En la actualidad la pulcritud política es un concepto que se ignora o desecha
La pulcritud política es un tema que ha sido y es objeto de controversia y debate, hoy en relevancia, debido a escándalos de corrupción y abuso de poder en el mundo. Muchos ciudadanos y grupos de la sociedad civil comienzan a exigir nitidez, pureza y adeudo. Se refiere a la honestidad, integridad y transparencia de los políticos y sus acciones. Es la medida en la qu, empleados al servicio público cumplen con las expectativas éticas de la sociedad y deberes de su cargo, sin comprometer integridad ni abusar de su poder.
En términos simples, se refiere al proceder, conducta ética, moral y respetuosa que se espera del funcionario en el ámbito público. Implica transparencia en el manejo de los recursos, rendición de cuentas, honestidad en las decisiones y acciones, apego a los derechos humanos, promoción de valores democráticos y de justicia social.
Sin embargo, en la actualidad, es un concepto que se ignora o desecha. Los dirigentes públicos se han involucrado en escándalos de corrupción, fraude, estafa y abuso de poder, generando suspicacia y cinismo de la ciudadanía hacia la clase política. Ello afecta la estabilidad y desarrollo de las naciones pues la falta de pulcritud política disminuye la credibilidad y legitimidad de las instituciones públicas.
Es necesario considerar el impacto que tiene en la vida de los ciudadanos. Cuando la dirigencia es honesta, ética, se construye un ambiente de confianza y respeto mutuo, que conduce a la colaboración y cooperación en la resolución de contrariedades sociales, económicas, políticas y culturales. Por otro lado, cuando son corruptos, malgastan o se roban los recursos públicos, se niegan soberbios y prepotentes a rendir cuentas de gestión, quebrantan los derechos humanos y su actitud compromete seriamente la democracia y libertad.
El esmero político es esencial para la construcción de sociedades justas, equitativas e imparciales. Cuando se es obediente de la Constitución y se promueve leyes que fomenten igualdad y justicia, se crea un entorno inclusivo y diverso; reduciendo la pobreza y desigualdad, lo que a su vez aumenta el bienestar y calidad de vida.
Cuando la palabra nada vale
Asimismo, es crucial para la edificación de una cultura de paz y no violencia. Promover el diálogo, sin renunciar a principios y sacrificar valores, crea un ambiente propicio, favorable para la solución pacífica de conflictos. Por otro lado, cuando la palabra empeñada nada vale, se utiliza la intimidación, represión e infracción de derechos para imponer agendas, se fomenta el odio y división entre la ciudadanía.
La corrupción se ha convertido en un problema sistémico que afecta todos los niveles de gobierno. Las investigaciones han revelado casos de políticos que usan su cargo para enriquecerse a costa de los ciudadanos, y el sistema judicial a menudo parece ser incapaz de llevar a los responsables ante la justicia.
El populismo desbordado, la sospecha y recelo en las instituciones, acentúa la polarización e inestabilidad. Los partidos políticos han sido acusados de utilizar fondos públicos para financiar campañas o recibir donaciones ilegales de empresas y grupos de interés. Un ejemplo: Odebrecht. La Operación Lava Jato en Brasil reveló una vasta red de corrupción en la que se involucraron políticos y empresarios del continente. Consiguiendo la condena de pocos, colocando en tela de juicio la capacidad del sistema judicial para hacer frente a la corrupción.
La pulcritud es clave en la política contemporánea. Los ciudadanos exigen integridad, decoro y compromiso por parte de políticos y funcionarios públicos. La corrupción, el abuso y arbitrariedad de poder son obstáculos para el desarrollo económico y social; erosionando la confianza ciudadana en instituciones políticas, electorales, legislativas y judiciales. Los medios de comunicación desempeñan un papel trascendental en la promoción de la pulcritud política y denuncia de casos.
Se debe ser consciente de la jerarquía de la ética y moral, promover valores democráticos, justicia social y acatamiento a los derechos humanos. Solo a través de la pulcritud política se puede construir sociedades justas, equitativas, inclusivas y pacíficas. Por ello, los ciudadanos deben exigir a sus gobernantes el cumplimiento de estos principios éticos y morales. La responsabilidad de contribuir a la construcción de una sociedad mejor es compartida por todos.
Las opiniones emitidas por los articulistas son de su entera responsabilidad. Y no comprometen la línea editorial de RunRun.es
