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Nobel de Literatura

La polaca Olga Tokarczuk y el austríaco Peter Handke ganan el Nobel de Literatura 2018 y 2019

LA ESCRITORA POLACA OLGA TOKARCZUK y su colega austríaco Peter Handke son los ganadores del Nobel de Literatura 2018 y 2019, respectivamente, anunció hoy la Academia Sueca.

Tokarczuk, nacida en 1962 y que figuraba como favorita al Nobel, recibirá el premio en reconocimiento a la «imaginación narrativa que con pasión enciclopédica representa el cruce de fronteras como una forma de vida».

La escritora hizo su debut como escritora de ficción en 1993 con «The Journey of the Book-People», pero la fama le llegó con su tercera novela «Primeval and others Times». Su obra es, según la Academia un «excelente ejemplo de la nueva literatura polaca después de 1989.

Handke, nacido en Griffen en 1942 y que aparecía en las quinielas al galardón desde hace unos años, recibirá el premio por el «ingenio lingüístico con que ha explorado la periferia y la especificidad de la experiencia humana».

Su primera novela «Die Hornissen» fue publicada en 1966 y junto a su obra de teatro «Offending the Audience» dejó huella en la escena literaria.

Más de cincuenta años después, después de haber producido un gran número de obras de diferentes géneros, Handke se ha consolidado, según la Academia, «como uno de los escritores más influyentes de Europa después de la Segunda Guerra Mundial».

El Nobel de Literatura se entregó en esta edición por partida doble, tras quedar el año pasado en suspenso en medio del escándalo por denuncias de abusos sexuales en el entorno de la Academia Sueca y la crisis interna que se precipitó en la institución.

A raíz de ello se impulsó una renovación de sus miembros, una reforma de sus estatutos y procedimientos de selección, así como la inclusión de figuras externas en el comité que elige al premiado.

Hubo así una primera lista de hasta 200 candidatos, en febrero de este año, a lo que siguió una selección de ocho finalistas, unos meses después, de los que salieron los premiados.

Los anuncios del Nobel de Literatura siguen a los de Medicina, Física y Química, que se dieron a conocer sucesivamente el lunes, martes y miércoles. El viernes se dará a conocer el de la Paz y, el lunes siguiente, el de Economía.

Como el resto de los galardones Nobel, el de Literatura se entregará el 10 de diciembre, aniversario de la muerte del fundador, Alfred Nobel, en una doble ceremonia dn el Konserthus de Estocolmo y en el Ayuntamiento de Oslo, donde se celebra el de la Paz.

Se desata polémica en Dominicana por premio literario a Vargas Llosa

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La elección de Mario Vargas Llosa para recibir un importante premio literario de República Dominicana desató una polémica entre autoridades culturales y gubernamentales debido a las críticas que el laureado escritor lanzó contra el proceso de «desnacionalización» de descendientes de haitianos en el país caribeño.

«Es una decisión inapropiada otorgarle este galardón» a Vargas Llosa, consideró el ministro de la Presidencia, Gustavo Montalvo, en un comunicado difundido la noche del lunes por la casa de gobierno.

El escritor peruano laureado con el Nobel de literatura fue seleccionado este mes por un panel independiente de intelectuales dominicanos y extranjeros para recibir el Premio internacional Pedro Henríquez Ureña, que entrega cada año desde el 2013 el ministerio de Cultura en la inauguración de la Feria Internacional del Libro de Santo Domingo. Este año la exhibición se celebrará a partir del 20 de abril y se espera la presencia de Vargas Llosa.

Desde que fue instituido el premio, el galardón ha honrado la labor literaria de Luis Rafael Sánchez, Eduardo Galeano, Ernesto Cardenal y Beatriz Sarlo.

Montalvo criticó la elección de Vargas Llosa al recordar que el escritor «realizó pronunciamientos agresivos y falaces sobre las leyes» dominicanas, como una controvertida sentencia del Tribunal Constitucional que en 2013 ordenó iniciar juicios individuales para anular la nacionalidad dominicana a todas aquellas personas nacidas entre 1929 y 2007 de padres extranjeros que no tuviesen permisos de residencia.

La medida afectaba, según organismos de derecho humanos, a unos 210.000 dominicanos de ascendencia haitiana.

