¿El tiempo nos une, para qué? ¿Para solicitar preservación del patrimonio biblio-hemerográfico universitario? ¿Para exigir presupuesto justo, reapertura de comedores, pasajes preferenciales estudiantiles y sueldos dignos para los profesores?
Fue del 20 al 23 de julio de 1988 cuando se celebraron en Mérida, antigua sede de la Facultad de Humanidades y Educación, las Primeras Jornadas de Intercambio Académico-Cultural entre las escuelas de Historia de la UCV y la ULA. El tema central propuesto por comisiones creadas en Caracas y Mérida fue “La problemática actual de los estudios históricos y su enseñanza”.
La comisión conformada en la UCV estaba integrada por los bachilleres Rafael Viamonte Padrón, Solange Orta y José Miguel Rosario, entre otros, y en Mérida por Juan Alonso Molina, José Gregorio Urbina. Robinzon Meza, Ildefonzo Méndez, Francisco Franco, Darío Dizaccomo, Siubar Pirela, Janette Araque, Zoraima Guedez, Isaac López y otros.
La propuesta fue realizada por un grupo de estudiantes de la Escuela de Historia de la UCV, y en deliberaciones en ambos espacios académicos se estructuró un programa que determinó las siguientes mesas: 1. ¿Para qué la historia? 2. La calidad de la enseñanza en nuestras escuelas de Historia y el perfil profesional de sus egresados. 3. La revisión curricular. Su sentido y pertinencia, y 4. Asamblea plenaria.
Dos foros completaron la actividad académica, uno sobre La Problemática actual en torno a la historia indígena, y El V centenario del “descubrimiento” de América y la posición del historiador latinoamericano. Un encuentro deportivo y cultural cerró el evento con proyección de documentales por la Unidad Cinematográfica El Foco, encuentros de ajedrez y de futbolito.
Entre las ponencias presentadas por compañeros de la Escuela de Historia de la UCV estuvieron las de Bruno Gallo, Alvaro Toro, José Miguel Rosario y Luis Delgado; entre las de los compañeros de la Escuela de Historia de la ULA conservo en archivo las de Rafael Rattia titulada El anarquismo: ¿una distinta concepción de la historia?” y la de María García titulada La idea de la historia en Jean Batista Vico, ambas surgidas de la optativa coordinada por el profesor José Manuel Briceño Guerrero.
35 años después, algunos de los organizadores de esas I Jornadas de Intercambio Académico Cultural de las Escuelas de Historia formamos parte de sus plantas profesorales. Rafael Viamonte Padrón es el coordinador de Ensayos históricos, el anuario del Instituto de Estudios Hispanoamericanos de la UCV; Solange Orta es profesora de la Escuela de Bibliotecología de aquella universidad; mientras Robinzon Meza, Francisco Franco y quien escribe somos profesores de la Escuela de Historia ULA. Mal podríamos olvidar nuestra propia historia y compromiso académicos.
Ilustra esta nota el humilde afiche reproducido en fotocopia que pudimos elaborar hace casi cuatro décadas.
Hoy, cuando se organiza desde la capital del país, en propuesta de los egresados, el Primer Encuentro de Escuelas de Historia, que se amplía no solo a las de Caracas y Mérida, sino también a los distintos programas de Historia de la UNERG en Calabozo, UNEARTE y diversas universidades politécnicas, bajo el lema “El tiempo nos une”, es oportuno recordar otros esfuerzos por acercar el hacer de los historiadores venezolanos como las Jornadas de Investigación de la Escuela de Historia ULA, las Jornadas del Grupo de Investigación sobre Historiografía de Venezuela y las Jornadas de Investigación de los Estudiantes de la Escuela de Historia ULA, en cuyo última edición participaron varios estudiantes de la Escuela de Historia UCV. Al programa de todos esos eventos me remito.
¿El tiempo nos une, para qué?
La Historia es crítica o no es. Nunca, como en este tiempo maltrecho, parece haberse estudiado tanto Historia a nivel profesional en Venezuela. Y, sin embargo, parece una disciplina cuyos lineamientos se han difuminado, y hacer periodismo, crónica, crítica literaria, simple conteo de fusiles o elaborar bodrios chavistas o antichavistas es hacer Historia.
Los tres simposios organizados para este primer encuentro… giran en torno a:
“La enseñanza profesional de la Historia ante las nuevas realidades de acceso a la información y a la enseñanza virtual.”
¿Pueden los profesores de la UCV, de la UNERG, de las universidades politécnicas y de UNEARTE acceder a la internet sin dificultades de conexión? ¿Sus sueldos les alcanzan para pagar el servicio?
“Los licenciados en Historia, la transformación de las formas de trabajo y su inserción actual en el campo laboral.”
¿No son acaso los mismos sectores que organizan ese evento los que han conducido a los profesores de Historia en universidades y liceos a vivir en las peores limitaciones?
“La formación profesional en Historia desde la óptica y las propuestas estudiantiles.”
Pregunto: ¿de cuánto es la matricula estudiantil de nuestras escuelas de Historia y de los planes de formación? ¿No se ha dado acaso una notable deserción por la necesidad de sobrevivir y buscar varios trabajos ante un modelo político y económico que ha destruido a las universidades y al país?
¿El tiempo nos une, para qué? ¿Habrá espacio para fijar posición sobre la situación de los archivos de Venezuela? ¿Eso se debatirá en la Escuela de Historia de la UCV el próximo mes de noviembre?

Ministerio de Cultura y gobiernos regionales responsables de la ruina de la Biblioteca Febres Cordero de Mérida
¿El tiempo nos une, para qué? ¿Para solicitar preservación del patrimonio biblio-hemerográfico universitario? ¿Para exigir…
¿Pueden militantes y funcionarios del régimen representar cabalmente a los egresados de la Escuela de Historia ULA en una convocatoria dirigida –una vez más– a fortalecer relaciones y fomentar la agremiación de los historiadores? ¿Para qué se agremian los historiadores en un país donde todo espacio de cuestionamiento y exigencia es “siquitrillado”?
¿El tiempo nos une, para qué? ¿Para solicitar preservación del patrimonio biblio-hemerográfico universitario? ¿Para exigir presupuesto justo, reapertura de comedores, pasajes preferenciales estudiantiles y sueldos dignos para los profesores? ¿Quién financia el traslado de profesores y alumnos desde Mérida a Caracas? ¿Puede jugarse a la inocencia con eventos de esta naturaleza?



Ojalá se rompan los consensos impuestos por quien paga, ojalá no sean “tontos útiles” nuestros estudiantes convencidos de asistir a un encuentro aportador y provechoso para su formación. Ojalá y resulten estas letras desmentidas por una actividad de calidad académica que abra caminos a la crítica de los estudios de Historia en Venezuela, al hacer de historiadores y fariseos, y a la necesidad de confrontarnos con nuestros pares de Latinoamérica y el mundo.
Eso, sin sesgos partidistas y sin manipulación ideológica de los historiadores del proyecto chavista. A la vuelta conversamos.
11 de octubre de 2023 | isaacabraham75gmail.com
*Historiador, profesor de la Universidad de Los Andes. Mérida.
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