La MUD ha vuelto a mostrarse incapaz de decir la verdad y llamar las cosas por su nombre. Una falta de transparencia y problemas de comunicación, inexcusables en tiempos de Internet. Una torpeza, que se agrega al constante entreguismo y pésimo historial negociador, de los representantes de la oposición.
Este nuevo episodio, tuvo su origen en el tweet “conmigo no cuenten si se acuerda el referendo revocatorio para el 2017” que María Corina Machado publicó en la noche del pasado 7 de septiembre. Un mensaje que puso a la MUD a dar carreras y hasta provocó que el diario, El Nacional, una semana más tarde publicara el editorial “No cuenten con nosotros” en alusión y adhesión a lo señalado por la coordinadora nacional de Vente Venezuela.
No fue sino finalmente, en la tarde del miércoles 13 de septiembre, que la MUD decidió informar a millones de venezolanos. Pero lo hizo como ha sido su usanza. A través de un brumoso comunicado, que ni niega ni afirma, que se esté negociando con el régimen de Maduro.
En consecuencia, emergen lagunas. Por ejemplo, poco o nada, sabemos sobre la labor de los “mediadores”. ¿Tendrá Zapatero, capacidad de iniciativa? Vista la promoción que el régimen le hace a su “mediador” infiero que tiene mucha. En otro aspecto, la MUD de forma tangencial, deja entender que el Revocatorio 2016 es su línea roja.
Por último, el término “pre-diálogo” luce como una súplica al régimen, para seguir negociando.
Todo un conjunto de omisiones y ausencias que me dejan dubitativo si estamos ante una gaffe táctica o estratégica, de la MUD.
La práctica del arte de la negociación, tiene en el secreto, una de sus fuerzas la cual no está reñida con la transparencia.
En los tiempos de Chávez, diciembre 2002, ya existía la Mesa de Negociación y Acuerdos. ¿Hemos vuelto al punto de partida? Ahora bajo Maduro, ¿será posible aligerar ambiciones, temperar pasiones, acercar posiciones, como paso previo a la negociación?
La MUD no puede ella sola creerse su estatus, tiene que probarlo, tiene que ejercerlo y hacérselo entender a la contraparte.
Para ello la MUD debe despojarse de esa sondeodependencia, que la inmoviliza y que la incapacita para seguir llevando sobre sus hombros la enorme responsabilidad, que significa el mandato de millones de venezolanos, que desde la calle, asfixiados y desesperados, exigen una salida.
Debe urgentemente volver la razón política, y con ella los proyectos, las ideas y las personas serias y modernas, de vanguardia, de progreso, de unión, con un discurso sostenido en su rumbo y una dirigencia presente y corajuda.
A Venezuela le han hecho y le hacen mucha daño las ideas reaccionarias y postmodernas, que nos tienen de regreso al siglo XIX.
No entiendo por qué la MUD ha decidido lanzarse por ese tobogán.