En la clínica Herrera Lynch dicen que reciben mis reclamos de manera constructiva y que están dispuestos a corregir cualquier aspecto. Pues aquí tienen la lista de hechos
Anteayer (10/11/2021), la clínica Herrera Lynch respondió al artículo Mi lamentable experiencia pariendo en la clínica Herrera Lynch, de mi autoría. Aprovecharon el espacio para la autopromoción, remarcando su “compromiso inquebrantable de garantizar servicios integrales de salud a la madre y al niño, de calidad y con estricta sujeción a las normas que regulan el parto humanizado en Venezuela”. Negaron algunas de las denuncias, evadieron otras y desacreditaron mis afirmaciones, calificándolas como cuestionables, incongruentes, infundadas, aventuradas, desequilibradas, poco fidedignas, subjetivas, imprecisas y extemporáneas.
Dejando de lado cualquier opinión, los hechos son:
● Que el baño del cuarto donde estuvimos durante el trabajo de parto estaba sucio y hubo que mandarlo a limpiar para poder usarlo.
● Que la habitación que me asignaron tenía manchas en las paredes e insectos.
● Que la primera pregunta que le hicieron a mi esposo cuando fue a ver a la bebé al retén fue si teníamos fórmula, contraviniendo la norma de la clínica de privilegiar la lactancia materna exclusiva.
● Que no nos entregaron lencería para la cuna de la bebé ni para mi acompañante.
● Que el plan de la enfermera del retén, dicho por ella misma, era mantener a la bebé allí hasta el día siguiente y no fue sino hasta que mi esposo la fue a buscar por segunda vez, que accedieron a entregárnosla.
● Que durante las casi 4 horas que tuvieron a la bebé en el retén, le administraron, sin que estuviese indicado ni autorizado por nosotros, una fórmula o suero, a sabiendas de que nuestro plan era alimentarla con lactancia materna exclusiva.
● Que la enfermera que nos recibió en la habitación no estaba informada sobre mi caso y me prohibió incorrectamente beber agua e ingerir alimentos.
● Que nadie me ofreció orientación alguna sobre lactancia materna.
● Que una de las enfermeras comentó que el enfermero del turno anterior no había completado la información sobre los medicamentos que me había administrado y ahora ella tenía dudas sobre lo que yo debía recibir.
● Que mi bebé no fue vacunada contra la hepatitis B y no se nos informó que debíamos hacerlo durante los primeros días de vida.
● Que a mi bebé no le practicaron la “prueba del talón” para detectar afecciones congénitas y tampoco se nos informó que debíamos hacerla durante los primeros días de vida.
● Que no nos entregaron informes de las evaluaciones pediátricas que se le practicaron a la bebé.
● Que aún no me han contestado el correo electrónico dirigido a la dirección de la clínica (direccionmedicaherreralynchsc@gmail.com) el 6 de octubre, donde pedí datos de dichas evaluaciones.
● Que, una vez publicado mi artículo, nadie de la clínica se comunicó conmigo para atender mis reclamos.
● Que cuando contacté a la directora de la clínica, la Dra. Sorelys Becerra, por su teléfono celular, el 3 de noviembre, leyó mi mensaje y lo dejó sin respuesta.
Se quejan de que mis afirmaciones ponen en tela de juicio la honorabilidad de su personal, pero me temo que de eso se encargaron las enfermeras que se negaron a recibir y enfriar mi compresa de gel alegando que era muy probable que se perdiera.
Dicen, sin embargo, que reciben mis reclamos de manera constructiva y que están dispuestos a corregir cualquier aspecto que pudiera ser objeto de mejoramiento. Pues ahí tienen la lista.
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