Henrique Capriles: "30% de ajuste de salarios es insuficiente"
Henrique Capriles: «30% de ajuste de salarios es insuficiente»

02-05-15

A lo largo de esta semana repetimos que, lamentablemente, nuestros trabajadores no tenían ningún motivo para celebrar. Y es que el 1° de mayo, en el país con las reservas de petróleo más importantes del planeta y luego de la bonanza petrolera más larga de nuestra historia, debería ser una fecha para que los trabajadores venezolanos salieran a las calles a compartir en hermandad por las justas reivindicaciones alcanzadas, pero en la Venezuela actual, eso solo sería una propaganda oficial.

Hace unas dos semanas anunciaron, con bombos y platillos, un revolcón económico, cuando paradójicamente quien recibe revolcones a diario es nuestro pueblo, que ve convertir su salario, literalmente, en sal y agua. Con cháchara, shows y promesas recicladas nuestra Venezuela no saldrá del caos.

Nuevamente vimos que ajustaron el salario mínimo de los trabajadores, creyendo que con eso, se solucionan los problemas económicos que nuestro pueblo debe sortear a diario. 30% de ajuste, además fraccionado en dos partes, es insuficiente, porque la remuneración de los trabajadores queda rezagada con respecto a la inflación. Es decir, los sueldos no se actualizan a la velocidad que lo hacen los precios en el mercado, lo que produce una pérdida del ingreso real de nuestros trabajadores. De allí el dicho popular que explica tan gráficamente, que “los sueldos en nuestro país suben por las escaleras, mientras que los precios suben por el ascensor”.

La solución no es ajustar dos, tres, cuatro veces al año el salario de los trabajadores, la solución es que un ajuste del salario esté por encima de la inflación y que, al final, tengamos una mínima inflación que no desmejore el ingreso real de nuestros trabajadores. También debemos fortalecer nuestra moneda, ese bolívar que está tan golpeado, ese bolívar al que llamaron “fuerte” y nunca en nuestra historia ha estado tan débil. Y para darle fortaleza a nuestra moneda debemos dejar de depender del petróleo y de las importaciones, debemos utilizar el petróleo como la gran palanca para diversificar nuestra economía y fortalecer la producción nacional.

Porque, así estará batiendo record el índice de inflación en nuestro país, que este gobierno desde hace meses oculta esta y otras cifras oficiales, en un intento desesperado por esconder la realidad. Lo que ellos no terminan de entender, es que la realidad, por mucho que se esfuercen en ocultarla, siempre sale a flote como un salvavidas. Si la inflación de enero, febrero, marzo y abril es, en efecto, casi 50%, al ritmo que vamos, el año 2015 podría cerrar en 150%.

Por encima de las ocultas o inexistentes cifras que debería presentar el gobierno para dar a conocer cómo va la economía del país, las investigaciones privadas siguen desarrollándose. Como la reflejada por tres universidades del país que revela que la pobreza ha empeorado entre 1998 y 2014. Hace 16 años había 45% de hogares en situación de pobreza, y para el 2014 creció por encima del 48%, es decir, casi la mitad de los venezolanos son pobres.

Por si fuera poco, nuestro pueblo no solo se enfrenta al drama del deterioro del poder adquisitivo, sino también debe lidiar con una balanza salarial que se encuentra totalmente invertida en nuestra Venezuela, privilegiando a unos y ahogando a otros. Por ejemplo, un general puede ganar en promedio 40.000 bolívares al mes, mientras que un maestro de escuela apenas supera los 8.000 bolívares.

Este panorama oscuro que hoy empaña a nuestra Venezuela, estamos seguros que podemos cambiarlo si cada uno de nosotros aporta su grano de arena y si nos unimos, para impulsar un cambio pacífico, electoral, democrático y constitucional. La única forma de que nuestra Venezuela sea una verdadera potencia es respetando la propiedad privada, quitando arcaicos controles corruptos, fomentando la inversión. Pero nada de eso ocurrirá con este gobierno que insiste en hacerles la vida a cuadritos a los venezolanos, con un modelo fracasado que destruyó el aparato productivo nacional.

La lucha que debemos dar todos los venezolanos, debe estar dirigida a lograr que el salario de todos los trabajadores, públicos y privados, les permita comer bien y vivir tranquilos, porque a ningún venezolano le alcanza hoy su salario. La Canasta Básica Familiar ya va por los 35.124,45 bolívares, mientras la Alimentaria se ubicó en 20.919,53. ¿Cuántos trabajadores en nuestro país pueden cubrir sus necesidades básicas?

Estamos seguros que más temprano que tarde todos los venezolanos, pensemos como pensemos, nos uniremos como hermanos, para así poder ver esa luz al final del túnel, que nos permita andar por los senderos de esta tierra pujante que somos.

Cuando sintamos que la desesperanza nos gana la batalla, recordemos que no somos dos mitades, somos un solo pueblo solidario, ejemplar, honesto y trabajador. Tenemos una oportunidad de oro para encaminar esos sueños en las próximas Elecciones Parlamentarias, donde estamos llamados a escoger a hombres y mujeres comprometidos con el futuro del país y no con sus intereses personales y partidistas.

A quienes actualmente están desconcertados y desesperanzados, les decimos que la crisis que hoy nos embarga sí tiene solución, pero requiere del esfuerzo de todos los venezolanos. Se trata de que cada quien aporte su grano de arena para que tengamos un país en el que nuestro petróleo sea utilizado como la palanca para la reactivación del aparato productivo nacional. Que crezcamos económicamente, no solo para cubrir nuestra demanda interna de productos, sino que además podamos exportar. Que se invierta en educación y no en armas. Que podamos salir a la calle en la noche y sentirnos seguros. Un país donde nuestros jóvenes lleguen a viejos plácidamente sin que una bala les robe los sueños.

Estamos seguros que somos millones quienes apostamos a una nueva Venezuela, una en que la haya seguridad, salud, educación, donde funcionen los servicios públicos, donde haya oportunidades para todos por igual, sin discriminación de ningún tipo para poder adquirir una vivienda, un carro, sin anotarse en una larga lista que nunca llega y de paso a unos precios inaccesibles, inalcanzables. Una Venezuela sin colas para comprar alimentos, productos de higiene personal y medicinas. El país que todos nos merecemos y que es posible si todos remamos en la misma dirección, ese que lograremos con la unión de todos. ¡Qué Dios bendiga a nuestra Venezuela!