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Ofensas

MP citó para hoy al profesor Briceño en calidad de presunto agresor
Según la boleta de citación, firmada por el fiscal César Oscar Flores Mota, el «profesor Briceño» debe fue citado en calidad de «presunto agresor»

 

El Ministerio Público informó que citó para este martes 4 de mayo a la 1:00 pm al locutor y profesor universitario, José Rafael Briceño, por la investigación que abrió el ente en su contra por la supuesta comisión de los delitos de ofensa pública por razones de género e instigación pública.

Tarek Wiiliam Saab, fiscal designado por la extinta Constituyente, señaló que la medida se toma «en razón de sus reiteradas ofensas a la mujer venezolana» en su programa transmitido por internet, argumentando que la cantidad de «burlas» y «ataques denigrantes» contra las representantes del género femenino, «no representan el gentilicio del ser venezolano».

Esta acción de la Fiscalía al mando de Tarek William Saab es un paso más de la investigación que abriera esa instancia contra músicos, escritores y periodistas por estar supuestamente vinculados en una ola de denuncias de acoso sexual contra menores de edad, que se han reportado en los últimos días destacando el caso del escritor venezolano Willy McKey, quien se quitó la vida en Argentina tras haber confesado haber cometido estupro.

Mckey conducía un programa con Briceño llamado “Que se vayan todos” a través del formato podcast y en uno de los episodios hicieron mención sobre un caso hipotético de una joven, del cual sacaron un extracto de lo que allí expresaron, hecho que originó la investigación del Ministerio Público por presuntamente «instigación para violar y drogar mujeres»

*Con información de TC

Decálogo del Perdedor por Antonio José Monagas

Ajedrez

 

Un sabio proverbio sagrado, reza así: “El que guarde su boca y su lengua, su alma guarda sus angustias”. Su lectura incita a tener la prudencia y la discreción como recursos de virtud con los cuales el hombre, sometido a los trajines de la vida, puede evitar sucumbir a los embates que lo acosan y fustigan. Pero en política, no se observa tal cuidado. Y de hacerlo, es meramente casual o alevosamente intencionado. Las ofensas van de la mano con humillaciones hasta llegar al punto donde resultan quebrados los esfuerzos por impedir que despunten como justificativos de cualquier exabrupto. En todo caso, es ese el momento donde se contraponen realidades y expectativas. A pesar de los intentos por aferrarse a valores de respeto y tolerancia pues sólo quedan en eso: simples intentos.

Estas situaciones se hacen más crudas, cuando se vive en medio de prácticas políticas que sólo rinden pleitesía a la impunidad de la cual se engancha el autoritarismo. Éste sirve de guión a esquemas ideológicos que buscan arrimarse a objetivos cuya confusa proyección, hace adosarlos a propuestas egoístas, sectarias y sañudas. Así sucede, precisamente, porque se exasperan las condiciones que preceden y presiden las crisis que agobian a colectivos, sociedades y naciones por completo. O sea, fungen como barricadas contra la razón, la libertad y la democracia.

El problema representado por las controversias de un gobierno déspota, se traduce en decisiones desmandadas que sólo tienen como propósito establecer vías de imposición a sus objetivos. Mejor dicho, a las majaderías inspiradas en el absurdo culto no sólo a personalidades. También a vetustos esquemas de poder, pues de su aplicación depende el modo de asfixiar política y moralmente a quienes se resisten a tales intimidaciones. Es exactamente el problema que atosiga a Venezuela como resultado de una práctica política basada en postulados económicos, políticos y sociales desquiciados por obsoletos y desarraigados por inconsistentes.

El alto gobierno venezolano, está empeñado en continuar trazando líneas de acción que sólo tienden a acentuar la crisis de Estado que repuntó a través de la caída de los precios del petróleo. Particularmente, a consecuencia de la obstinación que caracteriza el estilo de gobierno seguido. Estilo éste avivado, también, por la obcecación, el resentimiento y la codicia de poder.

Justamente, advertir tan atrafagado modo de pretender ordenar el funcionamiento del país, tanto como alcanzar un nivel de gobernanza acorde con el objetivo de salir adelante entre las dificultades propias del desarrollo, hace inferir que, para ello, el régimen contó con un libreto que pautó las medidas necesarias y suficientes para subvertir y desarreglar el sistema democrático establecido constitucionalmente.

En otras palabras, el alto gobierno siguió la ruta trazada por premisas dirigidas, no precisamente a restablecer el orden constitucional pautado de cara a garantizar la preeminencia de un Estado democrático y social de Justicia y de Derecho. Nada de eso. Por lo contrario. La idea giró siempre, y aún sigue girando, alrededor del concepto político (mal definido) de “revolución”. Es decir, de todo aquello planteado en torno a proposiciones dirigidas a sembrar los mayores problemas posibles. De esa forma, Venezuela se convirtió en escenario cuyos protagonistas no fueron ni el pueblo, ni la soberanía, ni la integridad territorial. Tampoco, la autodeterminación nacional. Mucho menos, la independencia, la autonomía, la libertad, los derechos humanos o el pluralismo político. Valores éstos adosados al respeto, la ética, la ciudadanía y la moralidad.

