Orfandad archivos - Runrun

Orfandad

Sep 26, 2017 | Actualizado hace 7 años
Orfandad opositora (I) por Armando Durán

VENEZUELASOLA

 

¿Todos a una? Esa fue la fórmula que estuvo a punto de hacer el milagro en la elección presidencial de 2013 y que finalmente rindió sus ricos frutos en diciembre de 2015 al hacer posible la aplastante derrota del chavismo.

La Venezuela democrática pudo celebrar esas navidades por todo lo alto. El régimen, por supuesto, entró en crisis. Creada para ganar elecciones y nada más, este magnífico desenlace de las elecciones parlamentarias justificaba a plenitud la razón de ser de la MUD. Precisamente por eso sus promotores habían excluido de la alianza a las múltiples organizaciones de la sociedad civil, más que presentes en la desmantelada Coordinadora Democrática, pues estos grupos muy poco o nada aportaban al juego electoral. En algunas ocasiones, incluso, lo obstaculizaban. En ningún caso entendían la diferencia entre ser opositores, que es lo que hacen y deben hacer los partidos políticos sensatos, con experiencia, y ser disidentes, valga decir, dejarse llevar ciegamente por las pasiones para terminar siendo víctimas de una irracional falta de elasticidad, de “antipolítica”, enfermedad infantil incurable que debe ser erradicada para siempre del tablero político venezolano.

Las primeras señales graves de este conflicto entre opositores y disidentes se hicieron muy palpables en febrero de 2014, cuando Leopoldo López, Antonio Ledezma y María Corina Machado se solidarizaron con las protestas estudiantiles que habían estallado en la Universidad de los Andes. A partir de ese momento crucial, las protestas agitaron al país durante muchas semanas. La sangre derramada a raudales por los cuerpos represivos del régimen y la participación de los otros, o sea, de los opositores, en un “diálogo” convocado por Maduro para solucionar en Miraflores la incipiente crisis por la vía civilizada de la política, en ese punto dejaron al descubierto que la unidad no era tal. También mostraron las irreductibles insuficiencias de la MUD para enfrentar una realidad política que no fuera electoral, aunque lo pareciera. Una verdad evidente desde la primera elección trucada por el régimen, la de 1999, para seleccionar a los diputados la Constituyente de entonces: con 65% de los votos, el llamado Polo Patriótico ocupó 121 de sus 131.

Esta circunstancia fue la causa de que al cabo de cuatro meses de impactantes movilizaciones de protesta popular, la crisis política de Venezuela desembocara sin contratiempo alguno en el monumental fraude electoral del 31 de julio y en la claudicación inmediata de los cuatro principales partidos de la MUD a la hora de inscribir candidatos para las elecciones regionales, la oportunidad que en realidad ellos anhelaban, así fueran una burda trampa cazabobos.

Tras negarse el régimen a convocar el referéndum revocatorio del mandato presidencial de Nicolás Maduro obligó a la MUD, aun en contra de sus convicciones más firmes, a asumir –tremendismo que produjo la extraordinaria Toma de Caracas. Pero también, enseguida, la instalación de una Mesa de Diálogo, continuación del ensayo muerto y enterrado en las arenas dominicanas de Punta Cana, como último recurso para evitar que la sociedad civil, el caos de los nuevos tiempos, desplazara a los partidos del control político de la oposición. Este falso remanso de paz, sin embargo, duró muy poco, hasta que la burla del oficialismo hizo colapsar una vez más la opción del diálogo. Lamentablemente para el régimen y para la MUD, el TSJ dictó a finales de marzo aquellas dos sentencias infames e innecesarias que le arrebataban a la Asamblea Nacional las muy leves funciones que aún conservaba. A la MUD no le quedó entonces otro remedio que volver a encender la llama de la rebelión civil, aunque de nuevo aquella fuera una decisión no deseada en absoluto.

