El diálogo perdido sin explicaciones, por Armando Martini Pietri
El diálogo perdido sin explicaciones, por Armando Martini Pietri

dialogoperdido

 

Pase lo que termine o no de pasar en Santo Domingo y/o Caracas, hablan, retrasan, van, vienen, refrendan, pero no subscriben, hay diálogo y pre diálogos, tienen acuerdos, preacuerdos firmados o no, borradores, la pregunta es ¿qué van a hacer los conversadores en un ambiente como el que ellos mismos han activado en Venezuela?

 

Lo de conversar no es nuevo, ¿se acuerdan del número, sumando todos los diálogos? Los resultados siguen siendo los mismos. Mutuas acusaciones de ser generadores de los problemas nacionales, de no cumplir los acuerdos, mentiras cruzadas y medias verdades.

 

Desde los ciudadanos la opinión es común y compartida. No se consideran representados, convencidos de que los dialogantes piensan primero en ellos por conveniencia y poco o nada en los problemas del común -hambre, impagable costo de sobrevivir, dinero que no vale ni compra nada, servicios públicos en crisis, inseguridad, ofrecimientos con palabras vacías, abandono.

 

¿Qué consideran sobre las apresuradas y sospechosas elecciones presidenciales que la Constituyente cubana ilegitimó por ser ella misma ilegítima, operadas por el mismo Poder Electoral en el cual nadie confía? El oficialismo no duda, al menos a nivel de directivas, porque fueron diseñadas por y para ellos, repiten al mismo que quiere seguir siendo Presidente porque ni él ni muchos de sus colaboradores pueden darse el lujo de abandonar el poder, ni siquiera la tierra que los vio nacer; ese tigre en el cual después que se monta no se sabe cómo apearse.

 

Los opositores, que puede lancen o no candidatos, y los que se han lanzado, tienen mucho que arriesgar. Es improbable que el régimen les permita ganar, y probable que si perdiera no entregaría mansamente lo que ya no es tanto su fuerza como su protección. Además de la justicia internacional, los europeos y países principales de América Latina ya han precisado oficialmente, por boca de sus mandatarios, que no reconocen a la Constituyente y en consecuencia tampoco sus decisiones, luego nunca podrán reconocer a quienes participen en esas elecciones ni a quien resulte electo. Será un mandatario minoritario de los venezolanos, espurio y en consecuencia no-presidente de la mayoría nacional y de los gobiernos de buena parte del mundo. Presidente de comiquita.

  

Tanto dialogar sin resultados ni pensar en el padecimiento y sufrimiento de los venezolanos, tragedia no por lo que dicen sino por lo que no dicen obviamente no toman en cuenta más allá de alguna frase en busca de titulares de prensa.

 

¿Se han preguntado qué piensan quienes no tienen comida o, los que no reciben alimentación completa y balanceada? ¿Han indagado los niveles de carestía y los que ni siquiera ganan suficiente para llevar algo a sus casas? Porque, aunque no lo crean existen las familias. Todas padecen carencias similares; menos los surtidos, bandidos, bolichicos y enchufados.

 

¿Cuánto tiempo seguirán los gobiernos que han expresado rechazo a la Constituyente y lo que decida -incluso las presidenciales a la carrera-que critican dura y abiertamente a Maduro y su Gobierno, aguantando frivolidades de los dirigentes de cierta parte opositora que reprocha al Presidente y a la Constituyente, pero se sienta a negociar acuerdos con ellos?

 

El Canciller de México no soportó más, Chile envió un plenipotenciario y se retira también ¿seguirán soportando los demás gobiernos, apoyando a quienes les ocultan acciones y decisiones, pretendiendo soporte para lo que ellos mismos han demostrado ser incapaces de hacer?

 

¿Cómo es posible que algunos hayan llegado a pensar intermediar para que no se sancione a corruptos y violentos del oficialismo? ¿No les da vergüenza imaginar lo que piensan sus interlocutores?

 

Termina enero con “luna de sangre” que los venezolanos vimos en fotografías y videos, y la sangre en las calles que demasiados hombres y mujeres ven, e incluso derraman, todos los días en las calles.

 

Con luna grande o pequeña, las noches venezolanas siguen siendo de soledad y miedo, de madrugar para hacer colas largas y humillantes, intermedios entre días en los cuales sin cesar se erosiona la dignidad de cada ciudadano, que, también, se va quedando más solo. Nos hemos convertido en los nuevos exiliados de América, balseros de fronteras que cruzan a pie, autobuses, motos, carros, con la misma desesperación.

 

Comienza febrero y así seguirá, días y noches de exasperación e indignación. En los saqueos hay delincuentes, pero la mayoría son ciudadanos honestos unidos por la misma rabia, por hambre y frustración, anaqueles vacíos, y maltrato oficial.

 

¿Cómo pueden quienes se consideran dirigentes sociales gastar tiempo en afanes partidistas, en la búsqueda de hacerse con “espacios” que son micro parcelas de poder, mientras el país y el pueblo que afirman defender se le hacen trizas frente a su ceguera?

 

¿Cómo consiguen creer que el electorado piense en elecciones de cualquier tipo cuando esos venezolanos tienen estómagos, familias y necesidades prioritarias que poco tiempo e interés les permiten para pensar en otra cosa?

 

¿Cómo logran hablarnos tranquilos y rebosantes de adjetivos e hipocresías creyendo que de verdad siguen siendo dirigentes y que los venezolanos les hacen caso, o les creen algo?

 

O están sordos, o les importa un pepino.

 

@ArmandoMartini