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Más de 100 autores se darán cita en la II Feria Internacional del Libro del Caribe en Margarita

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Tres publicaciones del Fondo Editorial Banesco estarán presentes en la II Feria Internacional del Libro del Caribe que se realizará en la Isla Margarita (Nueva Esparta) del 25 de febrero al 2 de marzo en el Centro de Convenciones del Sambil Margarita. La actividad es organizada por la Universidad de Margarita.

Bajo el lema «Leer tiene sentido», este año la FILCAR tiene como presidente a Antonio López Ortega y como pregonero al periodista César Miguel Rondón. Cerca de 100 autores invitados estarán en este encuentro literario. En esta oportunidad, además se entregará por primera vez el Premio Literatura FILCAR para distinguir la obra de un escritor venezolano de reconocida trayectoria. Entre los finalistas figuran Rafael Cadenas, José Balza, Ana Enriqueta Terán y Elisa Lerner.

Mariela Colmenares, vicepresidenta ejecutiva de Comunicaciones y RSE de Banesco, afirmó que «aplaudimos iniciativas como la FILCAR, por cuanto permiten difundir las novedades editoriales no solo en el espacio universitario sino para el público en general. En el caso del Fondo Editorial Banesco, estaremos compartiendo con el público tres de nuestras recientes publicaciones que abarcan temas diversos como la promoción del emprendimiento, el periodismo y una radiografía de la nueva escena musical venezolana».

El día jueves 25 de febrero, a las 5 de la tarde, en la Sala Luz Machado se realizará la presentación de «Gente que emprende». Se trata del primer libro de fotografía móvil que se edita en Venezuela. Es una compilación de las fotografías que participaron en el concurso homónimo y que fueron seleccionadas por el jurado. El objetivo del concurso era reconocer el trabajo de los emprendedores venezolanos.

En la jornada inaugural (25 de febrero) también se presentará la exposición itinerante «El instante decisivo. Venezuela a través de la agencia de noticias Efe», patrocinada por Banesco y la agencia para celebrar los 50 años de Efe en Venezuela. El medio centenar de imágenes que conforman la muestra constatan la estrecha relación entre España y Venezuela, especialmente a partir de la llegada de la agencia Efe a suelo venezolano. Los visitantes a la FILCAR podrán disfrutar de la exposición hasta el 2 de marzo.

El día viernes 26 de febrero, a las 3 de la tarde, en la Sala Luz Machado tendrá lugar la conferencia sobre «70 años de crónicas en Venezuela», editado por Banesco. La charla contará con la participación de Sergio Dahbar (editor), Mariela Colmenares y los periodistas Lisseth Boon y Alonso Moleiro.

El día sábado 27 de febrero, a las 3 de la tarde, en la Sala Luz Machado se realizará un conversatorio sobre «Nuevo país musical», libro de Banesco en el que a través de las historias de 24 músicos venezolanos se hace un recorrido del nuevo panorama sonoro nacional. En esta actividad participarán Mariela Colmenares, Antonio López Ortega (compilador), y los periodistas Félix Allueva y Milagros Socorro. Allueva participó como  mentor del género Pop-Rock en la publicación.

Asimismo, la entidad bancaria patrocinará el taller «Periodismo de investigación: 5 casos», que dictará Sergio Dahbar el día viernes 26 de febrero a las 8 de la mañana en la Sala Jesús Manuel Subero.

 

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Isla de libros por Elías Pino Iturrieta

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Pasó hace ya quince días, pero el ajetreo habitual y los textos preparados de antemano me obligaron a dejar el comentario para hoy. No importa, en todo caso, debido a la trascendencia del suceso que quiero comentar y al regocijo que seguramente producirá en los desocupados lectores. El solo hecho de que no los obligue ahora a leer sobre nuestras urgencias, sobre los horrores cotidianos, sino sobre un acontecimiento edificante, sobre cosas capaces de levantar la alegría y el entusiasmo, tal vez justifique el retraso del comentario.

Hace ya quince días, en efecto, se llevó a cabo la primera Feria Internacional del Libro del Caribe, Filcar, promovida por la Universidad de Margarita bajo la presidencia del escritor Antonio López Ortega y con la tesonera coordinación de la pintora y escultora Nela Ochoa. Estaban llenos de dudas en las vísperas del suceso. Como se trataba de iniciar un proyecto jamás planteado en el lugar, y como  los primeros pasos no son habitualmente firmes, no dejaron de pensar en resultados mediocres si el viento le soplaba con amabilidad a la barca. Temores infundados, porque Filcar fue un éxito resonante que se perfila como el inicio de un ciclo tocado por la fortuna.

El asunto de mayor importancia radicó en la masiva asistencia de espectadores. Filcar llamó la atención de los margariteños, quienes se volcaron masivamente en la sala de exposiciones. Daba gusto el verlos afanados en la revisión de los libros que se ponían a la venta, o en las actividades especiales que se llevaron a cabo, la mayoría dedicadas a los niños de las escuelas lugareñas. Primera vez que el escribidor ve a la gente con bolsas de libros en la isla, es decir, sin las usuales cargas de licores y de los otros artículos que se adquieren en los centros comerciales del puerto libre. Un puerto libre de libros, dijo alguien entonces ante la insólita situación. Daban gusto los salones repletos para escuchar la poesía de Rafael Cadenas, o las lecciones de Ednodio Quintero sobre literatura japonesa, o la palabras austeras de Ana Teresa Torres y Yolanda Pantin, o el taller de Maribel Espinoza sobre la historia del libro desde el tiempo de los sumerios, u otro taller de Sergio Dahbar para periodistas jóvenes, o las margariteñerías de Francisco Suniaga y la novedad de Luis Chataing en letra impresa, por ejemplo. Ahora no menciono a todos los que fueron y a todos los que provocaron el interés de los asistentes, pero para muestra un botón.

Aparte del cuidadoso trabajo de coordinación realizado por López Ortega y Ochoa, capitanes de un pequeño pero laborioso equipo, destacó la presencia permanente del rector Pedro Augusto Beauperthuy y de sus colegas del equipo rectoral, quienes estuvieron personalmente en todas las actividades sin dejar ninguna de lado. No se conformaron con presidir los rituales de inicio y  clausura, como suele suceder. Acompañaron a todos los autores y a todos los editores, asistieron a los talleres y a las conferencias, saludaron a los escolares, fueron compañía activa y ubicua durante una fructífera semana a través de la cual se demostró cómo una universidad privada puede salir airosa del campus a extender sus servicios a la comunidad a la cual se debe y de la cual depende. Quizá fuese tal compromiso lo más destacable de Filcar, en estos días de acoso a los centros de enseñanza superior.

Pero lo mejor fue, desde luego, el descubrimiento de un pueblo lector, el deslumbramiento de una colectividad que asiste a las convocatorias de la cultura, la familiaridad de los margariteños con los asuntos de la imprenta y de la pluma. No debe ser asunto nuevo, eso se huele de lejos, mas estaba escondido en los rincones del puerto libre esperando la hora del regreso oportuno. Filcar les ofreció la ocasión y no la desaprovecharon. La Universidad de Margarita puso los estantes y llamó a libreros, editores y autores para que la comunidad se hiciera presente en una hermosa y prometedora conducta. Antonio y Nela ofrecieron suculenta carnada y todos mordimos el anzuelo, por fortuna. Como anuncié al principio, no escribí hoy sobre los horrores cotidianos de Venezuela, sino sobre un fragmento de la otra cara de la moneda. Termino lleno de alegría, por consiguiente y como pocas veces.

@eliaspino

El Nacional