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Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación

FAO: Sudamérica sufre un aumento del hambre arrastrada por Venezuela

 

El hambre creció en 2017 en América Latina y el Caribe hasta afectar a unos 39 millones de personas debido a la desaceleración económica en Sudamérica, marcada especialmente por el caso de Venezuela, explicó este martes la ONU.

Las últimas estimaciones del informe sobre el estado de la seguridad alimentaria y la nutrición en el mundo, que varias agencias de Naciones Unidas publican cada dos años, revelan un deterioro de la situación a nivel regional, donde el número de personas que padecen hambre pasó de 38,9 millones en 2016 a 39,3 millones en 2017 (el 6,1% de la población).
Aunque el nivel de hambre es relativamente bajo en comparación con otras regiones, ese aumento en Latinoamérica se explica sobre todo por la desaceleración económica en América del Sur, afirmó a Efe el director de Estadística de la Organización de la ONU para la Alimentación y la Agricultura (FAO), José Rosero.
En esa zona, la prevalencia de la subalimentación (o carencia crónica de nutrientes) subió del 4,7% de la población en 2014 al 5% proyectado para 2017 o, en términos absolutos, de 19,3 millones de habitantes a 21,4 millones.
Dicha tasa disminuyó en el mismo periodo dos puntos en el Caribe, afectando al 16,5% de la población el año pasado (7 millones de personas con hambre) y seis décimas en América Central, hasta el 6,2% (11 millones).
El informe indica que la tendencia al alza en América del Sur puede ser el resultado de la persistencia de los precios bajos para la mayoría de los productos básicos exportados, especialmente el petróleo.
De esta forma, mermó la capacidad de importar alimentos, invertir en la economía por parte de los gobiernos y proteger a las personas más vulnerables ante la reducción de los ingresos fiscales.
«La desaceleración económica se observa en Sudamérica, que se explica especialmente por la situación de Venezuela», apuntó Rosero, que detalló que en el país la tasa media de subalimentación fue del 11,7% de la población entre 2015 y 2017 (3,7 millones de venezolanos en total), casi cuatro veces más que en el trienio 2010-2012.
El experto detalló que a nivel nacional proporcionan estimaciones con la media de tres años para suavizar la gran variabilidad en la información que manejan.
En toda la región, los mayores porcentajes de hambre en el último trienio se dieron en Haití (el 45,8% de su población, equivalente a 5 millones de personas), Bolivia (19,8% de población, 2,2 millones) y Nicaragua (16,2% de población, un millón).
Laureano Márquez P. Jun 04, 2015 | Actualizado hace 9 años
Esta FAO por Laureano Márquez

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 La FAO (Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación) le entrega al presidente Maduro un reconocimiento. Si no fuera porque la FAO es un organismo adscrito a la ONU, alguno podría decir que este premio tiene que ser  obra de algún jodedor y que se lo están vacilando; que el día de la entrega del premio, el director general bien podría agarrar al presidente por un brazo y señalando a un ángulo oculto decirle: «bienvenido a la cámara indiscreta».  Es que hasta parece un titular de esas noticias absurdas -pero que rayan en la verosimilitud dado el estado de surrealismo en el que vivimos-  con las que el Chigüire nos hace reír y reflexionar:  el presidente del país en el que la gente hace colas interminables al sol y compra por el terminal de su cédula y donde tenemos la inflación más alta del mundo y donde las fábricas de alimentos en manos del gobierno no producen o lo hacen mínimamente y donde el principal negocio de todo el mundo es el bachaqueo, recibe un premio  de la FAO.
Esta inquietante información nos obliga a indagar bien acerca de qué es la FAO por sus siglas en inglés y por Cristo misericordioso. La mejor manera en los tiempos que corren es eso que llaman «googlear». En  su página oficial, lo primero con lo que nos topamos es con sus objetivos estratégicos:
 El primero: «Alcanzar la seguridad alimentaria para todos y asegurar que las personas tengan acceso a alimentos de buena calidad que les permitan llevar una vida activa y saludable es la esencia de las actividades de la FAO«, aunque usted no lo crea. ¿Hay seguridad alimentaria en Venezuela? ¿Qué es seguridad alimentaria? La propia FAO ofrece esta definición: «La seguridad alimentaria de un hogar significa que todos sus miembros tienen acceso en todo momento a suficientes alimentos para una vida activa y saludable. La seguridad alimentaria incluye al menos: 1) la inmediata disponibilidad de alimentos nutritivamente adecuados y seguros, y 2) la habilidad asegurada para disponer de dichos alimentos en una forma sostenida y de manera socialmente aceptable (esto es, sin necesidad de depender de suministros alimenticios de emergencia, hurgando en la basura, robando o utilizando otras estrategias de afrontamiento)». Lo que sí es cierto a este respecto es que «todos» los miembros de un hogar venezolano, desde los más grandes hasta los niños deben incorporarse a la búsqueda de alimentos para poder completar el mercado necesario y además almacenar algo porque no siempre se consiguen los productos.  Por lo demás, aquí lo único «sostenido» en el tiempo es la cola que hay que hacer desde altas horas de la madrugada. ¿Será que alguien recuerda que aquí se pudrieron miles de kilogramos de comida mientras la gente pasaba necesidades por una mezcla de corrupción con desidia?
  Dice su web: «La FAO genera y comparte información importante sobre la alimentación, la agricultura y los recursos naturales en forma de bienes públicos mundiales». No se sabe quién le suministra la importante información a la organización. Suponemos que son los propios gobiernos premiados, porque de otra manera no se entiende por qué la  Venezuela premiada  en 2015 exportaba antes de 1999 el arroz que hoy importa  y tenía cabezas  de ganado acordes con su población, cabezas que hoy no existen. Hoy importamos carne y pollo y café y leche. Naturalmente, si las estadísticas las sacan teniendo en cuenta la regulación de 250 Bs. por kilogramo,  nuestro país tiene la carne más barata del universo, solo que hay un pequeño detallito: no se consigue.
     Definitivamente hay jaladas tan exageradas que no convienen ni al adulante ni al adulado, porque ambos quedan muy mal. En el caso del jalado, se hace mucho más evidente su incompetencia. Un premio a Maduro por logros en el terreno de la alimentación es un acto tan absurdamente desproporcionado que hasta los seguidores del comandante en su fuero muy interno habrán dicho: «¡pana, se pasaron!». En cuanto al jalador respecta, el premio descalifica a la organización que lo otorga. Es como si Human Rigth Watch le hubiese dado un premio de respeto a los derechos humanos a Pinochet, como si la FIFA tuviese comité de ética.
     En fin, no sé ustedes; lo que soy, yo me siento estaFAO.

@laureanomar