La sentencia del Tribunal Constitucional dominicano «es una aberración jurídica», escribió Vargas Llosa en una artículo publicado en noviembre del 2013 en el diario español El País.

El escritor consideraba que la sentencia parecía «directamente inspirada en las famosas leyes hitlerianas de los años treinta dictadas por los jueces alemanes nazis para privar de la nacionalidad alemana a los judíos».

Debido a las críticas de Vargas Llosa, decenas de personas se reunieron en noviembre del 2013 en una céntrica plaza pública de Santo Domingo para quemar ejemplares de libros del autor, incluida su novela «La fiesta del Chivo», basada en la historia reciente de República Dominicana.

Al recordar que hizo aquellas críticas en 2013, Vargas Llosa expresó en una carta dirigida al ministerio de Cultura: «Pese a ese antecedente, que se me conceda este premio habla muy bien del espíritu democrático, tolerante y abierto que por fortuna parece prevalecer en el país».

Varios grupos conservadores y nacionalistas, como el partido Fuerza Nacional Progresista, criticaron la decisión de otorgarle el premio e hicieron un llamado a anularla.

La elección de Vargas Llosa es «una ofensa al país, una provocación», consideró el diputado Vinicio Castillo, de la Fuerza Nacional Progresista.

El ministro de Cultura, José Antonio Rodríguez, explicó que la selección fue realizada por un jurado independiente compuesto por intelectuales de universidades de varios países y tomó en cuenta el legado literario de Vargas Llosa, no sus posiciones políticas e ideológicas.

Sin explicar si el Poder Ejecutivo se opone al premio, el vocero de la presidencia, Roberto Rodríguez, consideró en una entrevista de televisión reproducida en el sitio web de la casa de gobierno que el otorgamiento del galardón era «una imprudencia política».

Muere el Nobel de Literatura alemán Günter Grass

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BERLÍN (AP) — Günter Grass, el escritor alemán galardonado con un premio Nobel de literatura que dio voz a la generación posterior a los horrores de la era nazi pero que más tarde se vio envuelto en polémica por su propio pasado durante la Segunda Guerra Mundial y su posición contraria a Israel, falleció el lunes. Tenía 87 años.

Matthias Wegner, vocero de la editorial Steidl, confirmó el deceso acontecido en un hospital de Luebeck.

Grass fue elogiado por los alemanes por ayudar a revivir su cultura tras la Segunda Guerra Mundial y dar voz y apoyo al discurso democrático en la nación de posguerra.

«Su legado literario permanecerá junto al de Goethe», dijo la ministra de Cultura Monika Gruetters en un comunicado.

Sin embargo, Grass provocó la ira de muchos en 2006 cuando en su libro de memorias «Pelando la cebolla» reveló que durante su adolescencia sirvió en las Waffen-SS, la división de combate de la conocida organización paramilitar de Adolfo Hitler.

En 2012, Grass recibió fuertes críticas en su país y fue declarado persona non grata por Israel tras la publicación de un poema en prosa, «Lo que hay que decir», en el que criticaba lo que describió como la hipocresía de Occidente por el programa nuclear de Israel y calificó al país de amenaza a «la ya frágil paz mundial» por su postura beligerante contra Irán.

Pocos días después de que el poema apareciera, Grass insistió que había tratado de señalar al gobierno del primer ministro Benjamin Netanyahu y no a todo Israel, pero esto no sirvió para calmar el escándalo.

Escultor de formación, forjó su reputación literaria con «El tambor de hojalata», publicado en 1959. Después llegaron «El gato y el ratón» y «Años de perro», obras con las que completó lo que se conoce como la Trilogía de Danzig, en honor a su localidad de nacimiento, que es ahora la ciudad polaca de Gdansk.

 

Guenter Grass

 

Al combinar detalles naturalistas con imágenes fantásticas, la trilogía captó la reacción alemana al ascenso del nazismo, los horrores de la guerra y la culpa que atenazó al país tras la derrota en la Segunda Guerra Mundial.

Por ejemplo, en «El tambor de hojalata» sigue la vida de un chico en Danzing que se ve atrapado en el remolino político del acenso de los nazis al poder y ante esto decide no crecer. Su tambor de juguete se convierte en un símbolo de su rechazo.

