#EnPocasPalabras | Las crisis económicas
El manejo de las crisis económicas de China y Estados Unidos es contrapuesto. Mientras uno restringe su economía, Biden se concentra en expandirla con subsidios
Mientras Vladimir Putin, el nuevo zar de Rusia, sigue con su ilógica guerra en Ucrania a pesar de las grandes pérdidas económicas y militares (que ha costado la vida de por lo menos 50.000 soldados rusos), las otras dos grandes potencias, China y los Estados Unidos, siguen aumentando el nivel de su enfrentamiento económico disputándose el liderazgo mundial.
Es importante notar los cambios que están ocurriendo en esta ardiente lucha que Rusia monitorea con gran interés y preocupación.
Crisis china
Por el lado chino, la economía del gigante asiático está enfrentando graves problemas causados por su fuerte desaceleración económica que se refleja en los sectores del consumo, inversiones, producción industrial y mercado inmobiliario.
Esta baja ha obligado al banco central de Pekín a recortar las tasas de interés; mientras que en Washington está ocurriendo todo lo contrario. En Estados Unidos aumenta el costo del dinero por el intento de combatir la inflación, alza que ha empezado a afectar seriamente a los norteamericanos.
La causa principal del descalabro chino es la ampliación de las estrictas restricciones impuestas por el Gobierno de Xi Jinping, llamadas “Covid-Cero”, para combatir la pandemia y sus variantes.
Estas medidas han afectado inmediatamente los mercados de materias primas. Empezando con el petróleo, cuyo precio ha caído al nivel statu quo ante bellum (anterior al comienzo de la guerra de Ucrania); y siguiendo con los de los rubros del cobre (93 %), aluminio (74 %), maíz (68 %), y trigo (51 %), siendo entre paréntesis el porcentaje mundial manejado por el Estado chino.
A la luz de los últimos datos, según Kevin Rudd, ex primer ministro australiano que está ahora a cargo del think tank New York Asia Society y es un gran conocedor de la economía china, la previsión del crecimiento del PIB (Producto Interno Bruto) de Pekín se reducirá a un 3 por ciento para finales de año, en lugar del 5.5 por ciento que Xi Jinping insiste será el caso.
Rudd subraya que, a raíz de la desaceleración, Xi ha venido imponiendo un dramático giro hacia la izquierda en su política económica. Y ha puedsto fin a las innovaciones neoliberales de su predecesor Deng Xiaoping.
En otras palabras, el líder chino quiere volver a la estricta dictadura chino-comunista para apagar los pequeños pero irritantes fuegos de rebelión, que luego de Hong Kong, se están prendiendo en varias partes del país.
Las medidas de Biden
Todo lo opuesto está sucediendo en Washington, donde Joe Biden se concentra en un plan innovador y expansionista casi copiando la vieja política de Pekín de favorecer y apoyar a la industria privada a través de subsidios y ayuda económica (frecuentemente considerada exagerada); política con la que China aumentó su competitividad en el mundo.
Según el conocido comentarista político italiano Federico Rampini, las últimas maniobras legislativas apoyadas por Biden denotan, de hecho, la tendencia a “copiar a China para ganarle en su terreno”, afirmación contenida en su ensayo titulado Stopping Beijin (Parando a Pekín).
Los planes de Biden incluyen el conocido “Green Deal” (negocio verde) a través del cual Estados Unidos está otorgando grandes financiamientos para proyectos de energías renovables; así como una ayuda particular para la industria de los semiconductores o microchips, con la que intenta recuperar el liderazgo tecnológico norteamericano perdido en los últimos 10 años.
#EnPocasPalabras | La importancia de los microchips
El manejo de las crisis económicas de China y Estados Unidos es contrapuesto. Mientras uno…
En el 2021, el total de los gastos fiscales otorgados a la industria privada en Estados Unidos alcanzó los 1.40 millones de dólares y las medidas que están siendo aprobadas por Biden suman unos otros 350.000 millones.
El partido Republicano, que se ha visto pisoteado por los demócratas, cuestiona este plan preguntando por qué copiar a China cuando su política terminó en un fracaso. Le recuerdan a Biden, además, que en la década de los 80, cuando el lugar de China lo constituía Japón, o “peligro amarillo”, también terminó en una gran crisis.
Pero el gobierno de Biden, que cuenta con la baja de la tasa de desempleo más pronunciada de los últimos 10 años, considera que sus proyectos de expansión económica mitigarán el fuerte aumento del costo de la vida, convirtiendo todo en nuevas fuentes de riqueza.
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