidia porque el de Miraflores carece de trapío, por lo tanto el despacho solo se refiere a sacarlo del despacho que usurpa, es decir devolverlo a los corrales por mal desempeño…

Tal día como ayer, hace dieciséis años, se produjo un hecho inédito en la historia venezolana de las empresas del Estado. Los treinta cuatro más altos ejecutivos de la industria petrolera no dudamos en realizar un pronunciamiento público titulado ¡Salvaguardemos a Pdvsa!, alertando a la ciudadanía de la intención de Chávez de tomar por asalto a Pdvsa y filiales para poner sus recursos al servicio de su “revolución”. Efectuamos ese pronunciamiento, apoyado mayoritariamente por el resto del personal, porque teníamos pruebas evidentes de la intención de politizar a la empresa. Desde entonces y hasta la fecha, los petroleros agrupados en la Asociación Civil Gente del Petróleo y en Unapetrol no hemos dado ni un paso atrás en defensa de principios y valores.

En general, nuestra dirigencia  política se ha debatido en dudas de cómo enfrentar a un régimen que en sus inicios fue autoritario y violador de la Constitución y se convirtió en una dictadura totalitaria, cercana al narcotráfico y al terrorismo islámico. Marchas y contramarchas han terminado por desanimar a muchos. Sin embargo, llegó el momento de apartar las dudas y tomar una decisión unitaria y frontal.

En esta etapa hay que reconocer que la dirigencia ha estado a la altura de las circunstancia y en sintonía con lo que piensa la mayoría del país y del exterior: no aceptar la convocatoria a una elección donde el régimen descartó a algunos candidatos enviándolos a la cárcel, al exilio o inhabilitándolos, y, además, con un CNE tramposo y con la espada de Damocles de una Constituyente espuria que se atribuyó la potestad de hacer lo que le dé la gana a Maduro.

El distinguido Eduardo Fernández, sin duda un ciudadano intelectualmente honesto y que siempre ha luchado por una mejor Venezuela, sostiene que con este mismo CNE ganamos la mayoría de diputados en el 2015. También que, al ser mayoría, si presentamos un candidato y un plan de gobierno unitario, y nos organizamos para defender los votos lograríamos sacar a Maduro por la vía electoral. Fernández tiene algunos puntos válidos al señalar que la dirigencia opositora no realizó el trabajo adecuado, pero debería considerar otros aspectos.

Un analista ponderado como es Tulio Hernández, señaló en su artículo del domingo titulado “Hacer lo correcto”, que vivimos una etapa similar a la del dictador Pérez Jiménez cuando asesinó a Ruíz Pineda, cometió el fraude en la elección de la Constituyente y sacó del juego político a URD. Hoy, sostiene Hernández, “con la prisión de Leopoldo López  y el fraude de la Constituyente, quedó claro que se clausuraba la salida política. De ahora en adelante tenemos la certeza de que no se puede ir a elecciones sin condiciones justas y, además, convocadas por un ente ilegítimo. Puede venir un período de oscuridad mayor. Como el que dicen ocurre cuando se avecina el día”.

Por su parte, el general Fernando Ochoa Antich, un militar civilista, en su artículo “La salida militar”, dice que “la única manera de encontrar una alternativa a la violencia es solicitarle al CNE la convocatoria a elecciones, justas y transparentes, en el mes de diciembre de este año, o en una fecha más cercana, pero no en abril de 2018. Al cerrar esta posibilidad ha abierto el camino de una posible salida militar”. Ochoa cita el artículo 333  y escribe que “Esta norma constitucional obliga a cualquier miembro de la Fuerza Armada Nacional, como también a todo venezolano, a realizar las acciones que sean necesarias para contribuir en el restablecimiento de su vigencia. Es deber del ministro de la Defensa, del Alto Mando Militar y de todos los cuadros de la institución armada valorar la constitucionalidad del gobierno de Nicolás Maduro”.

Ojalá Henry Falcón recapacite y aspiramos que el resto de la dirigencia no olvide que no es asunto de fechas, sino de condiciones ¡Prohibido flaquear!

