Inframundo yihadista por Luis DE LION
Luis De Lión Nov 29, 2015 | Actualizado hace 8 años
Inframundo yihadista por Luis DE LION

Yihadismo

 

Si bien Francia, padeció varias olas terroristas desde finales de los 70 hasta 1995, en todas había salido victoriosa. Hasta que a partir del 2012, comenzó una nueva y muy feroz ola de terrorismo, la del yihadismo made in France.

Desde el punto de vista socio-demográfico, todos los yihadistas franceses, pertenecen a dos categorías precisas; la de “segunda generación” y la de los llamados convertidos. No hay ningún radical de primera generación, ni de la tercera.

Al origen una revuelta generacional. El yihadista francés, no siente nexos ni culturales ni religiosos, con sus progenitores. Son jóvenes entre 20 y 30 años, occidentalizados, beben alcohol, consumen drogas y en su gran mayoría tienen antecedentes policiales.

Las cortas estadías en las prisiones francesas, son suficientes, para reconvertirse en el Islam salafista. Unico camino, el de la violencia moderna. La misma de los serial killers de los Estados Unidos o la de Breivik en Noruega. Con extrema frialdad y tranquilidad. Nihilismo y orgullo, a decir de los expertos.

No les hizo falta ir a mezquita alguna, sus guías son unos iluminados autoproclamados. La radicalización se construye a través de un imaginaria heroico, violento y con la muerte como fin supremo. Los que hacen post grado en Siria, no se interesan por nada de dicha nación. Así como no se integraron en Francia, menos lo hacen en Siria. El concepto de sociedad musulmana, ni utópico les resulta.

Tienen un esquema que estructura su radicalización en donde la fraternidad es muy importante, en muchos casos es hasta biológica. Así pasaron a la acción los hermanos Kouachi y Abdeslam, CharlieHebdo y Bataclan respectivamente. Como los hermanos Tsarnaev autores del atentado del maratón de Boston.

La radicalización, si bien tiene como trampolín la ruptura con la figura paterna, sin embargo el yihadista galo, cumple con un paso obligatorio, que consiste en la peregrinación a la comuna de Artigat, en el sur de Francia. Allí se produce el bautismo ideológico de la yihad francesa, Comunión que imparte el llamado Emir blanco, un sirio de los Hermanos Musulmanes que vive en Francia haciendo un Islam “orgánico” desde los años 70.

La generación Merah, Kouachi, Coulibaly, Abdeslam, Abaaoud. Es la de ladrones y asaltantes que obtuvieron el diploma de yihadistas en las cárceles francesas. Paradójica y mórbida constatación, el que se hayan radicalizado justo cuando estaban bajo el cuidado de la administración penitenciaria del Estado francés.

Ni guerra de civilizaciones, ni sufrimiento post colonial. Esto podría explicar, en parte, el por qué la radicalización se produce solo en una muy estrecha franja de musulmanes franceses. Tan ínfima, que todos los yihadistas estaban previamente fichados por los servicios galos.

Hasta aquí el aspecto social, la semana que viene, evocaré la guerra contra Daesh y la situación geoestratégica.

 

@LDeLION