@LDeLION
A mediados del 2014, los precios del petróleo comenzaron lentamente a bajar. Una caída sostenida a lo largo del 2015 y en lo que va del 2016. Sin duda, toda una sorpresa económica, cuyas razones, entre muchas otras, están principalmente en la desaceleración del consumo en China y del aumento de la producción petrolera estadounidense. También tuvo que ver la decisión de Arabia Saudita de aumentar su producción en diciembre 2014.
El papel que tradicionalmente jugaba Arabia Saudita en la OPEP, ha cambiado por completo. En el presente, al igual que ocurrió en los 80 con Irán e Irak, dos países miembros del cartel están en guerra de forma indirecta. Irán y Arabia Saudita, se enfrentan en Yemen y en Siria. Una situación, que se agrava con la entrada en vigor del acuerdo nuclear iraní, que le permite a Teherán aumentar sus ventas de petróleo.
De esa manera, Riad, ha caído en una suerte de laberinto. Ya que si deciden bajar la producción, para subir el precio del petróleo, Arabia Saudita, estaría beneficiando a Irán.
Del otro lado del mundo, la estrategia de dumping saudita, contra la producción petrolera no convencional (fracking) en los Estados Unidos, logró su objetivo a medias. Parecía fácil, con un alto costo de explotación. Ciertamente la producción en los EEUU y Canadá ha disminuido, incluso algunos productores han quebrado, pero los efectos han sido limitados. En resumen, los productores norteamericanos se adaptan mejor que previsto, a su propia crisis.
Luego vino, el éxito, de momento diplomático de la COP21, pero significativo para el futuro de los hidrocarburos. Cualquiera que sea el impacto a largo plazo, el mensaje ha sido enviado. Los principales países consumidores de crudo van a priorizar las políticas de reducción de sus propios consumos.
De igual forma, vale hacer notar que, los altos precios del petróleo hasta el 2014, estuvieron asociados a la caída de las tasas de intereses en los países desarrollados.
De esa manera, hoy justo cuando la canasta OPEP está alrededor de 23$, desde Caracas insisten en una nueva y urgente reunión del cartel petrolero. Un encuentro, que sin duda, vista la complejidad del mercado actual y del escenario geopolítico, no tendrá efecto alguno sobre los precios. Solo servirá, para que se reúnan, un grupo de países que además de ser productores de crudo, tienen en común que son naciones en vías de desarrollo y ninguna es una verdadera democracia.
En el caso Venezuela, la dictadura, sin rubor alguno seguirá utilizando la caída de los precios del petróleo como excusa para acentuar la represión y atornillarse aún más en el poder.