Como (había) en botica: En la Dirección de Inteligencia Militar ubicada en Boleita torturan a los detenidos. La luchadora Mercedes Montero nos envió una reseña del documental “Mujeres del caos venezolano”, de Margarita Cadenas, que será presentado en marzo en el London Human Rights Watch Festival. El diablo predicando moral:   Rafael Ramírez se queja de los atropellos del régimen en su contra, pero  olvida su amenaza de  sacar de Pdvsa a carajazos a quienes no fuesen rojos-rojitos¡No más prisioneros políticos ni exiliados!

eddiearamirez@hotmail.com

Negociación: ¿quiénes, qué y cómo?

negociacion

 

La negociación es un arte y  una ciencia. No todos estamos capacitados para pontificar sobre lo que debe ser una negociación o pretender ser actores de la misma. Sin embargo, existen ciertos principios básicos de sentido común que pueden ayudarnos a  los no expertos  a ser más tolerantes para no interferir en determinada negociación y para no descalificar a los negociadores. ¿Quiénes deben participar en la negociación, qué se puede acordar  y cómo garantizar que se cumpla lo acordado son aspectos elementales?

 

No todos los dolientes o stakeholders pueden participar en una negociación. Por ejemplo, si alguien tiene un 2% de las acciones de un determinado negocio, no puede pretender sentarse de tú a tú en una mesa de negociación cuando hay accionistas que tienen 20 y más por ciento, pero los minoritarios deben ser escuchados.

 

Hay otros casos,  como en las negociaciones políticas, en las cuales no hay accionistas, sino grupos afectados en mayor o menor grado que aspiran participar en cualquier negociación. Como es difícil determinar cuántas “acciones” tiene cada grupo, lo deseable es que algunos  tengan una dosis de humildad que les permita entender que deben tener  voz,  pero que no pueden ser protagonistas. Dos ejemplos pueden ilustrar este punto. En el 2003 no faltaron reclamos de por qué no se incluyó a un petrolero en la Mesa de Negociación y Acuerdos, ya que como grupo era  el más afectado por el paro.  Sin embargo,  la presencia de un petrolero  hubiese entrabado un acuerdo, ya que el régimen necesitaba tomar Pdvsa. Ahora surge el reclamo para que haya una representación de los presos políticos, pero hay que considerar que el régimen nunca reconocerá su existencia, por lo  que cualquier acuerdo para ponerlos en libertad tiene que ser sin mención específica.

 

Aceptemos que estamos razonablemente bien representados en los negociadores actuales. Sería preferible que no estuviese quien  haya dado declaraciones blandengues y hasta entreguistas, pero no por ello debemos descalificar al grupo.

 

A pesar de que algunos le achacan al paro de diciembre del 2002 todos los males, recordemos que, gracias al mismo, se lograron acuerdos  positivos, tales como la realización del referendo revocatorio presidencial, elegir un árbitro electoral confiable, separación e independencia de los poderes públicos,  limitar el uso de la fuerza por parte del Estado,desarme de la población civil, organismos policiales dirigidos por civiles, respeto a la libertad de expresión y a los derechos humanos. Es decir que fue una negociación exitosa. La falla estuvo en que ni el grupo de países amigos, ni el Secretario General de la OEA, ni la oposición presionaron para que el régimen cumpliera lo acordado.

 

En la presente negociación los objetivos del régimen difieren de los de la oposición, pero quizá es posible que se puedan lograr algunos acuerdos que permitan la salida de Maduro, aunque sea cuando finalice su mandato, así como que la Asamblea Nacional recupere sus atribuciones y se permita el canal humanitario. También que, por debajo de la mesa se logre la libertad de los presos políticos. Ahora bien, para que el régimen acate lo acordado, los cancilleres de México, Paraguay y Chile, así como la oposición unida deben presionar para que se cumplan.