Los vientos de abril generaron a gran velocidad su propia dinámica y trajeron este auténtico huracán totalitario que nos amenaza a todos con la disolución de Venezuela como nación. Un peligro que, como veremos la próxima semana, deja a los ciudadanos más desamparados que nunca, en la peor de las orfandades, a merced de un régimen que los acosa sin piedad y de una oposición que para obligarlos a votar a toda costa, con el falso argumento de la unidad como chantaje, los arrincona, también sin piedad.

 

@aduran111

El Nacional 

Traicionados y en la orfandad, por Marianella Salazar

traicion

 

Se le acabó el tiempo a esa dirigencia opositora que nos quitó los ánimos esperanzados y alegres que habían llegado a su clímax el día que anunciaron la “hoja de ruta” para salir constitucionalmente del régimen, pero, de inmediato, de forma inexplicable, por colaboracionistas o por pura cobardía, metieron un tremendo frenazo y desmovilizaron en seco a esa gran mayoría de ciudadanos dispuestos a acompañarlos.

Hay un sentimiento generalizado de que nos negociaron y entregaron en esa Mesa de Diálogo que solo sirve para darle más tiempo a un gobierno en fase terminal. Significa una traición. Y hoy, cuando Nicolás Maduro jura y perjura que mantiene contacto “permanente” con líderes opositores y asegura, además, que hay sectores de la MUD que “desean regularizar la situación del desacato constitucional y cumplir y acatar absolutamente las sentencias del TSJ”, desnuda a esa dirigencia amoral y termina por darles la razón a quienes plantean la necesidad de un movimiento unitario alternativo con un liderazgo transparente, frontal, por encima de todo coherente, que sea capaz de sacarnos de la orfandad.

Se les ha caído la careta, algunas demasiado, como la de Manuel Rosales, que sacó del “horno” (Manuel Rosales dixit: “No se le pueden pedir peras al horno”) la conseja del diálogo y la negociación política. La gente sabe que el gobierno escogió su oposición y candidato a conveniencia, lo que impulsará a abstenerse de votar llegado el momento electoral; esa será una acción política para castigar y repudiar a un sector de la oposición que solo inspira repugnancia.

Los candidatos con más posibilidades para aglutinar y garantizar un triunfo definitivo de la oposición son hoy presos políticos: Leopoldo López y Antonio Ledezma. Pretenden inhabilitar a Henrique Capriles para sacarlo del juego, con el beneplácito de sectores en la MUD y, aunque cueste creerlo, también en su partido Primero Justicia. En cuanto a la desafiante líder de Vente Venezuela, María Corina Machado, que ha demostrado tener el coraje a punto de extinción en la clase política, ha sido ninguneada en la MUD y atacada vilmente por el régimen que le ha declarado una guerra sin cuartel. En cuanto a los otros aspirantes presidenciales, ¿acaso inspiran confianza y respeto?; no es posible que continuemos votando por quienes nos inspiran repulsión.

Fui de las que votó en la elección de diputados por el candidato de la Unidad en el municipio Libertador, no había otra opción, y allí tenemos el resultado de su gestión en la presidencia de la Asamblea Nacional, ¡un tremendo bluff! que aspira a ser presidente de la República. El otro aspirante es el gobernador de Lara, Henri Falcón, que solo entusiasma a una parte de la disidencia chavista. Rosales, Falcón y Ramos: tres palos endebles para que la oposición termine de ahorcarse.

Una institución ultrajada

El ministro de la Defensa, Vladimir Padrino López, se sumó al coro contra las elecciones, según documentos publicados por Hernán Lugo Galicia en este diario –“Guía de Planeamiento del Ministerio de la Defensa, Comando Estratégico Operacional, 2017”–; la convocatoria a elecciones genera un “clima de desestabilización y desconocimiento de las autoridades legítimas”.

No es posible que sectores institucionalistas de la Fuerza Armada continúen indiferentes ante continuas violaciones de la Constitución y guardando silencio ante las gravísimas acusaciones que a escala nacional e internacional se hacen a esa institución por narcotráfico y corrupción. En un futuro también serán sujetos, por cómplices, a sanciones contenidas en la Convención de Naciones Unidas contra el crimen organizado global y delitos de lesa humanidad.

 

@AliasMalula

El Nacional