La UCV lucha para vencer las sombras - Runrun
Francisco Zambrano Jun 18, 2021 | Actualizado hace 3 años
La UCV lucha para vencer las sombras
Con un presupuesto minúsculo, autoridades, docentes y estudiantes recurren a iniciativas de autogestión para mantenerse a flote en la víspera de sus 300 años  

@franzambranor

Antes que el país obtuviera su independencia en 1810, ya la Universidad Central de Venezuela había sido inaugurada en 1721 por el rey Felipe V de España. En este 2021, la principal casa de estudios de la nación cumple 300 años en medio de una severa crisis estructural que agrupa a estudiantes, docentes y personal en general. 

La UCV es la universidad más antigua del país y ha resistido las dictaduras de Juan Vicente Gómez, Marcos Pérez Jiménez y los gobiernos de Hugo Chávez y Nicolás Maduro que han pretendido introducir sus tentáculos entre las autoridades y centro de estudiantes.

En el año 2000, la UCV fue declarada Patrimonio de la Humanidad, pero hoy en día la desidia, precarias condiciones de su estructura, hiperinflación, migración de profesores y estudiantes, además de la violencia han atentado contra su autonomía.

En junio de 2020, el techo del corredor número 5 colapsó  y encendió las alarmas sobre el mantenimiento de la sede, la asfixia financiera a la que es sometida la casa que diseñó el arquitecto Carlos Raúl Villanueva ha sido denunciada por su rectora Cecilia García Arocha; solo 2,27% del presupuesto solicitado fue aprobado por el gobierno de Maduro en este 2021, mientras que para investigación recibió el visto bueno apenas un 8%. 

Un profesor universitario gana a lo sumo un equivalente a cinco dólares en bolívares por mes, cantidad que promueve la deserción y la migración de docentes a otras profesiones, mientras un obrero percibe mensualmente un promedio de $3. 

Aunado a esto, la pandemia de la COVID-19 tampoco ayudó a elevar la moral de los ucevistas, las deficiencias de la conexión de internet y los constantes cortes y fluctuaciones de electricidad juegan en contra de la educación.

Debido a la escasez de personal de seguridad, los hurtos se han incrementado. Solo en el Instituto de Medicina Tropical se produjeron 120 en 2020.

La soledad en las áreas comunes ha generado la acumulacion de desechos y basura, además de la presencia de indigentes que habitan dentro de las instalaciones. 

Pese a todas las dificultades, la UCV fue catalogada como la número 1 del país en el QS University Rankings 2022 y la 41 en América Latina.  

Regla T en mano

Cuando el actual decano de arquitectura, Gustavo Izaguirre, era coordinador administrativo de la facultad en 2006, el presupuesto de la UCV rondaba los 300 millones de dólares anuales y el de su escuela era cercano a los $748 mil. 

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Actualmente el presupuesto de la universidad no llega a los 3 millones de dólares anuales y el de la facultad de Arquitectura difícilmente se ubica en 10 mil.

A través de una colecta o ProFound en la Facultad de Arquitectura se logró llevar a cabo en 2020 un semestre ordinario de manera telemática con una participación de 80 por ciento de los profesores y 81% de los estudiantes.

“Esto nos ha permitido conseguir recursos y mejorar el salario de algunos profesores. El Consejo de Facultad no ha dejado de sesionar cada quince días”, dijo Izaguirre.

De acuerdo con Izaguirre, las contribuciones han permitido recuperar el cerco eléctrico, adquirir 12 cámaras para vigilancia permanente, mejorar el sistema de iluminación y llevar a cabo actividades de limpieza. 

“Estos esfuerzos son para la protección de nuestras instalaciones. La facultad de arquitectura necesita al menos 11 mil dólares mensuales para tener la planta física en buenas condiciones y obviamente es algo que no tenemos, por eso hacemos esfuerzos para mantenernos de pie”, dijo Izaguirre. 

El decano de arquitectura sostuvo que el mantenimiento de la facultad es exclusiva responsabilidad del Estado. “Hemos confrontado problemas serios de presupuesto desde 2007, pero a partir de 2012 la situación ha sido realmente catastrófica”. 

Izaguirre manifestó que los niveles de deserción de estudiantes y profesores serán medibles una vez concluya la pandemia.

“Es difícil dar un número en este momento, los estudiantes están viendo todas las materias, hemos efectuado actividades con egresados para conseguir recursos e incluso para que ellos den clases en pregrado”. 

El decano indicó que en 2020 hicieron una actualización de las investigaciones y se recibieron alrededor de 70 ponencias. “Julio es el mes del arquitecto y en ese sentido tenemos preparadas varias actividades para honrar a nuestra gente”. 

