Obispos archivos - Runrun

Obispos

CEV insta a Maduro a dar un cambio democrático en su gobierno
La CEV pide al chavismo garantizar la libertad de acción de las ONG en el país

La Conferencia Episcopal Venezolana (CEV) insistió al régimen de Nicolás Maduro que el país necesita un cambio radical en la conducción política.

A través de una exhortación pastoral, la CEV manifestó la necesidad de un giro en la Administración, «lo cual requiere por parte del Gobierno, la suficiente entereza, racionalidad y sentimiento de amor al país».

En el texto, los obispos piden al régimen que se garantice la libertad de acción de las ONG para que estas «puedan ayudar a aportar soluciones a los diversos problemas que enfrentan las comunidades».

Sobre el punto de las ONG, destacan que el régimen no puede dar solución a muchos de los problemas del país, El gobierno no «mientras que las comunidades organizadas, con el apoyo de distintas instituciones sociales, pueden aportar pequeños, pero valiosos granitos de arena».

Asimismo, reitera que los derechos humanos en el país «han sido desconocidos», pues «es notorio cómo se ha deteriorado la calidad de vida, educación, salud, y servicios básicos».

«La CEV reitera que los derechos humanos en el país «han sido desconocidos», pues «es notorio cómo se ha deteriorado la calidad de vida, educación, salud, y servicios básicos», lo que ha motivado, argumentan, el exódo de los últimos años, que supera los 5,4 millones de emigrantes, según datos de Naciones Unidas», expresó la CEV en el texto.

Exhortación Pastoral by Andrea González Parra on Scribd

El papa Francisco instó a la iglesia de Venezuela a seguir ayudando “al pueblo que sufre”, en particular a los que emigran, al término de una reunión en el Vaticano con los 42 obispos de ese país, azotado por una grave crisis social y económica.

“La palabra que llevamos del papa en el corazón es la de mantener la cercanía con los que más sufren (…) y  activar nuestras diócesis para atender las necesidades”, aseguró a la prensa monseñor José Luis Azuaje, presidente de la Conferencia Episcopal Venezolana, al término de la reunión.

El papa, que conversó por casi dos horas con los obispos venezolanos, que celebran después de nueve años la tradicional visita “ad limina” al pontífice y al Vaticano, los invitó también a “desprenderse de las propias categorías” y a trabajar “hacia el futuro”, dijo.

El religioso, que en julio denunció la “perversa ideología” del gobierno socialista de Nicolás Maduro, que ha dejado a niños y ancianos desnutridos, generado la hiperinflación, y varias oleadas de personas obligadas a salir del país, evitó emplear esos términos ante la prensa en Roma.

“Hay un quiebre del alma del pueblo venezolano”, aseguró el religioso al describir la crisis social y económica de su país.

“Podemos estar o no de acuerdo con el sistema político, lo importante para nosotros es salvaguardar la libertad del pueblo venezolano, promover su dignidad y defender los derechos humanos”, resumió Azuaje, arzobispo de Maracaibo.

“Que haya un desarrollo humano sostenible en el tiempo, en el que todos tengan cabida, que haya participación”, añadió.

Nikki Haley: Atacando a los obispos, Maduro demuestra que solo quiere preservar el poder

NikkiHaleyONU

La embajadora de Estados Unidos ante la Organización de las Naciones Unidas, Nikki Haley, criticó las amenazas del presidente Nicolás Maduro a los obispos católicos.

«A medida que las condiciones en Venezuela continúan deteriorándose, el presidente Maduro ordenó la investigación de dos obispos católicos por criticar la escasez de alimentos en el país, caracterizando a la Iglesia Católica en Venezuela como llena de maldad, veneno, odio, perversión y difamación. El régimen indicó que los obispos podrían ser culpables de crímenes de odio en virtud de una nueva ley aprobada por la fraudulenta Asamblea Constituyente por llamar a poner fin al hambre y la corrupción en sus sermones», dijo Hailey.

«El régimen de violencia, represión, corrupción y bancarrota de Maduro continúa castigando al pueblo venezolano. Al dirigirse a los líderes religiosos, que promueven la paz y brindan esperanza a los creyentes, el régimen continúa demostrando que solo se preocupa por preservar su propio poder y que no le importan los derechos humanos básicos y el bienestar de sus ciudadanos», continuó.

 

 

Obispo José Luis Azuaje es el nuevo presidente de la CEV

CEV_

 

Este martes la Conferencia Episcopal Venezolana (CEV) conformó su nueva junta directiva la cual será presidida por el Obispo, José Luis Azuaje.

El Obispo Azuaje informó que la CEV queda conformada por: Monseñor Mario Moronta como primer vicepresidente, segundo Vice Presidente Raúl Biord, Secretario General Monseñor Trino Fernández.

