El retorno de lo posible
Muchos pensaron que no era posible. Pero, finalmente, se pudo
Muchos pensaron que no era posible. Pero, finalmente, se pudo. No obstante, cabría preguntar ¿acaso lo vivido lo induce la fe, la organización, la convicción, la necesidad o la esperanza? Habría que indagar más allá de los límites de la incertidumbre o en torno a los preceptos que dicta la teoría política, tanto como la teoría social. Particularmente, cuando sus preceptos refieren el influjo de nuevas realidades en el foco de los nuevos tiempos.
Entonces, le corresponde a la historia abordar una explicación que, alrededor de la sucesión de hechos así, determine el fondo de las distintas situaciones que se prestan para revolucionar el discurrir político, económico y social de las realidades que anteceden las aludidas. Es la única manera de constatar los cambios que en adelante podrán pautar el desarrollo en el contexto de sus principales manifestaciones.
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Muchos pensaron que no era posible. Pero, finalmente, se pudo @ajmonagas Muchos pensaron que no…
Por lo tanto, será posible no hallar dudas de comprobarse que el centro de gravedad social, político y económico, de la situación aludida, ha variado. Las coordenadas que ocuparon su punto de fijación o pivote fundacional ahora es otro. Tan singular fenómeno representa una ruptura evidente con el pasado, lo cual no admitirá ningún titubeo que propenda a desatinar lo ocurrido.
Cambio de coordenadas
El ejercicio de la política cambió de sustentación. Dado lo acontecido, será indispensable que las nuevas realidades han de exigir la formación política como fundamento instrumental propio para el manejo y resolución de los conflictos que, naturalmente, irrumpen en el plano de toda sociedad.
Asimismo, en lo sucesivo el poder cambiará de visión. Deberá fungir como cimiento del deber. En consecuencia, su empleo comprometerá la dignidad de quienes lo desempeñen. Aunque el problema seguirá siendo la dificultad al momento de ser entendido. De hacerlo, no habrá límites que confisquen las nuevas realidades en términos de su alcance. Del alcance del poder (que construye).
Al mismo tiempo, la libertad moverá sus mecanismos y dispositivos de acción. Por cuanto estará detrás y a los lados de cuanto movimiento social pueda seguir preciándose de los trazados que sus determinaciones comprometan de cara al devenir pautado por nuevas realidades.
La libertad, razón cierta de lo posible
La libertad constituye la pieza básica en la edificación de los derechos humanos. Por consiguiente, la libertad continuará compartiendo el pódium de los valores morales y políticos al final de la competencia motivada por la verdad y la justicia.
De ahí pudo haber brotado el concepto de historia que acuñó Claudio Sánchez Albornoz, quien fuera profesor de las universidades de Barcelona y Madrid. Acertadamente refirió que “la historia es la hazaña de la libertad, y la libertad la hazaña de la historia”.
Vale traer a colación tan trascendente expresión, pues resultaría inmerecido aludir a las nuevas realidades sin asociarlas al significado de “libertad”. Pero de una “libertad” contemplada desde la visual que permite la historia contemporánea. Sobre todo, de aquellas naciones que han crecido gracias a sus lecciones de historia.
Justo es ahí, donde cobra fuerza hablar y escribir lo que significa recuperar lo extraviado. O lo que, por error, fue desmantelado al amparo de confundidas realidades. Es el momento exacto en el que adquiere sentido y razón, avivar “el retorno de lo posible”.
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