 

Cuando cesen las pasiones se reconocerá el papel que jugó el paro de diciembre del 2002. No solo porque obligó al régimen a negociar, sino porque evidenció que la sociedad venezolana es indoblegable ante una dictadura. Muchos prefirieron perder sus negocio o sus empleos  para defender principios y valores de la democracia. A 15 años de ese paro, debemos recordar  a Carlos Ortega y a Carlos Fernandez. A Juan Fernández, entonces presidente de Gente del Petróleo, quien  tuvo un importante papel en la Coordinadora Democrática y ante los medios de comunicación. A Horacio Medina, presidente de Unapetrol, así como al resto de los trabajadores despedidos de Pdvsa, a Enrique Mendoza y al equipo de políticos y de la sociedad civil que diariamente se reunían en la Coordinadora Democrática.

 

Mañana tirios y troyanos reconocerán el papel de los jóvenes que fueron asesinados por guardias nacionales, policías y paramilitares rojos. También, aunque a veces no estamos de acuerdo con sus posiciones, la tenacidad en la lucha de María Corina Machado, Antonio Ledezma y Leopoldo López, pero igualmente  la de otros líderes políticos como Borges que apostaron por la negociación.  Hay razones para dudar de que en Santo Domingo se logren acuerdos favorables a la democracia, pero tenemos que apostar a que tenga éxito.

 

Como (había) en botica: Nombrar a Alí Rodríguez presidente honorario de Pdvsa es como designar a Catón alcalde honorario de Cartago. El valiente teniente Rafael Arreaza tenía derecho a su libertad. Lamentamos que le costara la vida. La medida de encarcelamiento de los corruptos gerentes de Pdvsa y de falsos empresarios se debe a la necesidad de rescatar a Maduro del foso, pero es imposible lavarle la cara. Felicitamos al distinguido geólogo Hans Kraus por el premio que le otorgó  la American Association of Petroleum Geologists. Lamentamos el fallecimiento del compañero Frank Castro y del ingeniero petrolero Orlando Salazar ¡No más prisioneros políticos, ni exiliados!

eddiearamirez@hotmail.com

Carta pública a Alí Rodríguez Araque

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Dr. Alí Rodríguez Araque:

 

Doctor Rodríguez, a 15 años del paro cívico convocado por todos los partidos de oposición agrupados en la Coordinadora Democrática, la Confederación de Trabajadores de Venezuela y Fedecámaras, al cual nos sumamos miles de trabajadores de Pdvsa, cabe recordar algunos hechos de los que usted fue protagonista, así como las nefastas consecuencias de su actuación.

 

1- En febrero del 2002 los trabajadores de Pdvsa iniciamos protestas por la designación de cinco Directores de la empresa que no cumplían los requisitos de mérito. Fuimos despedidos por televisión y con un pito siete trabajadores y catorce fueron jubilados. El conflicto  culminó con la renuncia de Chávez, después de la masacre del 11 de abril. Al regresar al poder, Chávez pidió perdón al país y a los petroleros, fuimos reenganchados en nuestros cargos y lo designó a usted como presidente de Pdvsa. Recibimos su nombramiento esperanzados de que se desterrara de la  empresa la política partidista promovida por los doctores Ciavaldini y Gastón Parra.

 

2- Lamentablemente, usted  no pudo o no quiso frenar a un grupo de militantes rojos que aspiraban escalar posiciones desplazando a quienes participaron activamente en el conflicto en defensa de la meritocracia.  Este grupo desató una guerra psicológica y, paralelamente, abogados relacionados con usted introdujeron una solicitud de averiguación penal en contra de varios de nosotros y una Comisión de la Asamblea Nacional exhortó al Poder Ciudadano a determinar responsabilidades civiles y penales.

 

3- Entre mayo y noviembre del 2002, Horacio Medina, presidente del sindicato Unapetrol, se reunión con usted para expresarle “tanto la preocupación, como el malestar creciente de los trabajadores ante la situación de persecución e ideologización política que se adelantaba con su anuencia”. Además, desde comienzos de noviembre, Medina le consignó evidencia del Plan de Contingencia paralelo, el cual no tomaba en cuenta la línea de mando operacional.

 

4- Como usted sabe, ni Gente del Petróleo, ni Unapetrol convocaron al paro, pero miles de trabajadores se sumaron al mismo por estar conscientes de que era necesario realizar alguna acción para defender la democracia. El 3 de abril los trabajadores concentrados en Chuao fueron agredidos por la Guardia Nacional. Además, al día siguiente usted convocó  a través de Venezolana de Televisión, a grupos paramilitares para que hicieran acto de presencia en las instalaciones de Pdvsa. Usted autorizó la militarización de la empresa y el 7 de diciembre asumió plenos poderes y destituyó a los gerentes de las áreas operacionales, lo cual amplió el número de trabajadores sumados al paro cívico.