El padre Arturo Sosa se une a los obispos venezolanos en su oposición a la Constituyente

arturo-sosa-sj

El jesuita, nacido en Caracas, ha apoyado públicamente la posición del episcopado, de la Compañía de Jesús y de otros religiosos en el país, que han clamado por los ciudadanos «que sufren y carecen de las condiciones básicas» para vivir.

«Me gustaría unirme a las voces, las intenciones y las posiciones que han tomado los obispos venezolanos, que están muy unidos entre sí como Conferencia Episcopal como los jesuitas de Venezuela y otros hombres y mujeres religiosas del país», afirmó Arturo Sosa.

«Han sido posiciones comunes muy valientes en este período», insistió el religioso ante los micrófonos de Radio Vaticana y subrayó que «la prioridad es el sufrimiento de la gente».

El padre Sosa sostuvo que coincide con los obispos del país sudamericano, que han reiterado su oposición a la Asamblea Constituyente impulsada por el presidente Nicolás Maduro, informó el portal infocatolica.com.

«La gente en este momento están sufriendo porque carecen de las condiciones básicas para la vida, ya que no tiene comida o seguridad en la vida de cada uno; no hay medicinas o una escuela de calidad que funcione, no encuentran lo que es parte de una vida común, Es necesario compartir el dolor de las personas como una manera de hacer de la política un instrumento real para resolver el problema de la población, los servicios esenciales, y no convertirse en una lucha por el poder o por los privilegios que el poder puede dar a este u otro grupo», remarcó el religioso.

«Por lo tanto, es necesario mantener un auténtico diálogo. Un diálogo que reconozca por primera vez el sufrimiento de las personas y también las diferentes posiciones en esa situación de crisis, es necesario que podamos obtener a través de un negociación honesta y sincera, un programa de unidad nacional que le permite dar prioridad a la resolución de los problemas a causa de la cual millones de venezolanos están sufriendo hoy en día la violencia», afirmó el padre Sosa, quien por último exhortó a los políticos de su país a «ser personas, personas capaces de hablar y llegar a acuerdos para el beneficio de todos».

Monseñor Padrón: Constituyente consolidará dictadura militar

DiegoPadrón

«Esta Asamblea prevista para fines de julio será impuesta por la fuerza y sus resultados serán la constitucionalización de una dictadura militar, socialista, marxista y comunista».

Así lo manifestó el presidente de la Conferencia Episcopal Venezolana, monseñor Diego Padrón.

Luego de instalar la Asamblea Anual de obispos venezolanos, Padrón aseguró que en el país ya no hay conflicto ideológico entre derecha o izquierda, sino una lucha entre un gobierno que se convirtió en dictadura y todo un pueblo que clama libertad.

Padrón insistió en la apertura de un canal humanitario para que en el país puedan haber medicinas y alimentos. Manifestó que está de acuerdo con la instalación de un auténtico diálogo para resolver la crisis venezolana y exigió elecciones universales, directas y secretas.

Dijo que la Iglesia no tiene inconveniente en poner a disposición sus instalaciones, excepto los templos, para que sean utilizados en el plebiscito simbólico que prevé realizar la oposición el próximo 16 de julio.

 

Obispos venezolanos al Papa: Deje de ser blando con nuestro déspota

venezolanosroma

 

Un ítem inesperado apareció en la agenda del Papa Francisco en los últimos días. Aunque la reunión no figuraba en su programa semanal pre-anunciado, el 8 de junio se supo que se había abierto un espacio en algún momento para conversar con seis obispos de Venezuela, uno de los lugares más problemáticos del mundo e históricamente católico.

Los visitantes declararon después que habían subrayado su absoluta lealtad al pontífice, y que éste a su vez les había expresado su “plena confianza” en ellos. Ambas afirmaciones son lugares comunes. Hay una contención masiva sobre el papel que la iglesia ha jugado y que podría jugar en detener una sacudida hacia la guerra civil y el desastre humanitario en Venezuela, un país que es abrumadoramente católico.

Los obispos de Venezuela han cuestionado constantemente los abusos de los derechos humanos y el procedimiento democrático por parte de los regímenes de Hugo Chávez y su sucesor, Nicolás Maduro. Pero para muchos venezolanos, el propio Papa ha estado demasiado dispuesto en dar puerta libre al Sr. Maduro. En octubre pasado, por ejemplo, el hombre fuerte venezolano convocó a una reunión con Francisco en un acto de propaganda. Hasta el día de hoy, el Sr. Maduro afirma que al adoptar una postura tan crítica, los obispos de Venezuela no están de acuerdo con su propio pontífice. Entonces culpa a los prelados locales por el estancamiento de un “diálogo” político que quiere llevar a cabo en sus propios términos interesados.