Por lo que pareciera inferirse del significado aducido de “revolución”, el alto gobierno prefirió acometer acciones que incitaran la descomposición de la institucionalidad democrática mediante la exacerbación de la burocratización, la institucionalización de la impunidad, la oficialización del abuso como criterio y praxis de gobierno y el establecimiento de una mayor ineficiencia y mejor ineficacia. Y en fin, todo lo que ordena la normativa del hombre mediocre que bien puede alcanzar al fracasado toda vez que se reconoce asimismo mucho antes de quedar atrapado en el lodazal del infortunio. De hecho, su actitud se apega al decálogo que dicta postulados invitándolo a mantenerse testarudo ante ideas distintas de la suya. Postulados estos que lo llaman a actuar con desaforo, tanto como a comportarse con altanería a fin de hacerse pasar por el más preparado para la siguiente confrontación de la cual sabe que saldrá nuevamente derrotado. Que entienda la necesidad de asumir actitudes groseras que manifiesten indisposición para colaborar o ceder ante otra causa que difiera de la propia. Que a sabiendas de sus ineptitudes, se empeñe en tomar decisiones que de seguro serán contraproducentes. Que emprenda acciones cargadas de resentimiento, odio y sed de venganza. Estos son algunos de los criterios que sigue el politiquero para superponerse a las circunstancias y salir revolcado. Son pues razones que justifican los desastres que se dan toda vez que quien los infunde se ciñen al perverso Decálogo del Perdedor.

@ajmonagas

Conatel emite comunicado contra periodista César Miguel Rondón

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La Comisión Nacional de Telecomunicaciones (Conatel) emitió un comunicado contra el periodista César Miguel Rondón por presuntamente haber realizado “graves ofensas a la figura presidencial, a la Fuerza Armada Nacional Bolivariana, y en general, a las instituciones de la Nación” el día 22 de septiembre en su espacio radial por el Circuitos Éxitos de Unión Radio, cuando mantenía una entrevista con el Alcalde de Cúcuta (Colombia) Donamaris Ramírez.

 

A continuación lea el texto íntegro:

El Directorio de Responsabilidad Social en radio y televisión, como máximo organismo de aplicación de la Ley de Responsabilidad Social en radio, televisión y medios electrónicos (LRSRTVME), se dirige a la colectividad nacional para expresar su completo y profundo rechazo a los conceptos emitidos en el espacio conducido por el ciudadano mexicano-venezolano César Miguel Rondón, a través del Circuito Éxitos Unión Radio 99.9 FM, difundido en fecha 22 de septiembre de 2015, a través del cual se realizaron graves ofensas a la figura presidencial, a la Fuerza Armada Nacional Bolivariana, y en general, a las instituciones de la Nación.

En dicha emisión, el ciudadano Rondón entrevistó al Alcalde de la ciudad de Cúcuta, Colombia, Donamaris Ramírez, quien, haciendo uso del micrófono abierto, se dedicó a lanzar acusaciones injuriosas contra la Guardia Nacional Bolivariana y a proferir insultos al Presidente de la República Bolivariana de Venezuela, Nicolás Maduro Moros.

El Directorio considera sumamente irresponsable y éticamente reprochable, la actitud asumida por el entrevistador, quien en ningún momento intentó que el entrevistado argumentara las pruebas que dice tener para lanzar estas acusaciones contra nuestra Patria, y por el contrario, guardó un vergonzoso silencio, que hace presumir su completa adhesión a las infamias proferidas por el Alcalde de Cúcuta contra Venezuela.

El Directorio de Responsabilidad Social manifiesta que, en un momento tan delicado para la Nación, cuando se requiere el concurso patriótico de todos y todas sus ciudadanos y ciudadanas en la defensa de los intereses nacionales, esta actitud del ciudadano César Miguel Rondón y del Circuito Éxitos Unión Radio expresa una línea editorial irresponsable y peligrosa que, amparada nuevamente en el uso de la libertad de expresión -derecho completamente garantizado en nuestro país- pretende criminalizar y descalificar ante la opinión pública la legítima defensa de los intereses de la República Bolivariana de Venezuela.

El Directorio de Responsabilidad Social en radio y televisión, hace un firme llamado al ciudadano Antonio Serfaty, representante del Circuito Éxitos Unión Radio y demás accionistas, así como al ciudadano César Miguel Rondón para que hagan un uso responsable del espectro radioeléctrico, cónsono con su pleno derecho a la libertad de expresión, incluyendo la crítica y la denuncia, pero que -como establece nuestra Constitución y las leyes- tiene como contrapartida la ética, el equilibrio y la verdad.