En momentos donde el país se encuentra en una de sus peores debacles económicas de la historia, ese mismo país que durante mas de una década disfrutó de una bonanza petrolera sin comparación. Hoy vemos la miseria en cada calle, en cada cola, en cada robo, en cada muerte, allí nos llevo la mala planificación, la mala administración, el derroche pero sobre todo la corrupción desmedida.

Venezuela es reconocida mundialmente por ser un país afortunado, con una tierra variopinta que va de la nieve al desierto, de la selva a la playa, de los andes a los llanos, de la caída de agua mas grande del mundo a los picos nevados mas hermosos de esta zona. Esos son nuestros atributos naturales de los cuales solo podemos darle gracias a Dios y cuidarlos (Cosa que este miserable régimen ni siquiera ha hecho). Pero nuestra gente ¿qué?

Nos encanta decir que es un país hermoso con gente de mierda, y disculpen lo escatológico pero no puedo mas que reflejar lo que mas de una lamentable vez he escuchado a paisanos decir. Entonces ¿Venezuela cuánto vale? Venezuela no es solo lo geográfico, ese no es nuestro valor, tampoco lo es que bajo nuestras tierras se guarde la reserva de petróleo mas grande del mundo, cosa que también es otro hecho geográfico, casi un accidente diría yo.

¿Nuestro valor lo seguiremos achacando a eso? Y mientras seguimos acusando a nuestra gente, como si fuera algo ajeno a nosotros además. Pues no me gusta creerme ese cuento, me gusta creer que Venezuela vale mas que nuestro accidente geográfico. Lo que le eriza a uno la piel no es solo la foto del rayo de catatumbo es la gaita que tocan y componen venezolanos (que no son de mierda por cierto). Lo que me da melancolía no es solo el hermoso valle de caracas escoltado por un Ávila majestuoso, es la arepita que me espera en la mesa al voltear de la ventana, venezolana creada y hecha por venezolanos, venezolanos que valen oro.

Cuando se habla de ciencia a nivel mundial y sabes que Jacinto Convit es un referente se te llena el pecho de un orgullo que va mas allá que el que se siente cuando ves Los Roques en una foto. Un Bob Abreu que vuelve a jugar en el universitario porque lo llena mas que cualquier otro estadio, un Vizquel que viene a fundar un campo para niños especiales en El Hatillo te recuerdan que lo que se exporta nunca deja de ser venezolano.

Entonces, lo que vale este país no merece que lo luchemos, que creamos, que recordemos que las grandes empresas petroleras en el mundo tienen mas de un ingeniero venezolano. ¿No vale la pena creer en lo nuestro? Eso nuestro que esta en un estudio de Disney creando nuevos sueños para el mundo.

¿Vale mas que una cola? ¿Vale mas que la indiferencia? ¿Vale mas que lo que nos auto flagelamos? No falta quien diga: “Lo que pasa es que hay una mayoría ignorante que hace que todo valga nada”. No, lo que hay es una minoría que condena al que no tuvo oportunidades a que sus decisiones no valen, o que su talento no vale. Aquí valemos todos, me he cansado de ver gente brillante en La Bombilla, Barrio Unión, Nazareno o El Guinche.

Este es un país suertudo con gente maravillosa que esta dejando de creer en si misma. Una reflexión final para quienes nos toca dirigir y liderar este momento, ¿no vale Venezuela lo suficiente para dejar de lado ambiciones y egocentrismos? No vale lo suficiente para que se sienten en una mesa a buscar una solución constitucional donde todos sean representados y que nos guíe a poder capitalizar el desastre que lleva este régimen.

Sin soldados no hay capitán, mientras los dirigentes sigan ensimismados sin contacto con la gente y olvidando a quienes hoy sufren de los mayores achaques de la dictadura (exilio, prisión, torturas y muerte) no lograremos que ese pueblo que hoy desearía no saber nada de Venezuela, vuelva a creer que esta tierra bendita vale la pena.

 

@darioramirez

Concejal del Municipio Sucre, Estado Miranda.