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Petroleros: percepción externa e interna

Por diferentes razones y culpa de lado y lado, la gran mayoría de los venezolanos no se han preocupado por conocer las actividades petroleras y mucho menos a la gente que las ha manejado, así como las contribuciones de esa industria a la agricultura. El objetivo de este artículo es narrar mi percepción sobre los petroleros como aporte para quienes escriban la historia.

La industria petrolera transnacional y la estatizada contó hasta el año 2002 con directivos, gerentes y trabajadores no solo preparados y honestos, sino también con calidad humana. Desde luego hubo una dosis natural de prepotentes y alguno que otro deshonesto, pero como grupo evidenciaron practicar principios y valores. Esa es mi percepción vista desde afuera de esa industria, cuando trabajé en el Servicio Shell Para el Agricultor y en la Fundación Servicio para el Agricultor(Fusagri), y desde adentro en mis 15 años en Palmaven, filial de Pdvsa. Sin duda actualmente hay trabajadores honestos y bien preparados, pero abundan las ovejas negras.

Durante mis años en el Servicio Shell para el Agricultor y en Fusagri tuve que interactuar en mayor o menor grado con trabajadores, gerentes y directivos petroleros. De esa época tengo una percepción como prestador de servicios de asistencia técnica al campo por encargo de la industria petrolera, antes y después de la estatización. Maraven fue la filial que más se interesó por tener una relación lo más armónica posible con los habitantes del medio rural. Quizá eso se debió a que la Shell tuvo la visión de crear la Fundación Shell.

Algunos piensan que el interés de la Shell , era divulgar los productos de Shell Química, que incluían muchos pesticidas. Sin embargo puedo dar fe de que en el Servicio Shell se evaluaban productos de todas las casa comerciales y fue pionero en la recomendación de productos amigables con el ambiente. Eso fue posible por la visión de los ingenieros agrónomos Mauricio Báez, Luis Marcano Coello, y Jesús Silva Calvo, entre otros, pero también por el apoyo que prestaron los presidentes y directores de la Shell.

Cuando esa empresa visualizó que la nacionalización era inevitable dio un gran apoyo para que Marcano Coello fundara Fusagri para continuar con esa labor. Desde luego Alberto Quirós fue factor importante como presidente de Shell y de Maraven, así como Carlos Castillo. Tuve la grata oportunidad de relacionarme con distinguidos petroleros como Ramón Cornieles y Rafael Pardo, quienes siguen aportando ideas para el desarrollo del país. Después de la estatización, además de Maraven, Fusagri recibió apoyo para programas agrícolas y pecuarios por parte de Meneven-Corpoven y de Lagoven.

Durante mi permanencia en Palmaven, tuve el grato honor de contar con la amistad y consejos de Juan Chacín, quien fue presidente de Pdvsa y propició la creación de Palmaven como filial de apoyo a la agricultura y al mejoramiento del ambiente. Gran admiración sentí por el fallecido director Samuel Wilhelm, con quien compartí gratos momentos. Escuchar las sensatas opiniones del vicepresidente Pablo Reimpell fue un gran aprendizaje. Por cierto que en una oportunidad hice una presentación ante el directorio de Pdvsa y me dirigí a “ustedes los petroleros” ante lo cual el doctor Reimpell con su tradicional educación me corrigió diciéndome “Eddie será nosotros los petroleros”. A partir de entonces, y ahora más que nunca, me siento un petrolero a pesar de no ser experto en el tema.

Tuve la suerte de contar con dos jefes excelentes. Alfredo Gruber, quien fue el presidente fundador de Palmaven y Fernando Sánchez, ambos de una excepcional calidad humana y profesional. Renato Urdaneta y Arévalo Guzmán Reyes fueron , entre otros, excelentes profesionales y ciudadanos. Los presidentes de filiales como Armando Segnini, Emilio Abouhamad y Arnold Volkenborg evidenciaron gran sensibilidad social y siguen aportando ideas para la recuperación de la industria petrolera. Giusti puso en marcha los estudios de desarrollo armónico en las áreas operativas. Podría citar a cientos de ejecutivos y trabajadores con quienes el país tiene una deuda. Gustavo Coronel, otro petrolero y destacado luchador, ha escrito sobre algunos. Ojalá que los venezolanos lleguen a valorar lo que muchos de ellos hicieron y pueden hacer para la recuperación del país. Incluyo tanto a los que salieron antes del 2002, como a los que fueron despedidos ilegalmente. En próximo artículo mencionaré la correcta actuación de los altos directivos, gerentes y trabajadores de todos los niveles en el paro cívico de diciembre 2002.

Como (había) en botica: Felicitaciones a María Corina Machado y a Valentina Quintero, incluidas por la BBC entre las cien mujeres más influyentes del mundo, de las cuales hay solo nueve latinoamericanas. Rafael Ramírez no puede esconder su responsabilidad en la destrucción y corrupción en Pdvsa. Andrade, Isea, Gorrín, los “bolichicos” y otros están entre los saqueadores del país. Lo lamentable es que muchos los adulan en lugar de marginarlos ¡No más prisioneros políticos, ni exiliados!
eddiearamirez@hotmail.com

Por diferentes razones y culpa de lado y lado, la gran mayoría de los venezolanos no se han preocupado por conocer las actividades petroleras y mucho menos a la gente que las ha manejado, así como las contribuciones de esa industria a la agricultura. El objetivo de este artículo es narrar mi percepción sobre los petroleros como aporte para quienes escriban la historia.

