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Sebin detonó granada que no había explotado en sede central del Cicpc en Aragua

Foto referencial

PASADAS LAS  11:00 PM DEL LUNES 4 DE ABRIL, funcionarios del Sebin detonaron la granada que no explotó en la sede central del Cicpc en el estado Aragua, ubicada en el sector 9 de la urbanización Caña de Azúcar.

Los jefes policiales de la región organizan los operativos que se realizarán luego del hecho.

A las 8:30 de la noche sujetos a bordo de dos motos habían lanzado tres granadas en esta sede policial, donde funcionan la todas las oficinas de investigaciones, vehículos, extorsión y secuestro, además de la morgue.

Dos de las granada explotaron y una de ellas quedó en el estacionamiento del eje de Homicidios.

Los vehículos que estaban estacionados en el lugar resultaron afectados.

Detenidos en Maracay dos delincuentes con un arma de guerra y un vehículo de Pdvsa

Toyota recuperada con bazuca

Dos dos miembros de una banda liderada por alias «el Chino Pedrera» —la misma que paralizó Aragua el pasado 4 de febrero— fueron detenidos el miércoles 10 de febrero en el sector de caña de Azúcar de Maracay, estado Aragua.

Toyota con bazuca

Al momento de la detención se recuperó un vehículo Toyota Land Cruiser que pertenece a Pdvsa y contenía en su interior una bazuca AT4.

toyota con bazuca

Hurto en el Cicpc de Calabozo

Un sujeto identificado como Johan de Jesús Rodríguez, de 23 años, fue acusado de hurtar una sub-ametralladora del parque de armas de la Subdelegación del Cicpc de Calabozo (Guárico) y darse a la fuga, relataron funcionarios que se encontraban de guardia.

Además del arma —marca UZI, calibre 9mm, serial 086—, Rodríguez también se llevó un cargador con 10 balas. Se encontraba detenido por los delitos de robo y lesiones.

Fotos: Cortesía.

Laureano Márquez P. Oct 09, 2015 | Actualizado hace 9 años
Sin azúcar por Laureano Márquez

Azúcar3

Siempre que hablamos de nuestro gobierno todos los que le tenemos un poquito de animadversión, nos empeñamos en ver las cosas malas. Justificada es la crítica de  que no tenemos la generosidad de reconocer lo bueno. En el diario «El Nacional» aparece la siguiente información: «El constante incremento de los costos de operación frente al estancamiento del precio de la azúcar ha incidido en la producción del rubro en el país: en la zafra culminada en agosto pasado se produjeron 130.905 toneladas de azúcar menos que en 2014 y calculan que en 2016 la caída sea más alta». Una reconocida endocrinóloga dijo una vez que las dos cosas más dañinas que había inventado la humanidad eran el azúcar y la bomba atómica, en ese orden. Así que el deterioro de nuestra producción azucarera viene a transformarse en un gran beneficio para la población que será, gracias a esta circunstancia, mucho más saludable y menos propensa a la diabetes.

Según los que han estudiado la materia, la caña de azúcar, que es de de donde se extrae el producto, es originaria de Nueva Guinea con unos 5000 de antigüedad. Con los persas y los árabes se expandió hasta que llegó a nuestro continente. Se denomina azúcar, en el uso más extendido de la palabra, a la sacarosa, cuya fórmula química es C12H22O11. Ya por aquí, sin saber mucho de química uno sabe que hay algo que no anda bien. Una C de más o de menos poco importa, pero 22 H es como demasiado. Según los expertos la sacarosa  es un disacárido, que viene a ser como un descarado en términos moleculares. Ya la semana pasada nos referimos extensamente a esto de los descarados.

El azúcar refinado -que dicho sea de paso, esto de «refinamiento» suena de un escualidismo pelucónico inaceptable- según los investigadores no sólo no produce nutrientes, sino que literalmente le roba al organismo nutrientes que ya posee. Las reservas de tiamina, que es como una tía nuestra que vive recogida en el corazón y en el hígado se ven afectadas con el consumo excesivo de azúcar blanca, porque se requieren reservas extras para procesarla. Como decir que el corazón y el hígado fueran las bóvedas del Banco Central y hay que ir allí a buscar el oro guardado para que el organismo pueda seguir funcionando, al margen de los procesos productivos que realmente tendrían que proporcionarle riqueza.

Del azúcar se ha dicho una de las peores cosas que se puede decir de un producto: su consumo excesivo podría producir cáncer. El asunto es así: las células del organismo secretan un desecho llamado radicales libres (y esto amerita aclaratoria, no vaya a ser…). Explica la Dra. Silvia Jiménez: «Los radicales libres son moléculas inestables (perdieron un electrón) y altamente reactivas. Su misión es la de remover el electrón que les hace falta, de las moléculas que están a su alrededor para obtener su estabilidad. La molécula atacada (que ahora no tiene un electrón) se convierte entonces en un radical libre y de esta manera se inicia una reacción en cadena que dañará muchas células y puede ser indefinida si los antioxidantes no intervienen». De allí la importancia del 6 de diciembre, no podemos perder un solo electrón, porque entonces nos vendría un incremento del metabolismo. ¿No sé si queda claro? Como el azúcar reduce los minerales del cuerpo, los radicales libres se desatan, se reduce la disposición de oxígeno en las células y de allí podrían venir la aparición de efectos cancerígenos en las mismas. Por tal razón, cuide su célula de identidad, que es lo único que le permitirá oxigenar este agobio endocrino que silenciosamente destruye al organismo.