 

5- Dr. Rodríguez, usted es el responsable del deterioro de la industria petrolera, al despedir ilegalmente a casi 23.000 trabajadores, de los cuales 762 eran ejecutivos, 12.371 profesionales y técnicos y 5.659 obreros especializados, además de unos 2.500 profesionales de la empresa mixta Intesa y un número no determinado que nunca fue oficialmente despedido, pero a los cuales no se les permitió ingresar a la empresa. Entre los despedidos se encontraban trabajadores en reposo médico, permiso pre o post natal y de vacaciones. En mi caso, usted tuvo el descaro de despedirme con fecha de abril del 2003, a pesar de que yo había entregado mi cargo el 30 de octubre del 2002 por tener aprobada la jubilación, la cual me fue retirada.

 

6- Dr. Rodríguez, usted es responsable de haberle causado un gran daño no solo a la empresa, sino al país. La Organización Internacional del Trabajo calificó como huelga nuestra acción y como tal no procedían los despidos. Sin embargo usted quiso complacer a su jefe Chávez, quien consideraba imprescindible “tomar esa colina que era Pdvsa” , para poder garantizar la consolidación de su proyecto revolucionario. Se perdieron un cuarto de millón de años de experiencia. Usted cometió no solo un genocidio laboral, sino una gran estupidez que le ha salido muy cara Venezuela.

 

7- Dr. Rodríguez, como usted sabe, en el 2001 Pdvsa producía 3.267.000 barriles por día, con 69.284 trabajadores (40.955 propios y 28.329 contratados). En octubre de este año, según la OPEP, la producción de crudo fue de solo 1.863.000 barriles por día y el número de trabajadores, según Informe Pdvsa 2016, es de 164.370 trabajadores (110.648 propios, 22.679 contratados y 31.043 que laboran en actividades no petroleras). Además, las refinerías están deterioradas, la empresa excesivamente endeudada y debe importar  petróleo y gasolina. Todo ello es consecuencia de su irresponsable decisión de despedir a miles de trabajadores.

 

8- Dr. Rodríguez, además de la herencia anterior, usted dejó a su protegido Rafael Ramírez, quien  terminó  de politizar a la empresa, además de desviarla de su misión, de no realizar las inversiones requeridas  y de  permitir una gran corrupción. Para continuar el círculo perverso de ineficiencia y corrupción, Rafael Ramírez dejó en Pdvsa a Eulogio Del Pino.  Hoy, Pdvsa está presidida por el cuestionado general Manuel Quevedo, quien inició su gestión mintiendo, al atribuir a sabotaje de los recién detenidos  la caída de la producción. ¿Está usted satisfecho del papel destructor de nuestra principal empresa, la cual fue motivo de orgullo de los venezolanos y alabada  en el mundo entero? Lástima que un hombre inteligente y preparado como usted se dejara arrastrar por el fanatismo de una ideología que fracasó en todas partes en la que se implantó.

 

Eddie A. Ramírez S.

C-2.111.366

 

eddiearamirez@hotmail.com

Gente del petróleo y Unapetrol presentaron ante la Asamblea Nacional situación crítica de PDVSA

gentedelpetroleo

 

Con el fin de denunciar la violación de los derechos laborales de los más de 20 mil trabajadores injustamente despedidos de Pdvsa entre 2002 y 2003, a raíz del Paro Cívico Nacional y la situación por la que atraviesa la Industria Petrolera se reunieron los representantes de la Asociación Civil Gente del Petróleo y del Sindicato Unapetrol, con el vicepresidente de la Asamblea Nacional Enrique Márquez y la Presidenta de la Comisión Permanente de Política Interior Delsa Solórzano.