La industria petrolera transnacional y la estatizada contó hasta el año 2002 con directivos, gerentes y trabajadores no solo preparados y honestos, sino también con calidad humana. Desde luego hubo una dosis natural de prepotentes y alguno que otro deshonesto, pero como grupo evidenciaron practicar principios y valores. Esa es mi percepción vista desde afuera de esa industria, cuando trabajé en el Servicio Shell Para el Agricultor y en la Fundación Servicio para el Agricultor(Fusagri), y desde adentro en mis 15 años en Palmaven, filial de Pdvsa. Sin duda actualmente hay trabajadores honestos y bien preparados, pero abundan las ovejas negras.

Durante mis años en el Servicio Shell para el Agricultor y en Fusagri tuve que interactuar en mayor o menor grado con trabajadores, gerentes y directivos petroleros. De esa época tengo una percepción como prestador de servicios de asistencia técnica al campo por encargo de la industria petrolera, antes y después de la estatización. Maraven fue la filial que más se interesó por tener una relación lo más armónica posible con los habitantes del medio rural. Quizá eso se debió a que la Shell tuvo la visión de crear la Fundación Shell.

Algunos piensan que el interés de la Shell , era divulgar los productos de Shell Química, que incluían muchos pesticidas. Sin embargo puedo dar fe de que en el Servicio Shell se evaluaban productos de todas las casa comerciales y fue pionero en la recomendación de productos amigables con el ambiente. Eso fue posible por la visión de los ingenieros agrónomos Mauricio Báez, Luis Marcano Coello, y Jesús Silva Calvo, entre otros, pero también por el apoyo que prestaron los presidentes y directores de la Shell.

Cuando esa empresa visualizó que la nacionalización era inevitable dio un gran apoyo para que Marcano Coello fundara Fusagri para continuar con esa labor. Desde luego Alberto Quirós fue factor importante como presidente de Shell y de Maraven, así como Carlos Castillo. Tuve la grata oportunidad de relacionarme con distinguidos petroleros como Ramón Cornieles y Rafael Pardo, quienes siguen aportando ideas para el desarrollo del país. Después de la estatización, además de Maraven, Fusagri recibió apoyo para programas agrícolas y pecuarios por parte de Meneven-Corpoven y de Lagoven.

Durante mi permanencia en Palmaven, tuve el grato honor de contar con la amistad y consejos de Juan Chacín, quien fue presidente de Pdvsa y propició la creación de Palmaven como filial de apoyo a la agricultura y al mejoramiento del ambiente. Gran admiración sentí por el fallecido director Samuel Wilhelm, con quien compartí gratos momentos. Escuchar las sensatas opiniones del vicepresidente Pablo Reimpell fue un gran aprendizaje. Por cierto que en una oportunidad hice una presentación ante el directorio de Pdvsa y me dirigí a “ustedes los petroleros” ante lo cual el doctor Reimpell con su tradicional educación me corrigió diciéndome “Eddie será nosotros los petroleros”. A partir de entonces, y ahora más que nunca, me siento un petrolero a pesar de no ser experto en el tema.

Tuve la suerte de contar con dos jefes excelentes. Alfredo Gruber, quien fue el presidente fundador de Palmaven y Fernando Sánchez, ambos de una excepcional calidad humana y profesional. Renato Urdaneta y Arévalo Guzmán Reyes fueron , entre otros, excelentes profesionales y ciudadanos. Los presidentes de filiales como Armando Segnini, Emilio Abouhamad y Arnold Volkenborg evidenciaron gran sensibilidad social y siguen aportando ideas para la recuperación de la industria petrolera. Giusti puso en marcha los estudios de desarrollo armónico en las áreas operativas. Podría citar a cientos de ejecutivos y trabajadores con quienes el país tiene una deuda. Gustavo Coronel, otro petrolero y destacado luchador, ha escrito sobre algunos. Ojalá que los venezolanos lleguen a valorar lo que muchos de ellos hicieron y pueden hacer para la recuperación del país. Incluyo tanto a los que salieron antes del 2002, como a los que fueron despedidos ilegalmente. En próximo artículo mencionaré la correcta actuación de los altos directivos, gerentes y trabajadores de todos los niveles en el paro cívico de diciembre 2002.

Como (había) en botica: Felicitaciones a María Corina Machado y a Valentina Quintero, incluidas por la BBC entre las cien mujeres más influyentes del mundo, de las cuales hay solo nueve latinoamericanas. Rafael Ramírez no puede esconder su responsabilidad en la destrucción y corrupción en Pdvsa. Andrade, Isea, Gorrín, los “bolichicos” y otros están entre los saqueadores del país. Lo lamentable es que muchos los adulan en lugar de marginarlos ¡No más prisioneros políticos, ni exiliados!
eddiearamirez@hotmail.com

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Por diferentes razones y culpa de lado y lado, la gran mayoría de los venezolanos no se han preocupado por conocer las actividades petroleras y mucho menos a la gente que las ha manejado, así como las contribuciones de esa industria a la agricultura. El objetivo de este artículo es narrar mi percepción sobre los petroleros como aporte para quienes escriban la historia.