Como una institución que todas las partes quieren aprovechar, la iglesia no puede evitar jugar un papel fundamental en el choque cada vez más agudo entre el régimen de Maduro y sus opositores. Las agencias católicas de socorro, sobre todo Caritas, están profundamente involucradas en el monitoreo y mitigación de los problemas humanitarios del país. Caritas informa que el 11% de los niños venezolanos menores de cinco años padecen de malnutrición moderada a severa. En algunas regiones, las cosas son mucho peores.

La gente que conoce a Venezuela dice que la iglesia ha hablado con al menos cuatro voces diferentes en respuesta a los problemas del país. Sus obispos han sido duros defensores de la libertad civil y del estado de derecho. Pietro Parolin, secretario de Estado del Vaticano y ex enviado papal a Venezuela, también ha sido muy claro al señalar las fechorías del régimen.

Sin embargo, su sucesor como nuncio papal en Caracas, Aldo Giordano, ha sido mucho más suave con el señor Maduro. Y el Papa Francisco ha parecido a veces que escucha al Sr. Giordano. Por ejemplo, en comentarios en su regreso a casa desde Egipto en abril, el pontífice consternó a los críticos del régimen de Maduro diciendo que “la oposición está dividida”, lo que implica que esto era un obstáculo para el progreso político.

En diciembre, el cardenal Parolin envió una carta al señor Maduro pidiendo la liberación de los presos políticos, el respeto a la constitución y elecciones justas. El gobierno no ha hecho nada para atender esas demandas, y la visita episcopal de esta semana fue una forma educada de preguntarle al Papa Francisco si la Santa Sede estaba junto a ellos.

Por el relato de los obispos de su sesión con el pontífice, ellos no se ahorraron palabras. Le dieron a su anfitrión una lista de 70 personas, en su mayoría jóvenes, que habían sido asesinados en las represalias del gobierno contra las protestas pacíficas. También le dijeron al pontífice que la lucha interna de Venezuela no era un enfrentamiento entre derecha e izquierda sino más bien una lucha entre un gobierno que se ha convertido en una dictadura, un régimen que sólo sirve a sus propios intereses y un pueblo entero que clama por la libertad y busca desesperadamente, a riesgo de las vidas de los más jóvenes, el pan, medicinas, seguridad, trabajo y elecciones justas.

Los obispos también dijeron al Papa su total oposición al “plan innecesario, inexplicado … y peligroso” de Maduro de convocar a una asamblea constituyente no elegida el próximo mes. Ellos creen que el verdadero propósito de esto es la imposición de una dictadura militar a través de medios supuestamente constitucionales.

¿Francisco escuchará a los prelados, y comenzará a enviar mensajes duros, públicos o privados, al señor Maduro? Podría ser una oportunidad única para mostrar al mundo que puede ser un formidable crítico de los regímenes e ideologías izquierdistas como lo es de los conservadores y los capitalistas.

Jorge Urosa y Baltazar Porras llegan a Roma para reunirse con el Papa

vaticano1-2

 

Ya están en el Vaticano. Los integrantes de la directiva de la Conferencia Especial Venezolana (CEV), junto a los cardenales Jorge Urosa y Baltazar Porras, llegaron a Roma para una reunión urgente con el Papa. A Francisco esperan entregarle informaciones precisas sobre la grave crisis que atraviesa el país sudamericano. Los obispos están apurados, porque el presidente Nicolás Maduro avanza con velocidad en su proyecto de reformar la Constitución, mientras la represión a las protestas contra su gobierno ya dejó más de 60 muertos, en su mayoría jóvenes.

El cardenal Urosa Savino permanece en la “ciudad eterna” desde el pasado 26 de mayo, el resto de la comitiva ya viajó el mediodía de este martes 6 de junio. Mientras tanto continúan las protestas en las calles venezolanas con movilizaciones que este miércoles se realizarán en los 23 estados del país. Las marchas tendrán como puntos de llegadas las oficinas regionales del Poder Electoral, para condenar ahí la Asamblea Constituyente impulsada por Maduro.

Aunque Francisco ya recibió en el pasado a la actual directiva del episcopado venezolano, lo hizo en circunstancias y contextos muy diferentes. El miércoles 30 de septiembre de 2015 pidió a los obispos impulsar el “diálogo y la reconciliación como una prioridad pastoral”, pero el tema clave de ese encuentro fue la situación de la frontera colombo-venezolana

Días antes, el 19 agosto de 2015, Maduro anunció el cierre fronterizo tras un ataque contra la Fuerza Armada de Venezuela en el que tres de sus integrantes y un civil resultaron heridos. La reacción de la Iglesia fue inmediata: primero por parte de los prelados locales y luego desde Roma, con un pronunciamiento del Papa en el Ángelus del 6 de septiembre.