Los dirigentes petroleros entregaron un escrito donde de manera documentada aportan información relevante sobre las acciones jurídicas laborales emprendidas, tanto a nivel nacional como internacional, en defensa de estos trabajadores. “Consideramos que hay una esperanza en el país de que se cumplan las leyes y se respeten los convenios internacionales suscritos por Venezuela, y que el caso del despido de los trabajadores petroleros, calificado por expertos como un “genocidio laboral”, sea discutido e investigado por el Poder Legislativo, ya que el Estado Venezolano tiene una deuda moral y material con estos trabajadores, a quienes no solo dejaron sin trabajo, sin prestaciones sociales, confiscaron sus ahorros, su fondo de pensiones, sino que persiguieron, segregaron y sometieron al escarnio público”.

Recomendaron la conformación de una Junta de Conciliación y Recomposición que genere un plan de reconocimiento por acuerdo entre las partes, que examine las distintas variables en los casos diversos de los trabajadores afectados. “Estamos conscientes de las dificultades que tiene la Asamblea Nacional como Poder Legislativo para enfrentar la crisis económica, social y política por la que atraviesa la  nación. Sin embargo, tenemos la seguridad que podrá sentar las bases jurídicas que permitan resolver de la mejor manera, este conflicto laboral de los más de 20 mil trabajadores injustamente despedidos de Pdvsa entre 2002-2003, tan pronto se rescate la institucionalidad democrática y Venezuela pueda cumplir los convenios y tratados internacionales que ha suscrito”.

Dentro del documento se contempla un análisis de la situación operacional de Industria Petrolera y Petroquímica Nacional y se hacen propuestas para su recuperación en el corto, mediano y largo plazo.

Destacan en su presentación que la estatal petrolera ha triplicado su personal y diversificado sus actividades hacia áreas que nada tienen que ver con el negocio medular. Como consecuencia, Pdvsa perdió la  capacidad de cumplir con sus planes, la producción ha disminuido significativamente, los accidentes se han multiplicado, el endeudamiento ha crecido de manera exponencial y la corrupción no solo la ha vulnerado financieramente, sino que ha dañado su imagen y reputación. Ahora, en lugar de ser fuente de ingresos para el país, Pdvsa basa su subsistencia en endeudamiento con el Banco Central,  que monta a 145.000 MM$.

Consideran que recuperar a Venezuela pasa por recuperar  a su industria petrolera. “Es importante destacar –expresan- que se estima que apenas quedan unos veinticinco o treinta años con los hidrocarburos en plan estelar. El cambio climático ha hecho que los países desarrollados multipliquen sus esfuerzos por generar energías alternas y la Matriz Energética estimada para el 2050 muestra una menor participación porcentual de los hidrocarburos. Por ello es imperativo rescatar desde ya la industria petrolera venezolana, para ubicarla nuevamente como palanca de despegue del aparato productivo nacional”

Gente del Petróleo y Unapetrol en su documento proponen como acciones inmediatas la realización de auditorías técnico–operacionales-ambientales-financieras y de procesos administrativos en las principales áreas del negocio y en los programas de responsabilidad social. Ello a objeto de disponer de un diagnóstico adecuado que permita jerarquizar y establecer el mejor curso de acción. Igualmente, la realización de interpelaciones a los responsables del deterioro de la IPPN para que aporten información que enriquezca el diagnóstico de esta industria.

Igualmente, recomiendan que una vez obtenido un diagnóstico de la industria, resulta indispensable identificar el perfil del personal prioritario para garantizar la continuidad de las operaciones. En este orden de ideas, se hace imperativo considerar en la cadena de valor de la IPPN desde la exploración, producción, procesamiento hasta la comercialización, la identificación de las debilidades, haciendo énfasis en aseguramiento de áreas de mucha criticidad como la generación de electricidad, refinerías y llenaderos de combustible, para implantar  planes y acciones de recuperación. Adicionalmente, es importante la búsqueda de   financiamiento a objeto de lograr victorias tempranas en el incremento de la producción.

Por último los representantes de Gente del Petróleo y Unapetrol ofrecieron poner al servicio de la Asamblea Nacional el conocimiento y la experiencia que sobre la materia de los hidrocarburos poseen sus asociados, como apoyo a la gestión de los diputados, cuando estos así lo requieran.