Nobel incomprensión, por Luis DE LION

La ventajosa campaña gubernamental fue brutal. La unanimidad de la opinión internacional, fue algo sorprendente. La adhesión de los principales lÃderes occidentales comenzando por Obama fue un apoyo invalorable. El Vaticano y la ONU, conformaron un muy afinado dueto. Todos, apoyaron sin objeciones, el acuerdo de paz firmado, diseñado y redactado en La Habana a dos manos entre los hermanos Castro y la plana mayor de las FARC. El gobierno del presidente Santos, a través de sus representantes, se limitó al papel de mensajero.
Una vez hecho público, el contenido de las 297 páginas del acuerdo entre Santos, Castro y las FARC se encendieron las luces de alarma, en los sectores más sensatos e inconformes de la sociedad colombiana.
Todo un sobresalto ciudadano, que no se paralizó ante el chantaje y que bajo el impulso y la dirección, del expresidente Alvaro Uribe y contra todo pronóstico, dijo NO al momento de refrendar el acuerdo en cuestión.
No obstante, luego del triunfo del NO, la campaña mediática internacional favorable a las FARC seguÃa como si nada. Fue asà como, para la redacción de El PaÃs Madrid lo ocurrido el domingo 2 de octubre fue un “Salto al vacÃo” y un “Triste dÃa para Colombia”.
Por último, al desprecio internacional, le siguió la incomprensión éste viernes con el otorgamiento del premio Nobel de la Paz al presidente Juan Manuel Santos. Un Nobel supremamente polÃtico, que busca darle, una última esperanza de vida al acuerdo Castro-FARC. Por lo que cobra más valor aún, el NO, de los colombianos.
A simple vista, podrÃa decirse que la aplanadora mediática e institucional mundial sin duda influenció en la atribución del premio a Santos. Pero es completamente increÃble que en tiempos de Internet, en Oslo, no se hayan enterado que el presidente colombiano perdió hace 6 dÃas el referéndum.
Dicho esto, en la larga historia del Instituto Nobel, cuya integridad y honradez, no pongo en entredicho, han habido premios si no polémicos, al menos estériles. En particular el Nobel de la Paz 2009 otorgado a Barack Obama quien se dispone a dejar el poder sin haber logrado paz alguna.
Justo en éste 2016 cuando habÃa una cifra (376) récord de aspirantes al premio Nobel, yo esperaba que el galardón le fuera otorgado a los Cascos Blancos de Siria, o a la Guardia Costera de Lampedusa, y por qué no, a los habitantes de la isla griega de Lesbos. En ese orden de jerarquÃa era mi apuesta. Sin quitarle méritos al ginecólogo congoleño Denis Mukwege, ni a la iraquà Nadia Murad.
Es probable que en el espÃritu del Instituto Nobel, encontraron similitudes entre el presidente Santos y el Nobel de la Paz 1987 otorgado al ex presidente Oscar Arias por su labor que luego sellarÃa los acuerdos de paz en centroamérica. Pero ninguno de esos acuerdos fue sometido a referéndum y el principal motor que dichos acuerdos consiguieron fue el muy favorable contexto del fin de la guerra frÃa.