Entonces solicitó la apertura del paso fronterizo tras señalar, en español, que “los obispos de Venezuela y Colombia se han reunido para examinar juntos la dolorosa situación que se ha creado”. Poco tiempo después se reunió con la CEV “no sólo para tratar la situación general de Venezuela, sino la coyuntura particular fronteriza”, según reveló el obispo de Táchira, Mario Moronta, al Vatican Insider.

La urgencia de aquellos encuentros obedeció a razones humanitarias. Entonces, mil 355 colombianos fueron “trágicamente deportados” y 15 mil regresaron por su cuenta al país, procedentes de Venezuela ante el miedo de la deportación, según denunció en su oportunidad la Oficina de la ONU para la Coordinación de Asuntos Humanitarios. A ello se sumó la inédita escasez de alimentos y medicinas del lado venezolano.

Pero la cita de esta semana tiene otros puntos de particular relevancia, entre otros la presencia del cardenal Baltazar Porras, arzobispo de Mérida. Su amistad y cercanía con el secretario de Estado del Vaticano, cardenal Pietro Parolin, con quien -se asegura- mantiene fluida comunicación, es un elemento de peso.

Con él, Porras cumplió un rol excepcional en julio de 2013 para destrabar los conflictos estudiantiles en Mérida, donde el manejo diplomático del entonces nuncio apostólico logró poner fin -en términos salomónicos- a una huelga de hambre durada 39 días, la cual amenazaba con cobrar la vida de varios jóvenes universitarios.

Además, fue Baltazar Porras a quien Hugo Chávez llamó para que sirviera como garante de su vida en Fuerte Tiuna, durante la madrugada del 12 de abril de 2002, en el primer golpe de Estado que sufrió el militar y presidente. Aquel gesto del hoy cardenal no detendría una posterior andanada de insultos oficiales.

El arozbispo no sólo conoce de primera mano al actual gobierno y a su predecesor sino que, siendo directivo de la CEV (desde 1999 hasta 2006), fue objeto directo de ataques en una relación que lo convirtió en declarado enemigo debido a sus posiciones claras y críticas, habitualmente mediáticas.

La reunión de este jueves genera enorme expectativa porque, esta vez, hablarán los directos interesados con el Papa, y no por medio de enviados. Es la opinión de algunos prelados, entre ellos la del arzobispo emérito de Coro, Roberto Lückert. Él recuerda bien que durante la mediación vaticana en Caracas, el representante papal Claudio María Celli llegó a reunirse con Nicolás Maduro sin haber escuchado previamente al episcopado, detalle que no cayó nada bien entonces.

No obstante, está claro el particular interés del pontífice por la nación sudamericana, en lo cual ha insistido ampliamente el nuncio apostólico Aldo Giordano. El diplomático recordó este fin de semana que el “Papa Francisco quiere profundamente a Venezuela y a su pueblo; por ende, trabaja y reza por su paz”.

En el mismo tono, se ha ratificado con firmeza la comunión entre los obispos y Roma, en respuesta a críticas surgidas en fechas recientes sobre presuntas diferencias con las posiciones del episcopado local, algo que la CEV atribuye a la “manipulación” y “distorsión” de las palabras del Papa.

El nuncio Apostólico reiteró el compromiso del Vaticano y el suyo “para ayudar al sufrido pueblo venezolano” y destacó que cuentan con una maquinaria diplomática integrada por “operadores de paz”. Sostuvo que Venezuela forma parte de los “retos de la Santa Sede” y que cree “profundamente en los milagros”. Insistió que “a todos los niveles hay encuentros” y precisó: “Es un momento difícil, no podemos negarlo; pero es bueno decir que la Iglesia intenta (una solución)”.

“Francisco está muy pendiente de Venezuela. El Santo Padre es un portador de pacificación en el mundo entero como protagonista de la paz. Y creo que es una esperanza para Venezuela (el hecho de) que el Papa mismo quiera ayudar”, dijo. Consideró “difícil ahora mismo decir cuáles son los caminos”, pero ratificó: “¡Creemos en los milagros!”.

Consultado respecto al continuo pedido de los obispos para que el gobierno permita abrir un canal humanitario, dijo al Vatican Insider que también cree en ese milagro. “Sí. Yo creo que es un deber en Venezuela que los venezolanos vivan la solidaridad”.

Giordano agradeció las acciones generosas de quienes ayudan a mitigar el drama: “Conozco a muchas personas que tienen grandes necesidades en sus casas y en medio de su pobreza comparten las pocas cosas que tienen; eso también es un milagro, porque los panes compartidos se multiplican. Por eso, con tanto cariño e insistencia seguimos clamando fervorosamente a Dios por Venezuela”.

 

* Periodista y ex editor del Diario Católico de Venezuela