Sus libros regresaron una y otra vez a Danzig, donde nació Grass el 16 de octubre de 1927, hijo de un tendero.

En su trilogía, Grass esbozó una parte de su propia experiencia en el servicio militar y su cautiverio como prisionero de guerra de los estadounidenses hasta 1946.

«El tambor de hojalata» se convirtió en un éxito de la noche a la mañana — algo que sorprendió al escritor, según contó a The Associated Press en 2009. Cuando se le preguntó por qué creía que fuera tan popular, señaló que aborda uno de los períodos más difíciles de la historia alemana centrándose en los pequeños detalles de la vida de la gente común.

Luego, bromeó: «Tal vez es porque es un buen libro».

Cuatro décadas después de su publicación, en 1999, la Academia Sueca honró a Grass con el Premio Nobel de Literatura, elogiándolo por revivir la literatura alemana después de la era nazi.

Con «El tambor de hojalata», dijo la Academia, «era como si la literatura alemana se hubiera concedido un nuevo comienzo tras décadas de destrucción lingüística y moral».

«Su escritura tenía un gran significado político, especialmente en el renacimiento de Alemania tras la Segunda Guerra Mundial», dijo la ganadora del Nobel Nadine Gordimer a The Associated Press en 1999. «Nunca dejó de confrontar a los alemanes con lo que hicieron».

Grass advirtió a sus compatriotas una y otra vez contra el racismo. Admirado por sus contemporáneos también provocó polémica por sus posiciones políticas abiertas ya que alguna vez rechazó la reunificación del país tras la caída del Muro de Berlín.

Tampoco dejó de temer que Alemania pudiera volver a la senda que la llevó al terror de la Segunda Guerra Mundial.

«No debe suceder que mis hijos o nietos tengan que sufrir el estigma de ser alemán», dijo tras ganar el premio Nobel. «Pero estos niños que nacieron muchos años después de esos hechos también tienen su parte de responsabilidad para asegurarse de que esas cosas nunca vuelvan a suceder».

«Sus novelas, cuentos y poemas reflejan las grandes esperanzas y los errores, temores y deseos de generaciones enteras», dijo el presidente alemán Joachim Gauck el lunes, calificando la obra de Grass como «un espejo impresionante de nuestro país y una parte perdurable de su legado literario y artístico».

Grass, considerado un árbitro de la moral alemana, recibió un golpe con su revelación sobre su servicio en la en la Waffen-SS en los últimos meses de la guerra.

Lo describió como un acto no heroico al combatir a las tropas soviéticas en el este de Alemania. Terminó cuando los estadounidenses lo capturaron en mayo de 1945, después de que una esquirla lo hiriera en el brazo izquierdo y le impidiera moverlo. Su división quedó rezagada ante el combate porque esperaba tanques que nunca llegaron.

 

Guenter Grass

 

En una carta escrita al alcalde de Gdansk, cuando surgieron reclamos para que le retiraran su título de ciudadano honorario, el autor insistió en que necesitó de tiempo para reflexionar sobre cómo lidiar con lo que calificó como «un episodio de mi juventud que fue breve pero tuvo un gran impactó en mí».

Su disculpa tardía pareció ser aceptada en Polonia. Las autoridades de Gdansk planeaban poner a disposición un libro de condolencias. Lech Walesa, otro ganador del Nobel, dijo que Grass era querido en Gdansk «a pesar de que confesó su pasado nazi, un poco demasiado tarde, algo que yo también le reclamé por un tiempo».

Las obras posteriores de Grass recibieron críticas mixtas dentro y fuera de Alemania, pues muchos cuestionaban si había perdido su capacidad incisiva para señalar críticamente el lado más oscuro de la historia alemana.

Grass recibió varios títulos honorarios, incluyendo un doctorado de Harvard en 1976.

Su secretaria Hilke Ohsoling dijo que murió rodeado de su familia tras sufrir una infección seria, según la citó la agencia alemana DPA.

De momento no se habían dado a conocer los planes para su funeral. A Grass le sobreviven cuatro hijos de su primer matrimonio con Anna Schwarz, dos hijastros de su segundo matrimonio con Ute Grunert, y dos hijos nacidos de otras parejas.