Entrevista | Carolina Musto: “No pasa un día en que no sueñe con volver”
Emigró sin tener en sus planes hacerlo: Carolina Musto y su familia comenzaron su experiencia estadounidense como “un cambio de ambiente”. Luego se convirtió en su nuevo modo de vida. La experiencia adquirida en Venezuela, como ejecutiva de publicidad, le enseñó a abordar creativamente los proyectos. Esa misma creatividad la utiliza a diario como herramienta de trabajo. Sin embargo, tuvo la inteligencia de entender muy temprano que, si llegaba con humildad, dispuesta a aprender y haciendo desde el trabajo menos importante hasta el más, se le irían abriendo puertas, como en efecto sucedió.
Carolina comenzó en Univisión haciendo suplencias como diseñadora junior y se muestra agradecida de lo que aprendió. Hoy en día es una de las altas ejecutivas –diseñadora senior- de Telemundo y cuenta en su haber con seis Premios Promax y un Clío Award. El primer premio fue una grata sorpresa; los demás, la reafirmación de que el primero no había sido suerte, sino un reconocimiento a su talento. Sus campañas son innovadoras, llenas de creatividad y exitosas. Sus últimos proyectos le pertenecen por completo: son suyos desde la conceptualización hasta la puesta en marcha.
Actualmente se encuentra trabajando en dos superproducciones que prometen convertirse en los próximos éxitos para la cadena: La suerte de Loli, estrenada el pasado 26 de enero con Gaby Espino en rol protagónico, y “Malverde: el Santo Patrón”, estelarizada por Pedrito Fernández y basada en la vida del bandido mexicano Jesús Malverde, cuyas filmaciones acaban de comenzar.
Como madre que trabaja, piensa que uno de los pocos aspectos positivos de esta pandemia es que ha podido quedarse más tiempo en casa y así compartir con su familia. Y en cuanto a Venezuela, no hay día en que no sueñe con regresar y trabajar en la reconstrucción del país.
− ¿Cuál fue el conocimiento adquirido en Venezuela que te ha servido más en los Estados Unidos?
− Comencé a trabajar en publicidad prácticamente al terminar la universidad y fue durante estos años que realmente adquirí la experiencia que ha hecho la diferencia en esta nueva etapa fuera de mi país.
−Tuve la oportunidad de comenzar mi carrera en DLB Group, donde estuve por 5 años trabajando para clientes, como el grupo Turner (Cartoon Network, CNN en Español, TNT), Movistar, Farmatodo, entre otros. Luego emprendí un proyecto propio donde trabajamos marcas muy interesantes como ChronoSport, Intercable y Metamax, hasta que se presentó la oportunidad de trasladarnos a los Estados Unidos en 2010.
El ser parte de estas agencias durante mis primeros años me permitió participar en diferentes aspectos del negocio. No solamente el conceptualizar proyectos y actividades para marcas completamente diferentes, cada una con su carácter propio, sino también el ejecutar y supervisar la puesta en marcha de las actividades, compartir horas interminables con gente muy dedicada y poder ver el fruto en la cara de satisfacción del cliente. Manejamos muchos proyectos distintos en simultáneo y siempre estuve rodeada de gente muy creativa y profesional de la que aprendí mucho. La forma de pensar y abordar creativamente un proyecto sin importar su complejidad es, hasta el día de hoy, una de las herramientas que utilizo a diario.
− Cuando te fuiste de aquí ¿lo hiciste pensando en emigrar o fue casualidad que te quedaras?
− Cuando se nos presentó la oportunidad, no lo tenía en mis planes, pero tampoco quise desaprovecharla. Inicialmente lo consideré como una prueba de un cambio de ambiente temporal. Luego la idea fue tomando cuerpo y decidimos continuar desde aquí, viajando constantemente a Venezuela a atender ciertos proyectos, pero la situación en general se comenzaba a deteriorar progresivamente. Pocos clientes continuaron invirtiendo debido a temas económicos y el país sufrió muchos cambios. En ese momento enfoqué mis esfuerzos a emplearme en los Estados Unidos definitivamente.
