¿Otra historia? - Runrun
Antonio José Monagas Ene 08, 2022 | Actualizado hace 1 mes
¿Otra historia?
La historia política contemporánea venezolana la escribieron los antiguos perdedores que hoy inhibieron el sentido de libertad impreso en la crónica republicana

 

@ajmonagas

El hombre siempre ha escrito su propia historia, trenzada por problemas de distinta índole. Quizás el más insidioso sucede cuando se atraviesan las ideologías interesadas en sesgar los hechos a su antojo. Aunque la historia también resulta perturbada cuando sus capítulos testimonian las sucesivas catástrofes motivadas por dificultades de capital importancia. Dificultades que truncaron el crecimiento y maniataron el desarrollo de naciones, cuyos posteriores esfuerzos por escapar no tuvieron el mejor resultado. Paradójicamente todo ese devenir indica que los errores cometidos y referidos históricamente se repiten. Incluso, generando más daño de lo que, en un principio, los susodichos hechos llegaron a marcar.

Así ha sido grabada la historia contemporánea de Venezuela. Su historia política es el recuento de cuánto intentó superarse y no pudo. Ni siquiera algún escarmiento logró con el paso del tiempo. Deberá reconocerse que la historia política contemporánea venezolana la escribieron perdedores en medio de una crisis que no solo estrujó sus consciencias, sino que inhibió el sentido de libertad que debió ser signo impreso en la crónica republicana.

Pero no por ello la historia del país dejará de ser una motivación para reescribirla con la dignidad que representa cada hecho realizado con sentido democrático. Como lo plasmaba Jacinto Benavente, extinto dramaturgo español, “una cosa es continuar la historia y otra, repetirla”. He ahí lo significativo del asunto.

A decir de los hechos, tal como en la actualidad están desarrollándose, el régimen se ha empeñado en inhabilitar el oficio del historiador al constreñir su deber de registrar la historia. Las realidades que caracterizan el presente venezolano desnudan del ropaje que llegó a vestir la forja independentista del siglo decimonónico venezolano. Ello ha devenido en la mutilación de valores morales, dejando al venezolano sin referentes históricos para evitar repetir los infortunios.

Esto ha causado la descomunal crisis que ha puesto en ascuas la institucionalidad jurídica y política venezolana.

El ocaso (político) del siglo XX

Haber salido de la dictadura perezjimenista que azotó el discurrir político venezolano a lo largo de la década de los cincuenta del siglo XX, constituyó el ticket de entrada al proyecto que Fidel Castro venía experimentando desde 1958 en Cuba. Eso llevó a que Venezuela fuera víctima de la grosera incursión de cubanos por Machurucuto a principios de los sesenta. Pero igualmente, el país sufrió desmanes que surgieron con la Guerra Fría, toda vez que comunistas soviéticos andaban en complicidad con revolucionarios cubanos.

Conoce a tu Fuerza Armada

Conoce a tu Fuerza Armada

Lo más duro se produjo con la caída del bloque soviético, ya que el régimen cubano sufrió un duro debilitamiento; ello lo motivó a buscar evitar que su gobierno construido con represión, corrupción y desolación se viera sumergido entre más problemas de los que para entonces había acumulado.

Así, la dictadura castrista ideó el modo de penetrar naciones con el propósito de rebuscarse los fondos que requería el andamiaje político-económico de la isla. Las coyunturas favorecieron las intenciones de Castro desde el mismo momento en que el golpismo militarista venezolano, de 1992, se convirtiera en la ruta para torcerle el sentido y dirección a la historia política nacional.

La invasión cubana

Con los años, la incursión cubana tomó la fuerza necesaria para intervenir procesos políticos con la impunidad que le permitía complicidades a lo interno de algunos países latinoamericanos. Aunque en las postrimerías del siglo XX, la situación de amenaza hacia algunas naciones de debilitada estructura democrática, arrecia con la alianza Moscú-Beijín. En el fragor de dichos tiempos, el espíritu inoculado del castrismo -azuzado por el gobierno moscovita- se propuso la desestabilización de mercados internacionales; con ello causó la mayor angustia socioeconómica que permitiera la expansión de sus estamentos e instancias de gobierno. Así lograron darse tan perversos eventos.

Fue la vía que, con base en conjuras, amenazas y arbitrariedades, afectó el modelo democrático que en Venezuela venía procurándose durante la segunda mitad del siglo XX. Pudieron más los reveses y avatares generados por la imprecisión con la cual pretendió consolidarse la institucionalidad de la Venezuela democrática. Y fue así como el camino democrático diseñado no pudo concretarse, ni recorrerse.

Se dieron las condiciones para que el régimen militarista venezolano implantara el modelo estatista que tergiversó hechos y configuró la historia a su manera, a imagen del sistema castrista. Y lo peor llegó con la desvergüenza de ideologizar colectivos humanos para incitarlos a ilusionarse con una utopía redentora que degeneró en este desastre.

Con la excusa del llamado “socialismo del siglo XXI”, el régimen ofreció superar las distancias sociales y económicas. Pero impuso a cambio un sistema vil que pretende arrebatar de la memoria colectiva el país republicano que precursores, libertadores y civilistas habían construido. Por eso, se habla de estarse reescribiendo ¿otra historia…?

Las opiniones emitidas por los articulistas son de su entera responsabilidad. Y no comprometen la línea editorial de RunRun.es