Jueves de debate 

Para Jennifer García, directora de escuela de Trabajo Social, la UCV se mantiene gracias al sacrificio del personal docente y administrativo y la perseverancia de los estudiantes.

Aunque ha habido una notable merma en la cifra de profesores y estudiantes que hacen vida en la universidad, García aseguró que la inexistencia de un sistema de control de estudios desde hace cinco años por la eliminación del presupuesto impide hacer una proyección de cuantos han abandonado la casa de estudios.

De acuerdo a la ONG Aula Abierta, la deserción en las universidades del país se ubica entre el 40 y 50%. Según Aula Abierta las principales causas tienen que ver con transporte, comedor, ausencia de becas estudiantiles y necesidad de incorporarse al mercado laboral para ayudar a la familia.

“Los profesores han duplicado sus jornadas simplemente por una cuestión de compromiso, la mayoría ha tenido que recurrir a trabajos paralelos para subsistir en medio de la crisis”, dijo García. 

García indicó que las redes sociales han sido una poderosa herramienta en tiempos de pandemia y crisis generalizada. 

“La iniciativa es mantener encendido el debate a través de redes sociales, denunciar los problemas y buscar soluciones”. 

La directora de la escuela de Trabajo Social sostuvo que todos los jueves a las 4 de la tarde invitan a una personalidad a profundizar sobre un tema en específico. “Lo llamamos Jueves de Academia y eso nos ha abierto una ventana importante de participación”. 

Al igual que otras escuelas, la de Trabajo Social se ha visto en la obligación de impartir cursos y promover eventos para su autogestión.  

“Próximamente estaremos ofreciendo diplomados con un costo accesible para nuestros egresados y demás profesionales”. 

Manifestó también que empresas han hecho aportes en equipos y materiales para la escuela, que en más de una oportunidad se ha visto afectada por el vandalismo. 

García sentenció que en el caso de las clases a distancia han tenido que ser flexibles para poder mantenerse activos. 

“El vicerrectorado académico puso a disposición un campus virtual, donde tenemos acceso a información diversa, la biblioteca central creó un portal web, además los profesores nos hemos estado formando gracias al Sistema de Actualización Docente del profesorado de la UCV, el cual tiene talleres y cursos que son totalmente gratuitos o con un costo bajo”.

“Lo que nos identifica es que tenemos sentido de pertenencia e identidad ucevista y también lo hacemos por los estudiantes porque son ellos quienes nos van a ayudar a reconstruir este país”, salió al paso el profesor de Trabajo Social, José Ibarra. 

Formación en tiempos adversos

El Sistema de Actualización Docente del Profesorado de la UCV  (Sadpro) es una dependencia adscrita al vicerrectorado académico que funciona desde 1978 y su objetivo es la formación de docentes en áreas generales como profesionalización, tecnología y currículo. 

Su director Jorge Altuve sostuvo que pese a la crisis humanitaria compleja que padece Venezuela y la reciente situación del COVID-19, el programa se ha mantenido gracias a la mística de los profesores en la UCV. 

“En estos 43 años hemos sido vanguardia a nivela nacional e internacional y destaco específicamente el programa Aletheia, cuyo objetivo es formar a profesores a través de cursos de 120 horas de duración, esta era una dinámica que era casi totalmente a distancia y ahora debido a la pandemia es 100%. Durante la cuarentena hemos formado a 69 profesores”, dijo Altuve. 

El director de Sadpro aseguró que a diferencia de años anteriores, en 2020 y 2021 han crecido.  

Asimismo, Altuve hizo hincapié en el Programa de Formación para el Cambio que pasó a ser el primer programa de formación en contingencia para profesores. “Aquí han salido beneficiados alrededor de 4 mil personas, no solo de la UCV, sino también de otras universidades, de otros niveles del sistema educativo, empresas, ONG e instituciones”. 

Altuve indicó que todos los proyectos los han desarrollado sin presupuesto y con la colaboración de personas y entes preocupados por la educación en Venezuela. “Los números demuestran que el crecimiento se ha multiplicado, hemos contado con la participación de cerca de una veintena de profesores que están fuera del país”. 

En 2021, Sadpro planea poner sobre el tapete el tema del currículo de los profesores y las implicaciones que tiene que ver la pandemia en ello. 

Altuve dijo que los talleres y cursos no solo son para que los profesores escuchen ponencias interesantes sino para que empleen herramientas tecnológicas como videos, WhatsApp, Telegram, el campus virtual de la UCV y demás redes sociales para interactuar y actualizarse. 

“Esta es una excelente oportunidad para reinventarnos, los tiempos de crisis son los mejores para el cambio definitivamente”.