En definitiva, a donde queremos llegar con lo señalado es al hecho de que la reducción en la producción de azúcar es uno de los grandes logros sanitarios de los últimos tiempos. Cuando desaparezcan del todo el cerdo, las harinas blancas y las carnes rojas, además del país más feliz del planeta, seremos sin duda también el más saludable. No nos concentremos en lo malo, veamos también las cosas buenas que este tiempo nos trae.

@laureanomar

¿Guerra económica? Antes había cabillas, cemento, azúcar, café, leche Estatizaron y … por Damián Prat

GuerraEconómica3

 

El “revolcón económico” que el país espera y necesita es que el propio gobierno asuma sus culpas y su desastre y rectifique profundamente.   No que siga evadiendo su responsabilidad inventando “guerras económicas” y culpando a terceros de todo lo que han hecho mal. Lo que Venezuela espera y requiere es que no “profundicen” en los mismos errores.   Que no caven mas hondo el hoyo del “estatismo salvaje” y los “controles corruptos” en que nos metieron.

Hasta 2007 cualquier venezolano se proponía mejorar su casita, hacer un cuarto adicional o ampliar la cocina y encontraba cemento y cabillas en cualquier ferretería.  ¿Quién decretó entonces la “guerra económica” contra los venezolanos?.   Desde que el gobierno estatizó Sidor y Sidetur, comenzó a caer la producción de cabillas.   Hoy se producen 200 mil toneladas menos de cabillas en Sidor al año del total de 370 mil toneladas que lograba Sidor antes del “control estatista salvaje”.  ¿Saben que?   Una tonelada de cabillas de ½ son, mas o menos,  84 cabillas, o sea que sólo en 2014, en la Sidor dizque “socialista”, a pesar del esfuerzo y la lucha de los trabajadores, dejaron de producirse alrededor de… ¡16 millones de cabillas!.   Sume el lector lo que dejó de producir Sidetur, estatizada desde 2009 igualmente venida a menos.

La “guerra económica”  es del gobierno.   Es el gobierno el responsable total del manejo de Sidor y de los destrozos a la capacidad de producción de Sidor.  ¡Son 16 millones menos de cabillas!, solo en 2014.   ¿A quien le van a echar la culpa?   ¿Al “imperio”?  ¿A los marcianos?.  ¿A la empresa privada o a los trabajadores?.  ¡Dé la cara, señor Maduro!, en lugar de andar inventando “guerras y conspiraciones” solo para tratar de tapar la responsabilidad de su gobierno.

Es la misma historia del cemento.  Estatizaron toda la industria cementera en 2009 y ya para 2013 la producción era de 40% menos, de acuerdo a varios informes que pude ver, incluyendo el de los ministros ante la AN, pero también por los testimonios de trabajadores y dirigentes sindicales, incluyendo algunos chavistas decepcionados.   ¿A cual guerra económica pueden echarle la culpa si toda la industria está en manos rojas rojítas?

¿Cuántas fincas de caña de azúcar fueron invadidas y confiscadas desde 2005?.  ¿Producen algo?   ¿Cuánto?  ¿A cual “guerra económica” va a culpar Maduro de la escasez de azúcar?.  Porque, además, el 80% de los centrales azucareros son del estado o han sido estatizados en años recientes.   ¿Y el café?.  Todas las torrefactoras grandes fueron estatizadas.  Y el déficit de café para este 2015 es de casi ¡70%!, de acuerdo a la magra cosecha de diciembre 2014 y enero 2015.  Hasta el año pasado el déficit se tapaba, se disfrazaba, importando café lavado y seco desde Nicaragua, Brasil y otros países.  Ahora no hay dólares suficientes.

Dólares.  Esa es la otra cara de la moneda de la ruina.   ¿Quién es el dueño del 90% de los dólares que ingresan al país?  Obvio:  es el mismo amo y señor de Pdvsa. Quienes la manejan a su antojo.  O sea, la “revolución”.  Pero además, son los que deciden a aquien le venden dólares y a quien no.  Son los rojos rojitos del Cadivismo los que ponen “las reglas del juego”, colocan los “peajes” y las “alcabalas” de la corrupción.  Según la denuncia-confesión de Giordani, solo en 2013 los boliburgueses rojos se birlaron 25 mil millones de dólares mediante “empresas de maletín.

Es el gobierno quien controla incluso la producción de la empresa privada.  Pregunten a cualquier trabajador de Polar o de cualquier otra empresa productora agroalimentaria.   Cada lote de cualquier producto que sale de fábrica es chequeado y revisado por los funcionarios del gobierno, quienes incluso deciden con frecuencia cambiar el destino de la carga de esos camiones. O sea, controlan todo, deciden todo, abusan con todo, incluso cuando la industria no ha sido malamente estatizada.  ¿Cuál es el cuento de la “guerra económica”?

¿Un revolcón?  El que hace falta es el que debe recibir el gobierno, con votos, en avalancha y por paliza, en la elección parlamentaria.  Y en todo caso,  el gobierno debe “revolcarse” a si mismo en lugar de seguir ahogando la economía con los “controles de la corrupción”.  Para decirlo con las palabras dichas este viernes por el ministro Víctor Álvarez quien reivindica la idea del “socialismo del siglo XXI” en lugar de “los viejos modelos” que dice, son los del gobierno.  ¿Qué dijo?  “El control de cambios ya no tiene justificación económica y solo se usa como medio de dominación política”:

Damián Prat C.

depece54@gmail.com

@damianprat

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