La industria petrolera transnacional y la estatizada contó hasta el año 2002 con directivos, gerentes y trabajadores no solo preparados y honestos, sino también con calidad humana. Desde luego hubo una dosis natural de prepotentes y alguno que otro deshonesto, pero como grupo evidenciaron practicar principios y valores. Esa es mi percepción vista desde afuera de esa industria, cuando trabajé en el Servicio Shell Para el Agricultor y en la Fundación Servicio para el Agricultor(Fusagri), y desde adentro en mis 15 años en Palmaven, filial de Pdvsa. Sin duda actualmente hay trabajadores honestos y bien preparados, pero abundan las ovejas negras.

Durante mis años en el Servicio Shell para el Agricultor y en Fusagri tuve que interactuar en mayor o menor grado con trabajadores, gerentes y directivos petroleros. De esa época tengo una percepción como prestador de servicios de asistencia técnica al campo por encargo de la industria petrolera, antes y después de la estatización. Maraven fue la filial que más se interesó por tener una relación lo más armónica posible con los habitantes del medio rural. Quizá eso se debió a que la Shell tuvo la visión de crear la Fundación Shell.

Algunos piensan que el interés de la Shell , era divulgar los productos de Shell Química, que incluían muchos pesticidas. Sin embargo puedo dar fe de que en el Servicio Shell se evaluaban productos de todas las casa comerciales y fue pionero en la recomendación de productos amigables con el ambiente. Eso fue posible por la visión de los ingenieros agrónomos Mauricio Báez, Luis Marcano Coello, y Jesús Silva Calvo, entre otros, pero también por el apoyo que prestaron los presidentes y directores de la Shell.

Cuando esa empresa visualizó que la nacionalización era inevitable dio un gran apoyo para que Marcano Coello fundara Fusagri para continuar con esa labor. Desde luego Alberto Quirós fue factor importante como presidente de Shell y de Maraven, así como Carlos Castillo. Tuve la grata oportunidad de relacionarme con distinguidos petroleros como Ramón Cornieles y Rafael Pardo, quienes siguen aportando ideas para el desarrollo del país. Después de la estatización, además de Maraven, Fusagri recibió apoyo para programas agrícolas y pecuarios por parte de Meneven-Corpoven y de Lagoven.

Durante mi permanencia en Palmaven, tuve el grato honor de contar con la amistad y consejos de Juan Chacín, quien fue presidente de Pdvsa y propició la creación de Palmaven como filial de apoyo a la agricultura y al mejoramiento del ambiente. Gran admiración sentí por el fallecido director Samuel Wilhelm, con quien compartí gratos momentos. Escuchar las sensatas opiniones del vicepresidente Pablo Reimpell fue un gran aprendizaje. Por cierto que en una oportunidad hice una presentación ante el directorio de Pdvsa y me dirigí a “ustedes los petroleros” ante lo cual el doctor Reimpell con su tradicional educación me corrigió diciéndome “Eddie será nosotros los petroleros”. A partir de entonces, y ahora más que nunca, me siento un petrolero a pesar de no ser experto en el tema.

Tuve la suerte de contar con dos jefes excelentes. Alfredo Gruber, quien fue el presidente fundador de Palmaven y Fernando Sánchez, ambos de una excepcional calidad humana y profesional. Renato Urdaneta y Arévalo Guzmán Reyes fueron , entre otros, excelentes profesionales y ciudadanos. Los presidentes de filiales como Armando Segnini, Emilio Abouhamad y Arnold Volkenborg evidenciaron gran sensibilidad social y siguen aportando ideas para la recuperación de la industria petrolera. Giusti puso en marcha los estudios de desarrollo armónico en las áreas operativas. Podría citar a cientos de ejecutivos y trabajadores con quienes el país tiene una deuda. Gustavo Coronel, otro petrolero y destacado luchador, ha escrito sobre algunos. Ojalá que los venezolanos lleguen a valorar lo que muchos de ellos hicieron y pueden hacer para la recuperación del país. Incluyo tanto a los que salieron antes del 2002, como a los que fueron despedidos ilegalmente. En próximo artículo mencionaré la correcta actuación de los altos directivos, gerentes y trabajadores de todos los niveles en el paro cívico de diciembre 2002.

Como (había) en botica: Felicitaciones a María Corina Machado y a Valentina Quintero, incluidas por la BBC entre las cien mujeres más influyentes del mundo, de las cuales hay solo nueve latinoamericanas. Rafael Ramírez no puede esconder su responsabilidad en la destrucción y corrupción en Pdvsa. Andrade, Isea, Gorrín, los “bolichicos” y otros están entre los saqueadores del país. Lo lamentable es que muchos los adulan en lugar de marginarlos ¡No más prisioneros políticos, ni exiliados!
eddiearamirez@hotmail.com

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