Una idea para la AN, por Carolina Jaimes Branger
Una idea para la AN, por Carolina Jaimes Branger

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Los Convenios de Ginebra y sus Protocolos adicionales son “tratados internacionales que contienen las principales normas destinadas a limitar la barbarie de la guerra. Protegen a las personas que no participan en las hostilidades (civiles, personal sanitario, miembros de organizaciones humanitarias) y a los que ya no pueden seguir participando en los combates (heridos, enfermos, náufragos, prisioneros de guerra)” (https://www.icrc.org/spa/war-and-law/treaties-customary-law/geneva-conventions/overview-geneva-conventions.htm). Se define claramente que cuando una nación infiltra a otra nación -con el consentimiento o no de la población invadida- representa un estado bélico. En Venezuela, según esa definición, estamos en guerra. Nos invadió Cuba desde 1999, año que Hugo Chávez ascendió al poder.

Los cubanos se han apoderado de todos los ámbitos del poder nacional, incluyendo las Fuerzas Armadas, lo que constituye un delito de traición a la patria por parte de quienes lo promovieron, aceptaron y siguen aceptando. Ya hemos visto unos cuantos militares venezolanos “rodilla en tierra” frente al déspota del Caribe.

Los cubanos tienen bajo su control las milicias, los colectivos y hasta los pranes. Usan y han repartido armas que llevan impresa la leyenda “para uso exclusivo de la Fuerza Armada de la República Bolivariana de Venezuela”, como si se tratara de caramelos lanzados desde una carroza en carnaval. Esas tres fuerzas paramilitares constituyeron la columna vertebral de las fuerzas de choque de Hugo Chávez y ahora lo son de Maduro.

Los cubanos dirigen todos los Registros y Notarías del país. Tienen negocios con los insumos de la Misión Identidad, que cedula a venezolanos y extranjeros y expide pasaportes. Controlan las comunicaciones y los laboratorios de infiltración, desinformación (guerra sucia) y espionaje. Son ellos los responsables de toda la red de salud pública de la Misión Barrio Adentro, por cierto, muy deteriorada en los últimos tiempos. Y además, son asesores de la presidencia de la república. En fin, tienen control sobre las entidades más vulnerables y estratégicas del país.

Esto de la invasión cubana a Venezuela no es nuevo. Ha sucedido a lo largo de la historia en otras latitudes. Tal vez lo trágico de nuestra situación de guerra es que se dio sin disparar ni un tiro, todo lo contrario: Chávez les entregó el país en bandeja de plata. Tampoco era la primera vez que Cuba intentaba invadir Venezuela: lo hizo en los años sesenta y fue repelida valiente y honrosamente por los militares venezolanos de aquella época. ¡Qué diferencia con los de ahora!

En el norte y este de Francia, entre 1940 y 1944 se instauró un régimen que se conoció como la Francia o República de Vichy, porque la sede estaba en esa ciudad. Paradójicamente estuvo conducido por un héroe de la I Guerra Mundial, el “Vencedor de Verdun”, el Mariscal Pétain, quien instauró un régimen en connivencia con los nazis, nacionalista y personalista (su foto estaba en todas partes), que terminó funcionando como una dictadura. En 1944 Pétain fue declarado culpable de alta traición, por lo que fue condenado a muerte (conmutada por su edad), degradación nacional y confiscación de sus bienes.

Lo traigo a colación porque otra opción que tiene la Asamblea Nacional –en la búsqueda de formas y argumentos democráticos para salir de este régimen que según palabras del mismo Maduro “no saldrá ni con votos, ni con balas”- es la de acogerse a los Convenios y pedir la intervención de la comunidad internacional.

 

@cjaimesb