Las cartas están echadas por Carlos Canache Mata
Nov 09, 2015 | Actualizado hace 8 años
Las cartas están echadas por Carlos Canache Mata

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  A menos de un mes de las elecciones parlamentarias del 6 de diciembre, las encuestas lucen terminantes. Los medios de comunicación han publicitado las mediciones de las intenciones de voto de los electores realizadas por cinco firmas que, al promediarse, dan una ventaja de 30 puntos a la oposición. A nadie sorprendió que Datanálisis, Consultores 21, Venebarómetro  y More Consulting informaran el resultado que se siente flotar en todo el espacio geográfico del país: la derrota holgada del oficialismo está cantada. Lo que sí sorprendió es que Hinterlaces, cuya relación con el gobierno es harta conocida, haya tenido que rendirse ante su constatación, que no podía ocultar, de que el 63,44% asevera que votará por la MUD y el 36,56% por el PSUV. Es decir, una diferencia de 27 puntos.

  Esta fotografía de la apuesta electoral por celebrarse nos indica que todas las maniobras, ventajismos y triquiñuelas a que ha apelado la camarilla adueñada del poder han sido inútiles. El fracaso de las políticas gubernamentales, en todos los órdenes, es tan monumental y con el consecuencial daño para el presente y el futuro de Venezuela (Noam Chomsky, profesor del MIT, que en un tiempo estuvo cerca del régimen, declaró recientemente que “el modelo de Chávez ha sido destructivo”), que ha tornado irreversible el inminente y rotundo castigo comicial.

  De nada han servido las abusivas cadenas de radio y TV del señor Maduro en las que cree amedrentarnos con sus torpes amenazas de que el 6D el régimen ganará “como sea”, ni la descarada utilización de los recursos del Estado para hacer campaña (financiamiento con los dineros públicos, reparto de canaimitas, neveras, televisores y apartamentos o casas de la llamada Misión Vivienda), ni la manipulación del registro y de los circuitos electorales, ni la argucia confusionista de rodear la tarjeta de la MUD con tarjetas gobiernistas en las que se destaca la palabra UNIDAD, ni haber decretado el estado de excepción en varios municipios fronterizos, como tampoco atajará la derrota la negativa a la observación internacional de la ONU, de la OEA y de la Unión Europea.

  Ante la debacle electoral ¿qué va a hacer el gobierno? Maduro ha dicho que si pierde el control de la Asamblea Nacional “gobernaría con el pueblo y con una alianza cívico-militar, pero la revolución no será entregada jamás”. Quien hace tal afirmación es el mismo que días antes había invitado, en comandita con el CNE, a firmar un pacto de respeto a los resultados electorales. La contradicción es evidente, aparte de que pretendería involucrar a la FAN en lo que, al desconocerse el Poder Legislativo electo por la soberanía nacional, sería un golpe de Estado.

  Las cartas están echadas. Un gobierno asustado, en su hora crepuscular, está por despedirse.