La localidad turística de Puerto Vallarta, en el estado de Jalisco, amaneció el sábado aliviada al comprobar que los efectos de Patricia, que tocó tierra como huracán categoría 5, fueron mucho más leves de lo esperado.
Por la mañana, los turistas salían a las calles a tomarse ‘selfies’ junto a una escultura que preside la bahía mientras los propietarios de negocios barrían los restos dejados por la tormenta.
«Afortunadamente aquí no pasó nada», dijo Maximiliano Macedo, un vecino de la ciudad que paseaba el sábado por la mañana con su mujer con la curiosidad de ver los efectos de Patricia, el huracán para el que se habían preparado con preocupación pero que, finalmente, pasó casi de largo por su localidad.
Patricia chocó el sábado contra la Sierra Madre Occidental y dejó de ser el gran huracán que amenazaba México. El sábado por la mañana se degradó a tormenta tropical, con vientos sostenidos máximos de 80 kilómetros por hora (50 millas por hora).
La tormenta se encontraba el sábado a unos 55 kilómetros (35 millas) al noreste de Zacatecas, en el centro del país, y se movía hacia el norte-noreste a una velocidad de 33 kilómetros por hora (21 millas por horas), en dirección a Texas.
Pese a su pérdida de fuerza, las autoridades mexicanas mantenían la alerta por los riesgos de inundaciones y deslaves causados por lluvias torrenciales.
Enrique de la Madrid, secretario federal de Turismo, dijo que las montañas de Jalisco sirvieron de «de barrera» para evitar que parte del viento llegara a lugares como Puerto Vallarta y confió en que a lo largo del sábado pudieran restablecerse los vuelos comerciales desde este estado.
En Barra de Navidad, una localidad turística del estado de Jalisco y por donde Patricia tocó tierra como el huracán más potente registrado en el hemisferio, «las olas eran impresionantes», explicó Domingo Hernández, trabajador de un hotel que quedó parcialmente inundado.
El momento más complicado fue en torno a las 7 de la tarde del viernes, poco después de que el huracán impactara en la costa. «Todas las calles están llenas de árboles caídos (…), postes, cables».
El huracán Patricia seguía debilitándose el sábado y remitió hasta la categoría 1 de tormentas a su paso sobre México.
Los vientos sostenidos máximos de la tormenta alcanzaban los 122 kilómetros por hora (75 millas por hora) y se esperaba que siguiera perdiendo velocidad con rapidez.
La tormenta tocó tierra el viernes por la noche en la costa mexicana del Pacífico como un monstruoso huracán de Categoría 5 con vientos sostenidos máximos de 270kph (165 mph).
El centro de Patricia se encontraba unos 80 kilómetros (50 millas) al sur suroeste de Zacatecas, México, y avanzaba se movía hacia el nor-nordeste a casi 33 kph (21 mph).
El huracán Patricia se ha debilitado a tormenta de categoría 2, con vientos sostenidos de 155 kilómetros por hora (165 millas por hora).
La tormenta tocó tierra el viernes por la noche en la costa mexicana del Pacífico como un monstruoso huracán de Categoría 5 con vientos sostenidos máximos de 270kph (165 mph).
Sin embargo, el sistema perdía fuerza con rapidez conforme se internaba en una región montañosa y se alejaba de la costa.
El vórtice de la tormenta estaba el sábado de madrugada 215 kilómetros (135 millas) al suroeste de Zacatecas, México.
Hasta el momento se han registrado inundaciones y deslaves, pero no hay noticias de víctimas mortales o daños graves, señalaron las autoridades.