− A muchos venezolanos con tu perfil -profesionales, con experiencia de trabajo- se les ha hecho difícil arrancar fuera de Venezuela. ¿Cuál es el secreto o la receta para tener éxito?
− Al emigrar se tiene que tener claro que eres un profesional completamente desconocido y tienes que probar tu potencial con esfuerzo y trabajo. Tuve esto claro desde el principio. Luego, el lograr que alguna empresa te considere y te dé una oportunidad es lo más difícil, pero hay que empezar desde abajo, con humildad y agradeciendo cada oportunidad que se presenta.
Mi primera oportunidad la conseguí dentro de Univisión gracias a una recomendación, haciendo trabajos temporales de diseño como sustituta cuando algún diseñador tomaba vacaciones. Fue mi primer pie dentro de una compañía grande americana y la recuerdo con mucho cariño. Luego en Telemundo comencé como diseñador junior y poco a poco fui demostrando que estaba dispuesta a aprender y embarcar a retos más grandes. Después de 2 años ya estaba liderando mis propios proyectos, y me sentí que ya formaba parte del medio. Cada caso es distinto y, si debo hablar de una receta, agregaría que debemos entender que no lo sabemos todo, escuchar y estar abierto a nuevas ideas y aprender de ellas. Ser proactivo y, sobre todo, muy constante.
− Fue una sorpresa recibir tu primer premio Promax. ¿Los demás, qué fueron?
− Recibir el primer premio fue sin duda una experiencia muy grata. Los demás han sido realmente emocionantes. En primer lugar, porque es una confirmación de que estamos haciendo bien las cosas y que el primer premio no fue cuestión de suerte. En segundo lugar, los últimos premios los he recibido por proyectos en los que he estado involucrada en su totalidad, desde la conceptualización hasta la ejecución de las piezas finales y eso le agrega un toque especial.
− Estar allá en Telemundo, con un público latino -que no necesariamente caribeño- te habrá ampliado tu manera de pensar como latina. ¿Qué has aprendido?
− El público latino en los Estados Unidos es una mezcla de muchas culturas con diferentes costumbres, y aunque nos une el idioma, cada país tiene su propia idiosincrasia. Es importante empaparse y aprender sobre otras culturas. En mi trabajo es fundamental, ya que lo que funciona para el público caribeño, no necesariamente funciona para el resto. El producto final siempre dependerá del conocimiento que tengamos del target a quien va dirigido y entender qué se quiere transmitir. De eso dependerá el éxito de la campaña.
− Eres profesional y madre, ¿cómo compaginas ambos roles?
− Al igual que todas las madres trabajadoras, trato de separar los dos roles en la medida de lo posible sin descuidar alguno de ellos. El tiempo en casa lo dedico a mi familia y el tiempo del trabajo lo enfoco a los proyectos en los que estoy involucrada. No es fácil, requiere de mucha organización y apoyo, sobre todo estando solos en un país que no es el nuestro, donde no tenemos esa presencia familiar que disfrutábamos tanto cuando estábamos todos juntos en Venezuela.
Uno de los pocos puntos positivos de esta pandemia ha sido el poder compartir más tiempo en casa y reconectar con la familia. Sigue siendo un reto porque esa línea de separación es aun más delgada, pero disfruto mucho del tiempo con los míos.
− ¿Qué significa Venezuela para Carolina Musto?
− Venezuela siempre será mi país, mi casa, mi familia, donde crecí y experimenté los momentos más bonitos y también los más frustrantes. Ver al país cada vez más deteriorado duele mucho. Nosotros, como muchas otras familias, estamos separados de nuestros seres queridos y no pasa un día que no soñemos con poder volver, estar con los nuestros y trabajar en la reconstrucción del país.
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