Salía, como tantas veces, del Parque del Este la mañana de hoy, cuando el tráfico obligó que mi atención se posara sobre una especie de valla-pancarta fijada en un puente del distribuidor en Altamira. En ella creo recordar que se deseaba una feliz navidad, pero eso es secundario tomando en cuenta que al final rezaba “Victorioso 2015”, es decir, el organismo o institución que la puso ahí desea a alguien un “Victorioso 2015”, ¿victorioso?
Es cierto que según el diccionario de la Real Academia de la Lengua Española, victorioso es “el que ha conseguido una victoria en cualquier línea”, pero es que victoria de acuerdo al mismo texto de consulta es “superioridad o ventaja que se consigue del contrario , en disputa o lid”. Ahí entiendo por qué encaja tan bien en el discurso belicista de la pacifista revolución bolivariana.
¿Quién es el contrario? ¿Cuáles son los bandos? ¿Qué está en disputa? Las dos primeras preguntas tienen una respuesta en cada uno de nosotros, nos la han martillado durante dieciséis años. Está claro que quien cuelga la pancarta ve en algunos de nosotros contrarios, enemigos, oponentes, rivales. El mensaje no es para nosotros, sino para aquellos que les siguen y que convalidan la “disputa”. Lo que está en juego es el poder y lo que hay detrás de el.
Lo que habría que preguntarle a los victoriosos es si consideran que están ganando algo de lo que sus líderes pregonan y alardean. ¿Son parte del saqueo? ¿Quieren serlo? ¿Tienen hoy una mejor vida? Una como la de la nueva clase gobernante.
No desearía yo victoria a un amigo en año nuevo, ni siquiera para un camarada. Igual quise divagar sobre lo que sería un año “victorioso”. Sería una victoria para el gobierno que 2015 no cerrara con 25.000 muertos. Sería una victoria para el gobierno que la inflación no cierre como en 2014 y mucho menos como algunos proyectan para 2015. Sería una victoria para el gobierno que el ingreso de los venezolanos, un solo ingreso por un solo trabajo, de para llevar una vida decente y con todas las necesidades cubiertas. Sería una victoria para el gobierno dirigir un país con anaqueles repletos de productos de varias marcas, de varios precios y con destacada producción nacional. Sería una victoria para el gobierno abandonar los últimos lugares en las listas de libertad de empresa, y dejar los primeros lugares en las listas de corrupción. Sería una victoria para el gobierno permitir la instalación de nuevos canales, de nuevas radios, de nuevos diarios y que todos trabajaran con libertad. Sería una victoria para el gobierno que los ciudadanos los comenzáramos a ver con buenos ojos y que sus números de aprobación comenzaran a revertir la tendencia que llevan.
Esa victoria del gobierno sería una victoria del país, sería una victoria para los ciudadanos, una victoria de la paz y la sindéresis. Ahora bien, todo lo anterior es producto de una mente que se puso a divagar sobre una frase de una pancarta: “Victorioso 2015”. Yo preferiría “Abastecido 2015” o “2015 en paz”.
@RLOZINSKI